"El Cuchi de cámara”, el sexto disco de la destacada intérprete Lorena Astudillo, fue lanzado este año y allí la artista revisita la obra del compositor salteño acompañada por un conjunto de arcos y cuerdas. Presentado recientemente en el Centro Cultural Kirchner ante un público de 1.600 personas, ahora sus protagonistas buscan traerlo a Salta aprovechando que todavía transitamos el año del centenario del nacimiento de Gustavo “Cuchi” Leguizamón.
Lorena es la voz cantante del proyecto. Y el Cuchi la ha hechizado desde hace rato. Tanto que, en su primer trabajo solista, también versionó al prolífico autor, como recordó en un diálogo con El Tribuno.
“Yo venía de cantar jazz y necesitaba encontrar una manera de cantar en castellano, pero sin perder toda la belleza de la melodía, de las armonías. Las circunstancias de creaciones artísticas tienen múltiples determinaciones. Y en ese momento, en 1998, todo conectó con recuerdos de mi infancia en donde mi papá me enseñaba estas zambas: la de Lozano, Balderrama, la del Laurel, también La Arenosa... Y toda esa belleza confluyó en un primer disco donde descubrí que en la entraña misma de la obra del Cuchi Leguizamón residía el jazz. Él también hacía esa confluencia en la estructura misma de la obra: utilizaba escalas más propias de la música jazzística y armonías con un vuelo enorme. Entonces, de algún modo, en ese primer disco pude hacer confluir esas dos cosas”, relató desde Buenos Aires.
A 18 años de aquel proyecto, Lorena cuenta en qué consiste este último disco. “En este segundo trabajo dedicado a él, el concepto que me convoca es la conexión con la música académica, que es otro de mis grandes amores. Como siempre, las decisiones que toma un artista son arbitrarias, tienen que ver con un gusto y una necesidad. Y para mí, si la necesidad aparece, mi misión de algún modo es seguirla”, destacó.
Astudillo analiza ahora desde dónde canta cuando relata las tramas de “Lavanderas de Río Chico”, “El silbador”, “Juan del Monte”, solo por nombrar algunos de los personajes que musicalizó y creó el Cuchi: “Para mí cantar es, aunque parezca paradójico, olvidarme de mí misma. Es como contar la historia que otro cuenta y entrar ahí, prestarle el cuerpo, la emoción, la vista. Incluso buena parte del trabajo inicial que hice fue viajar a Salta. Cuando me fui a llevarle mi primer disco a él, uno de mis objetivos era una especie de turismo musical”, describió.
El deseo de celebrar en Salta
Astudillo se presentó recientemente en el CCK, en una sala repleta para 1600 personas y de manera gratuita. Sobre la posibilidad de llegar a nuestra provincia con este proyecto exquisito y con el cual seguramente el mismo Cuchi estará complacido desde alguna estrella, revela: “Por supuesto que quiero llevarlo a Salta, pero tampoco he tenido hasta el momento una respuesta contundente, aunque sí muchas voluntades. Es un gran deseo pero también voy, en mi camino autogestivo independiente, por donde la puerta está abierta porque tengo la misión de seguir caminando”, recalcó.
La placa despliega sonoridades múltiples en un proyecto conformado por Patricio Villarejo en cello, arreglos y dirección, Cecilia Isas en primer violín, Carlos Cosattini en segundo violín, Carolina Folger en viola , Constanza Meinero en piano, Lucas Homer en contrabajo, Marcos di Paolo en guitarra y Matías Furió en percusión. Queda claro que trasladar esta iniciativa por el país de modo independiente es prácticamente imposible.
“Esta es una formación muy grande para poder moverlos solos sin una voluntad de quienes sí puedan de hecho. En su momento me contacté con el director de la Orquesta Sinfónica de Salta. Aún no tuve respuesta, pero imagino que tendrá muchos mensajes y no demasiado tiempo para responderlos”, interpretó comprensiva.
Con todo, su anhelo de llegar a los pagos de Güemes no cesa: “Tengo muchísimos amigos en Salta y mucha gente que quiere que lo llevemos para allá y estamos trabajando en eso. Pero más allá de la amistad, tiene que haber un gesto contundente que nos acompañe para poder ir y sostenerlo”.
Ojalá alguien se haga eco de sus palabras, ojalá Salta pueda disfrutar pronto del Cuchi de cámara en vivo. Mientras, el disco está en diversas plataformas digitales y se pueden escuchar fragmentos en las redes sociales o en la web oficial de Lorena Astudillo, una mujer que siente y canta al Cuchi desde la entrañas.
