Zulma Pedraza es una de las que trabajan por los derechos de las mujeres desde la organización “Las Juanas”, que desarrolla desde fines de marzo un plan de 100 días de acciones contra la violencia de género en Salta.
Protagonista de una tarea de contención en el territorio donde se encuentran las víctimas, opinó que hay que agilizar los mecanismos de asistencia y fortalecer los recursos.
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Zulma Pedraza es una de las que trabajan por los derechos de las mujeres desde la organización “Las Juanas”, que desarrolla desde fines de marzo un plan de 100 días de acciones contra la violencia de género en Salta.
Protagonista de una tarea de contención en el territorio donde se encuentran las víctimas, opinó que hay que agilizar los mecanismos de asistencia y fortalecer los recursos.
¿Por qué Salta sigue entre las provincias con peores índices de femicidios?
Desde Las Juanas estamos yendo a buscar a la gente para informar que existe un andamiaje por parte del Estado en cuanto a leyes de protección, figuras y programas de asistencia. Muchas mujeres no saben que pueden hacer una denuncia rápida o que, si son carentes de recursos, no tienen que gastar para ser atendidas por un equipo.
Lo mismo en el marco legal. Existen leyes y todo un sistema de protección. Buscamos que las mujeres conozcan esto porque muchas no saben que existen oficinas que trabajan en el tema.
Una queja muy recurrente es que la Policía no quiere recibir las denuncias o que denuncian y no pasa nada. Nuestro objetivo es hacer de nexo con las instituciones correspondientes cuando hay un caso que no se mueve.
Que haya personas que no tienen la asistencia rápida, concreta y protección hace que estos números no puedan disminuir.
¿Falta educación?
Salta es una provincia que, desde lo cultural, tiene una figura de lo masculino que hay que deconstruir. A esto lo vamos a lograr con la educación, que es lo que planteamos todas las organizaciones que trabajamos en el tema.
Y no solo hablamos de la educación sexual en las escuelas. También de la formación desde la diversidad. Hoy vemos el caso de Gala Cancinos (desaparecida desde el mes pasado), que nos plantea un punto de inflexión frente a los niños, niñas y jóvenes que se plantean de una forma diferente a como nacieron.
Debemos preguntarnos si están preparados los colegios, los docentes y los padres. Gala venía dando muestras y hemos demostrado, como sistema, no estar preparados. Es un caso bisagra.
Debe haber capacitación para los diferentes servicios. Trabajando en la calle hace poco, en una sola cuadra encontramos a siete de diez personas que relataron haber vivido hechos relacionados con la violencia en diferentes grados. Es un problema serio y la que más lo sufren son las mujeres
¿Cuál es la principal falla del sistema de contención?
El andamiaje está montado. En lo municipal, por ejemplo, existe un centro de mediación gratuito y las víctimas no lo saben. Existen refugios, el botón antipánico, la línea 144. Son cuestiones que están pero en las que, evidentemente, el sistema no está aceitado para funcionar como debe y nos siguen pasando estas cosas.
En prevención, si bien hay muchísimas ONG que trabajan con esta problemática, no alcanzamos a cubrir a la gran población. Los recursos no son suficientes.
La educación sexual integral no está funcionando de manera completa y eso hace que el cambio vaya demorando.
Frente a todo este panorama, me parece positivo que reaccionemos automáticamente en casos como el del restaurante que ponía nombres de mujeres a los platos (de carne). Que hayamos reaccionado las organizaciones y la sociedad hizo que esto quede sin efecto. Quiere decir que nos estamos movilizando
Tuvimos una audiencia con la ministra de Derechos Humanos y Justicia (Pamela Calleti). Creemos que al andamiaje le faltan recursos. Hemos planteado nuestra inquietud para que el sistema se aceite y haya capacitación. Herramientas hay, pero tienen que funcionar mejor.
¿Por qué se marcha el 3 de junio?
Las Juanas marchamos porque “vivas nos queremos”. Adherimos al Ni Una Menos por lo que sigue pasando, por la falta de atención y, sobre todo, por lo que tenemos para mejorar.