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Dolor y solidaridad en la despedida de las víctimas del vuelco en Mendoza

En velatorios simultáneos despidieron a los 15 alumnos de la Escuela de Danza, de Grand Bourg. También regresaron desde San Rafael a esa localidad bonaerense los sobrevivientes y familiares.
Miércoles, 28 de junio de 2017 00:00

Familiares, amigos, compañeros de escuela y vecinos de Grand Bourg, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas, despidieron ayer en velatorios simultáneos a las víctimas fatales del vuelco del micro el domingo en Cuesta de los Terneros. Al Aeroparque de Buenos Aires llegaron familiares y sobrevivientes, mientras que los heridos desembarcaron en la Base Aérea de Palomar.

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Familiares, amigos, compañeros de escuela y vecinos de Grand Bourg, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas, despidieron ayer en velatorios simultáneos a las víctimas fatales del vuelco del micro el domingo en Cuesta de los Terneros. Al Aeroparque de Buenos Aires llegaron familiares y sobrevivientes, mientras que los heridos desembarcaron en la Base Aérea de Palomar.

La vereda de la escuela de danza Soul Dance Studio, donde estudiaban los chicos que viajaron a una competencia de baile en San Rafael, amanecieron ayer con velas y flores que fueron dejando desde el lunes vecinos y comerciantes de la zona, incluso muchos que no conocían a las víctimas.

En la puerta del local, ubicado en San Martín 1572, a media cuadra de la estación del tren Belgrano Norte, los familiares y vecinos montaron un altar en homenaje a los 15 muertos, en su mayoría niños, en el que dejaron mensajes en cartulinas: "Van a estar por siempre con nosotros", rezaba un afiche.

A pesar de las condiciones climáticas y una llovizna, por momentos copiosa, los residentes prendían ayer una y otra vez las velas para "recordar a los chicos" mientras se acercaban a las distintas casas velatorias donde se despedía a la mayoría de las víctimas.

Jorge, papá de Carolina, una alumna que iba a formar parte del viaje, pero se enfermó y no pudo ir, se acercó a uno de los velatorios para "dar el apoyo a la familia".

"Es un gran grupo humano, los profes son excelentes, los contienen, los ayudan y además nos generan mucha confianza", aseguró el hombre que estuvo junto a su hija en la cochería Grand Bourg donde despidieron los restos de María Sol Silva, de 14 años, y Florencia Pardini, de 16.

Liliana no conocía a ninguno de los alumnos, pero se acercó "porque lo que sucedió es algo que nos afecta a todos". Para ella el instituto de danza "es muy conocido acá, tienen muchos alumnos y siempre hacían actividades".

Cientos de personas se hacían presentes en las salas velatorias que recibieron los restos de los fallecidos.

Se realizaron ceremonias en Los Polvorines, San Miguel, José C. Paz y Villa de Mayo, ya que la escuela Soul Dance Studio congregaba a jóvenes de diferentes localidades del norte del conurbano bonaerense.

Santiago, de 18 años, que bailaba en la escuela y era amigo de los chicos que se accidentaron, contó que "siempre se hacían estos viajes. La verdad que nos sorprendió lo que pasó porque siempre se relacionaban con empresas legales, era una escuela seria".

A unas cuadras, en la Cochería Oviedo se realizó otro de los multitudinarios velatorios, donde se encontraban los cuerpos de Valentina Arias y Marianela Aragón, ambas de 13 años y amigas íntimas, ya que además de compartir el gusto por la danza eran compañeras de colegio.

En tanto, a las 14 llegó al Aeroparque Jorge Newbery un avión de Aerolíneas Argentinas proveniente de San Rafael con los primeros sobrevivientes de la tragedia y sus familiares, quienes habían viajado el domingo a Mendoza en medio de la conmoción por la tragedia.

“Me quedé sin frenos”

Uno de los sobrevivientes del trágico vuelco ocurrido en Mendoza contó que el chofer del colectivo gritaba “me quedé sin frenos” momentos antes del accidente.
“Lo único que me dijo que se acuerda es que el chofer gritaba ‘me quedé sin frenos, me quedé sin frenos’”, comentó Claudio Sosa, hermano de Diego, uno de los sobrevivientes del vuelco, que seguía internado e hijo de una de las víctimas fatales.
Claudio contó que pudo hablar muy poco con su hermano y que éste le contó que salió despedido del micro cuando se produjo el vuelco.
El hermano del docente del instituto Soul Dance hizo, en Mendoza, el trámite por el traslado del cuerpo de su madre.
Otro sobreviviente afirmó que Damián Pinelli, el chofer, iba a gran velocidad y aceleraba sin hacer caso a los pedidos para que fuera más lento. 

 

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