Pese a la belleza natural de los alrededores, la zona del canal de la avenida Hipólito Yrigoyen es un lugar olvidado. Hace tiempo que conviven veredas y cordones cuneta rotos, calles con asfalto totalmente deteriorado y sectores sin muro de contención, características que lo convirtieron en un espacio peligroso para transitar.
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Pese a la belleza natural de los alrededores, la zona del canal de la avenida Hipólito Yrigoyen es un lugar olvidado. Hace tiempo que conviven veredas y cordones cuneta rotos, calles con asfalto totalmente deteriorado y sectores sin muro de contención, características que lo convirtieron en un espacio peligroso para transitar.
La falta de mantenimiento fue la principal denuncia de los vecinos, que durante estos años fueron reclamando soluciones que nunca llegaron. El desage continúa siendo un peligro.
Hace más de un año, en febrero de 2016, El Tribuno ya había denunciado el mal estado del canal, pero poco se hizo para mejorarlo e incluso las condiciones empeoraron.
Vecinos contaron a este matutino que hace mucho tiempo que el canal se encuentra en ese estado. Los residentes del lugar se quejaron de que los arreglos que se hacen son muy precarios y no representan una solución definitiva.
El Tribuno recorrió el desage desde la calle Bumbuna hasta la Pedro Pardo, trayecto de dos kilómetros, y comprobó el deterioro. Caminar por las veredas se convirtió en un verdadero desafío para los transeúntes, ya que deben sortear pozos y roturas en casi todas las cuadras.
Sin barandas
Antes de llegar al penal de Villa Las Rosas, justo sobre la intersección con la calle Las Orquídeas, el canal no tiene baranda a lo largo de varios metros. Los peatones que caminan por la vereda corren un riesgo evidente, ya que no hay otro tipo de protección que evite una eventual caída.
Los varios metros de profundidad que tiene el canal podrían transformar en mortal cualquier accidente. Pasando la cárcel, antes de llegar a la calle Cornejo, tampoco hay muro de contención. La inexistencia de barandas refleja la falta de cuidados.
Sobre la mano de la avenida que va de sur a norte hay sectores en los que el muro de contención fue desapareciendo con el tiempo y, en vez de volver a construirlo, los operarios fueron haciendo parches. Solo se colocaron guardarrailes o rejas precarias para intentar resguardar a los peatones o automovilistas ante un eventual accidente.
Baches
Más allá del pésimo estado general de la avenida, el punto que une Tavella e Hipólito Yrigoyen es quizás uno de los más críticos. Miles de autos pasan cada día por esa zona, una de las más transitadas de la ciudad.
Al cruzar el puente del canal, yendo de sur a norte, una rotura de pavimento al costado de la vereda se vuelve un verdadero problema para los conductores que ven reducido el espacio para transitar.
Otro punto delicado es la intersección entre las avenidas Independencia e Yrigoyen. Los vecinos denunciaron que hace más de tres meses Aguas del Norte rompió la calle de lado a lado, provocando una zanja que puede destruir trenes delanteros. Los vecinos y conductores siguen esperando que la Municipalidad o la empresa distribuidora de agua se acerquen a solucionar el problema.