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"El Cuchi de cámara”, el sexto disco de la destacada intérprete Lorena Astudillo, fue lanzado este año y allí la artista revisita la obra del compositor salteño acompañada por un conjunto de arcos y cuerdas. Presentado recientemente en el Centro Cultural Kirchner ante un público de 1.600 personas, ahora sus protagonistas buscan traerlo a Salta aprovechando que todavía transitamos el año del centenario del nacimiento de Gustavo “Cuchi” Leguizamón.
Lorena es la voz cantante del proyecto. Y el Cuchi la ha hechizado desde hace rato. Tanto que, en su primer trabajo solista, también versionó al prolífico autor, como recordó en un diálogo con El Tribuno.
“Yo venía de cantar jazz y necesitaba encontrar una manera de cantar en castellano, pero sin perder toda la belleza de la melodía, de las armonías. Las circunstancias de creaciones artísticas tienen múltiples determinaciones. Y en ese momento, en 1998, todo conectó con recuerdos de mi infancia en donde mi papá me enseñaba estas zambas: la de Lozano, Balderrama, la del Laurel, también La Arenosa... Y toda esa belleza confluyó en un primer disco donde descubrí que en la entraña misma de la obra del Cuchi Leguizamón residía el jazz. Él también hacía esa confluencia en la estructura misma de la obra: utilizaba escalas más propias de la música jazzística y armonías con un vuelo enorme. Entonces, de algún modo, en ese primer disco pude hacer confluir esas dos cosas”, relató desde Buenos Aires.
A 18 años de aquel proyecto, Lorena cuenta en qué consiste este último disco. “En este segundo trabajo dedicado a él, el concepto que me convoca es la conexión con la música académica, que es otro de mis grandes amores. Como siempre, las decisiones que toma un artista son arbitrarias, tienen que ver con un gusto y una necesidad. Y para mí, si la necesidad aparece, mi misión de algún modo es seguirla”, destacó.
Astudillo analiza ahora desde dónde canta cuando relata las tramas de “Lavanderas de Río Chico”, “El silbador”, “Juan del Monte”, solo por nombrar algunos de los personajes que musicalizó y creó el Cuchi: “Para mí cantar es, aunque parezca paradójico, olvidarme de mí misma. Es como contar la historia que otro cuenta y entrar ahí, prestarle el cuerpo, la emoción, la vista. Incluso buena parte del trabajo inicial que hice fue viajar a Salta. Cuando me fui a llevarle mi primer disco a él, uno de mis objetivos era una especie de turismo musical”, describió.
El deseo de celebrar en Salta
Astudillo se presentó recientemente en el CCK, en una sala repleta para 1600 personas y de manera gratuita. Sobre la posibilidad de llegar a nuestra provincia con este proyecto exquisito y con el cual seguramente el mismo Cuchi estará complacido desde alguna estrella, revela: “Por supuesto que quiero llevarlo a Salta, pero tampoco he tenido hasta el momento una respuesta contundente, aunque sí muchas voluntades. Es un gran deseo pero también voy, en mi camino autogestivo independiente, por donde la puerta está abierta porque tengo la misión de seguir caminando”, recalcó.
La placa despliega sonoridades múltiples en un proyecto conformado por Patricio Villarejo en cello, arreglos y dirección, Cecilia Isas en primer violín, Carlos Cosattini en segundo violín, Carolina Folger en viola , Constanza Meinero en piano, Lucas Homer en contrabajo, Marcos di Paolo en guitarra y Matías Furió en percusión. Queda claro que trasladar esta iniciativa por el país de modo independiente es prácticamente imposible.
“Esta es una formación muy grande para poder moverlos solos sin una voluntad de quienes sí puedan de hecho. En su momento me contacté con el director de la Orquesta Sinfónica de Salta. Aún no tuve respuesta, pero imagino que tendrá muchos mensajes y no demasiado tiempo para responderlos”, interpretó comprensiva.
Con todo, su anhelo de llegar a los pagos de Güemes no cesa: “Tengo muchísimos amigos en Salta y mucha gente que quiere que lo llevemos para allá y estamos trabajando en eso. Pero más allá de la amistad, tiene que haber un gesto contundente que nos acompañe para poder ir y sostenerlo”.
Ojalá alguien se haga eco de sus palabras, ojalá Salta pueda disfrutar pronto del Cuchi de cámara en vivo. Mientras, el disco está en diversas plataformas digitales y se pueden escuchar fragmentos en las redes sociales o en la web oficial de Lorena Astudillo, una mujer que siente y canta al Cuchi desde la entrañas.