Desde Personas Jurídicas, organismo que controla el normal desenvolvimiento de las instituciones deportivas, centros vecinales, entre otros, se explicó el derecho que asiste a la actual comisión directiva que encabeza José “Pepe” Muratore y quien renovó su mandato en Juventud Antoniana, tras ganar las últimas elecciones para continuar como presidente por otros dos períodos desde febrero de 2017.
Para ser más explícito en sus conceptos, el titular del organismo provincial, doctor Rodrigo Martínez Urquiza, recordó que “una vez que finalizó la intervención, el club recién se normalizó en junio de 2014, seis meses después de lo estipulado. El estatuto dice que cada primera quincena de diciembre se debe realizar la asamblea para renovar autoridades. Y quedaba en el medio el hecho de esos seis meses que ya la intervención había gobernado. Por lo tanto, en junio de 2016, se utilizó el marco legal para el llamado a asamblea, para la cual hubo una presentación solicitando una prórroga que luego se fue extendiendo por las impugnaciones a los socios habilitados y todo lo que sucedió. Y se pospuso hasta febrero de este año, cuando finalmente se concretó la asamblea. Por lo tanto, el mandato de Muratore comenzó en febrero”.
En cuanto a la posición dirigencial y de las facultades para que ellos mismos tomen en cuenta de los períodos de gobierno, Martínez Urquiza reconoció: “Los dirigentes pueden tener un mandato de dos años atento a lo que ya fija el estatuto y que es de dominio público. Lo que se contempla también son las determinaciones por parte de una comisión directiva en cuanto a ese tiempo de trabajo, utilizando los recursos legales como corresponde, sin perder el sentido deportivo que se persigue”.
El funcionario público se refirió luego a la confección de los padrones de socios y que se puso en boca de todos en Juventud, por el reclamo de un sector de socios que no está identificado con la línea de Pepe Muratore.
“Nosotro no tenemos nada que ver. Somos responsables de resguardar si el socio está o no en condiciones de votar. El tema de la antigüedad pasa pura y exclusivamente por la institución, que debe velar en forma ordenada y transparente para que esa persona pueda participar en una asamblea”, finalizó Martínez Urquiza.
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Desde Personas Jurídicas, organismo que controla el normal desenvolvimiento de las instituciones deportivas, centros vecinales, entre otros, se explicó el derecho que asiste a la actual comisión directiva que encabeza José “Pepe” Muratore y quien renovó su mandato en Juventud Antoniana, tras ganar las últimas elecciones para continuar como presidente por otros dos períodos desde febrero de 2017.
Para ser más explícito en sus conceptos, el titular del organismo provincial, doctor Rodrigo Martínez Urquiza, recordó que “una vez que finalizó la intervención, el club recién se normalizó en junio de 2014, seis meses después de lo estipulado. El estatuto dice que cada primera quincena de diciembre se debe realizar la asamblea para renovar autoridades. Y quedaba en el medio el hecho de esos seis meses que ya la intervención había gobernado. Por lo tanto, en junio de 2016, se utilizó el marco legal para el llamado a asamblea, para la cual hubo una presentación solicitando una prórroga que luego se fue extendiendo por las impugnaciones a los socios habilitados y todo lo que sucedió. Y se pospuso hasta febrero de este año, cuando finalmente se concretó la asamblea. Por lo tanto, el mandato de Muratore comenzó en febrero”.
En cuanto a la posición dirigencial y de las facultades para que ellos mismos tomen en cuenta de los períodos de gobierno, Martínez Urquiza reconoció: “Los dirigentes pueden tener un mandato de dos años atento a lo que ya fija el estatuto y que es de dominio público. Lo que se contempla también son las determinaciones por parte de una comisión directiva en cuanto a ese tiempo de trabajo, utilizando los recursos legales como corresponde, sin perder el sentido deportivo que se persigue”.
El funcionario público se refirió luego a la confección de los padrones de socios y que se puso en boca de todos en Juventud, por el reclamo de un sector de socios que no está identificado con la línea de Pepe Muratore.
“Nosotro no tenemos nada que ver. Somos responsables de resguardar si el socio está o no en condiciones de votar. El tema de la antigüedad pasa pura y exclusivamente por la institución, que debe velar en forma ordenada y transparente para que esa persona pueda participar en una asamblea”, finalizó Martínez Urquiza.