Un delincuente irrumpió en una remisera de Orán, golpeó a la operadora, intentó abusar sexualmente de ella y le robó dos teléfonos celulares.
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Un delincuente irrumpió en una remisera de Orán, golpeó a la operadora, intentó abusar sexualmente de ella y le robó dos teléfonos celulares.
El hecho ocurrió la madrugada del lunes en la remisera VIP, situada en las calles España y General Paz de la ciudad norteña.
El accionar del sujeto fue captado por las cámaras de seguridad de la empresa. El video se viralizó rápidamente en las redes sociales, ya que fue publicado por la propietaria de la remisera en Facebook.
"A las cinco de la madrugada este hombre pidió un móvil a la operadora y se quedó esperando sentado afuera. Había dos personas más porque justo en ese horario sale la gente del boliche y del karaoke. Siempre es el mismo movimiento de gente. Para la operadora no fue nada raro", manifestó a El Tribuno Cecilia Rodríguez, propietaria de la remisera VIP.
"Tres minutos antes de que este hombre pidiera el móvil, la operadora había sacado la traba de la puerta para que un chofer ingresara a sacar un handy, entonces la puerta quedó destrabada", añadió.
"En determinado momento el hombre que estaba esperando el móvil se levantó, abrió la puerta y le preguntó a la operadora a qué hora llegaría el remise, cuánto iba a demorar. Ella le respondió que por favor esperara afuera, que ya llegaría. Él vio que no venía el coche y entró y ocurrió todo lo que quedó filmado en el video: sustrajo dos celulares y golpeó a la operadora en la cabeza cuando la mujer trataba de impedir que se llevara los teléfonos. Aparentemente estaba borracho, drogado", sostuvo.
"Le decía que si ella lo tocaba en sus partes íntimas le devolvería las cosas, no se las iba a llevar", relató la dueña.
La operadora le repetía al delincuente "hay cámaras" y le pedía con desesperación que por favor se retirara del lugar, pero este se le acercaba cada vez más con insistencia, empujándola hacia un rincón.
La víctima sufrió un calvario que duró unos 15 o 20 minutos. El individuo se tocaba sus genitales e insistía. La mujer continuó rogándole que se fuera, mientras intentaba acomodar los papeles que él había tirado al piso. También quiso modular dos veces por radio para pedir auxilio pero el sujeto le desenchufaba la radio, hasta que decidió darse a la fuga llevándose dos celulares: un Samsung J4 y un Samsung J1, de la empresa y de ella.
La mujer salió de la remisera y le pidió auxilio a un pasajero y un chofer que estaban en la vereda. Estos llamaron al 911 pero la Policía nunca respondió. Ambos fueron tras el delincuente, delgado, de 1,70 metros de altura y tez blanca, que vestía un buzo gris, jeans y zapatillas azules, pero no lograron darle alcance.
La denuncia por el hecho fue radicada a las 8.25.
A la operadora se le diagnosticaron hematomas en distintas partes del cuerpo a raíz de los golpes que le propinó el ladrón. La mujer también sufre constantes crisis de llanto y se encuentra de licencia médica.
Identificado y libre
Muchos vecinos de Orán se comunicaron con la propietaria de la remisera y aseguraron conocer al sujeto captado por las cámaras, incluso dieron un apellido, pero hasta el cierre de esta edición no había ningún detenido por el caso.
El 911, sin operadora
Luego de que el delincuente se marchara y del pedido de auxilio de la operadora a un chofer, este llamó al Sistema de Emergencias 911 pero nadie respondió.
“El chofer llamó al 911, que nunca atendió, por lo que fue hasta la base y un policía le contestó que no habían atendido porque no había operadora”, aseguró Cecilia Rodríguez, la dueña de la remisera VIP.
Antecedente
Ayer, por la tarde la Brigada de Investigaciones concurrió a la empresa de remises para revisar las cámaras de seguridad.
No es la primera vez que ocurre un delito en la remisera. En febrero pasado, una tarde, un grupo de hombres en estado de ebriedad rompieron vidrios, patearon la puerta, destrozaron las instalaciones y huyeron.
“Seguridad tenemos en la remisera por las cámaras y las trabas de la puerta pero se nota que en la ciudad faltan policías, sobre todo en el 911. Más todavía, si hubiese ocurrido algo peor, los efectivos no habrían aparecido. Tuvo que ir el chofer hasta la Policía”, finalizó Rodríguez.