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Los vecinos de Cerrillos preparan los tradicionales fogones de Vº Balcón

Se llevará a cabo el “manchancho”, ritual en el que se reparten golosinas y también tamales.
Miércoles, 28 de junio de 2017 10:11

Por Daniel Díaz

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Por Daniel Díaz


Esta noche el cielo cerrillano se iluminará con las luces y las chispas de los fogones que se encenderán a lo largo de la avenida Manuel J. Castilla, de Villa Balcón. Se trata de un ritual tradicional en honor a San Juan, San Pedro y San Pablo, que a lo largo de los años mantienen vivo las familias Villa y Arias, entre otras.
Los fogones suelen extenderse también a otras barriadas y parajes de la localidad.
Las actividades arrancarán a las 21. No faltará el chocolate caliente, el pan dulce y el café.
El periodista Luis Borelli contó: “La gente disfruta mucho tirando pocotos y ancopocotos, un híbrido de alto poder explosivo inventado en el INTA Cerrillos a pedido de los vecinos de Vº Balcón, y que este año prometen no solo ser aún más estruendosos sino también muy hediondos, ya que la fórmula elaborada por los expertos 'inteños' incorporó una mezcla de hediondilla con hojas de ruda macho". 
La gente también fabrica muñeros que llaman Judas para este día, que luego queman en las llamas. Las fogatas suelen estar a cargo de las familias Villa, Arias, Jaime, Sánchez, Chocobar y Flores.
En los años 50, en la localidad residían unos 1.500 habitantes que conservaban la tradición de los fogones, heredada de los españoles. Hubo familias especializadas en estos menesteres. Por ejemplo, en el Bº Ameghino los fogones más famosos los organizaban la familia de Eusebio Morales. Eran fiestas en las que no faltaba el Judas, un muñeco de ropa vieja relleno de paja, pocotos y petardos, que era quemado. En el Bº La Punta, de la plaza hasta el extremo norte del pueblo, los fogoneros eran los Ruiz, Russo, Guzmán, Pla, Hoyos, Yusca y el Loro López, entre otros. En el Bº Centro, eran los Ríos, el Loco Mingo, Mataco Delgado y Cachimba Castiella. Estos hacían su fogata en el baldío frente al Correo viejo. Los fogoneros del sur, giraban alrededor de don Nicolás Hoyos.
Finalmente estaban los fogones de Pueblo Nuevo, que organizados por los Magno, Salinas, Corimayo, Flores y Valdiviezo. En los años 70 estas fiestas comenzaron a desaparecer hasta que en Vº Los Tarcos y en Vº Balcón resurgieron con entusiasmo en los 80, de mano de los “Pulentas” Flores y de los Villa para quedarse hasta nuestros días.

Significados del ritual 

Antaño, en algunas culturas eran en agradecimiento y al mismo tiempo para atraer la bendición del sol sobre hombres, animales y campos. Por eso, se encendían grandes hogueras, tradición que perduró hasta nuestros días. También se asoció esta festividad a obtener pareja o bien a conservar la que ya se tiene. En otras palabras, se la relaciona con la fertilidad y la fecundidad, amorosa y de todo tipo. En algunos lugares se realiza la quema de un muñeco, que representa lo viejo y negativo.
¿Por qué en nuestra cultura se hace alusión a San Juan Bautista?. San Lucas narra en su Evangelio que María, tras la Anunciación, fue a visitar a su prima Isabel cuando ésta se hallaba en el sexto mes de embarazo. Por lo tanto, fue fácil fijar la solemnidad del Bautista en el octavo mes de las candelas de junio, seis meses antes del nacimiento de Cristo (24 de diciembre).
En el Evangelio se cuenta que su padre, Zacarías, había perdido la voz por dudar que su mujer, Isabel, estuviera en cinta. Sin embargo, en el momento de nacer San Juan, la recuperó, como se lo había predicho un ángel. Entonces, rebosante de alegría encendió hogueras para anunciar a parientes y amigos la noticia. Siglos después, la noche del 23 al 24 de junio se convirtió en una noche santa y sagrada, sin abandonar por eso su connotación mágica.
En cuanto a las fogatas de San Pedro y San Pablo se preparan para la noche del 28 de junio , en conmemoración “del martirio del primer papa, San Pedro, y del Apóstol de los Gentiles, San Pablo. Al amanecer del 29 de junio del año 67, ambos fueron sacados de la prisión para ser ejecutados por orden de Nerón. Pedro fue llevado a la Colina Vaticana y crucificado cabeza abajo según su deseo, por considerar demasiado digno morir como su maestro. Pablo fue conducido a Ostia, lugar próximo al río Tiber, y allí fue decapitado”.
Cada pueblo tiene una forma de sentir la fiesta, celebrando ritos neopaganos y cristianos de acuerdo a su tradición y cultura.

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