Un pasaje o sendero de ripio, de aproximadamente 300 metros, que comunica parque La Vega con la avenida Gaucho Méndez, se ha vuelto un drama para los vecinos de la zona. El lugar, además de convertirse en un basural donde se puede encontrar desde escombros hasta chatarra, se ha convertido en un peligro para los conductores o peatones que quieren utilizar ese camino.
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Un pasaje o sendero de ripio, de aproximadamente 300 metros, que comunica parque La Vega con la avenida Gaucho Méndez, se ha vuelto un drama para los vecinos de la zona. El lugar, además de convertirse en un basural donde se puede encontrar desde escombros hasta chatarra, se ha convertido en un peligro para los conductores o peatones que quieren utilizar ese camino.
"Los yuyos superan los dos metros de altura, además siempre existen los vecinos inescrupulosos, que generalmente son de otros barrios, que vienen acá y tiran todo tipo de basura, desde restos de comidas y artículos electrónicos en desuso y hasta escombros", comentó una vecina de Parque La Vega que se comunicó con El Tribuno.
Pero este problema, los habitantes del barrio lo vienen acarreando desde hace tiempo. Desde hace varios años piden una solución. Están cansados de reclamar a la Municipalidad para que limpie y desmalece el predio que está detrás del barrio, colindante con el camino a San Agustín.
"Todo esto dificulta nuestra convivencia, no solo por el peligro que representa tener un basural y yuyos altos, sino que el camino que lo rodea permite una salida cómoda y rápida hacia la avenida Gaucho Méndez, que va camino a San Agustín", expresó la vecina. Utilizando ese pasaje, que tiene dirección hacia el sur, permite que los residentes de la zona eviten ir hasta la rotonda de Limache y volver por la avenida Ex Combatientes para, por ejemplo tomar la ruta 68 o dirigirse a los barrios de la zona sur de la ciudad.
Inseguridad
El pasaje, además de ser un sector de extremo peligro completamente oscuro, se ha convertido en un lugar abierto a cualquier actividad delictiva e inseguridad. Caminar de noche entre medio de esos yuyos significa un riesgo. Los vecinos expresaron que muchas veces ni en auto se animan a transitar.
La altura de los pastizales ayudan a que los delincuentes que merodean la zona se puedan esconder entre los yuyos cuando intentan escapar. También, los vecinos denunciaron que muchas veces tiran los objetos que robaron para después ir a buscarlos.