El sábado, de 9 a 13, en el Museo de la Ciudad Casa de Hernández (La Florida y Alvarado) se realizará un taller destinado a los miembros de las familias que se ocupan de cuidar al abuelo de la casa. La iniciativa surgió desde la Dirección General de Adultos Mayores de la Municipalidad de Salta, a cargo de Nicolás O'Brien.
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El sábado, de 9 a 13, en el Museo de la Ciudad Casa de Hernández (La Florida y Alvarado) se realizará un taller destinado a los miembros de las familias que se ocupan de cuidar al abuelo de la casa. La iniciativa surgió desde la Dirección General de Adultos Mayores de la Municipalidad de Salta, a cargo de Nicolás O'Brien.
Si bien está claro que la mayoría de las personas puede llegar a la vejez lúcida y sana, hay otro grupo de adultos que por accidentes domésticos, generalmente caídas o enfermedades preexistentes se deterioran más rápidamente. A esto se suma que hay un avance cada vez más notable del Alzheimer. "Los abuelos llegan cada vez más deteriorados a los hogares de ancianos", le dijo a El Tribuno Graciela Arias, directora del Hogar Santa Ana, ubicado en Villa Mitre. "Y, generalmente, son los hombres los más afectados", agregó.
Los cuidadores
Los adultos mayores que permanecen en sus hogares son cuidados, habitualmente, por mujeres que tienen entre 45 y 60 años y que están unidas por lazos familiares. Esta persona es considerada "cuidadora principal".
El cuidar a un adulto mayor puede transformarse en una actividad desgastante e ingrata si es que no se conocen las características de las patologías que sufren. En primer lugar, esta cuidadora se responsabiliza de la medicación, higiene, cuidados especiales, alimentación, traslado y compañía, entre otros. Si no están capacitadas para hacerlo, paulatinamente van perdiendo su independencia, comienzan a aislarse, no dedican tiempo al entretenimiento, no salen con sus amistades y postergan su propio proyecto de vida.
La depresión, el cansancio y la ansiedad comienzan a dominar la escena. Esto finalmente repercute seriamente en la salud de los cuidadores y pueden producirse importantes trastornos psicológicos que solo se observan cuando alguno de ellos se agudiza: disconformidad con quienes lo ayudan porque consideran que nadie lo hace tan bien como ellos. "Todo lo hacen mal, no le dan los medicamentos a horario", suelen expresar.
Al rescate
En el caso de que los familiares o cuidadores auxiliares comiencen a observar reacciones desmesuradas como las citadas, deben actuar rápidamente haciendo las consultas médicas pertinentes. Hay que tratar de que el cuidador tome tiempo para sí mismo, cubriendo esas horas con ayuda del resto de la familia o de un asistente domiciliario. Una de las actividades que puede ayudar es compartir con personas que viven esa misma situación.
"Hay muchas familias que se ocupan de cuidar a sus ancianos en casa, por eso es importante capacitarlos", dijo Nicolás O'Brien. "Los cuidadores familiares son personas que lo hacen desde el amor, pero que no están capacitados, por lo tanto el desgaste es aún mayor", señaló O'Brien en conversación con El Tribuno. "Y esto lleva a que el anciano se deteriore más rápidamente y que se fatigue más el cuidador", agregó.
Es necesario tener en cuenta que el familiar está comprometido emocionalmente, por lo general no tiene experiencia y desconoce las patologías, por eso hay que acompañarlos e indicarles cuándo es el momento de buscar a un profesional, porque la buena voluntad ya no es suficiente.
"Es importante que la familia tenga en claro cuándo es el momento en que el adulto debe ser institucionalizado, de acuerdo a las patologías que sufre, para que pueda tener una atención integral", dijo el responsable de la Dirección General de Adultos Mayores de la Municipalidad de Salta.