Un motochorro fue condenado a inscribirse y a estudiar de forma regular en una universidad a cambio de su libertad, condicionada a esta y otras imposiciones legales.
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Un motochorro fue condenado a inscribirse y a estudiar de forma regular en una universidad a cambio de su libertad, condicionada a esta y otras imposiciones legales.
La jueza María Gabriela González, vocal de la Sala I del Tribunal de Juicio, condenó en audiencia de juicio abreviado a Caín Juan Jesús Medina (22) a la pena de dos años de prisión de ejecución condicional por considerarlo autor material y penalmente responsable del delito de robo agravado por cometerse en poblado y en banda en grado de tentativa.
El imputado había sido denunciado por un hecho ocurrido el 27 de abril de 2017. Acompañado de otros sujetos, le sustrajo la cartera a una mujer del asiento delantero de su vehículo, previo hacer estallar el vidrio de la puerta del acompañante. Seguidamente el acusado se dio a la fuga en una moto conducida por otro individuo. La magistrada ordenó la libertad del imputado y le impuso por el término de dos años: presentar un informe médico sobre la necesidad de realizar un tratamiento psicológico y médico por sus adicciones y, en caso de realizarlo, presentar constancia en el término de un mes; abstención absoluta de consumo de estupefacientes; fijar domicilio e informar al Tribunal cualquier modificación dentro de las 48 horas; obligación de concurrir cada quince días ante la dependencia policial a los fines de acreditar al Tribunal las constancias respectivas; obligación de presentar a principio del año lectivo constancia de inscripción en la universidad y constancias de alumno regular.