Empleados municipales afiliados de ATE iniciaron una medida de fuerza por tiempo indeterminado en Coronel Moldes debido a la falta de mejoras salariales y de recategorización de algunos trabajadores que cobran 6 mil pesos, según el gremio.
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Empleados municipales afiliados de ATE iniciaron una medida de fuerza por tiempo indeterminado en Coronel Moldes debido a la falta de mejoras salariales y de recategorización de algunos trabajadores que cobran 6 mil pesos, según el gremio.
La recolección de basura no se suspendió en el pueblo y son alrededor de un centenar los municipales de paro. La medida se desarrolla con quita de colaboración en las diferentes áreas y permanecen apostados afuera del edificio municipal.
Todavía no hubo reunión entre los trabajadores con el interventor Rodolfo Antonelli, porque el funcionario entiende que la medida se produjo en momentos que ya se conocen los candaditos a ocupar el cargo de intendente. La comuna, como se sabe, fue intervenida por el Ejecutivo provincial el año pasado y presenta deudas por unos 13 millones de pesos dejadas por la gestión del destituido Osvaldo García.
"Tenemos una planta de trabajadores que excede la estructura municipal. Había 200 empleados, muchos de ellos ñoquis y sin justificar su puesto de trabajo. Así logramos bajarla a 174 empleados, priorizando el trabajo y las necesidades. En realidad esta pequeña comuna no necesita más de cien trabajadores. El pueblo tiene alrededor de 6 mil personas. No se puede poner en riesgo el poco dinero que disponemos", explicó a El Tribuno Antonelli.
Y agregó: "Estamos al día con los sueldos y debemos el medio aguinaldo, pero por ley tenemos tiempo de cancelarlo hasta el 10 de julio. Sin embargo, la próxima semana comenzamos con ese pago. Nos solicitaron que pasemos a planta a 40 trabajadores contratados y accedimos al pedido, pero será en forma progresiva y se analizará caso por caso. En los tiempos de García, una situación similar a ésta no era motivo de medidas de fuerza. Pagamos hasta los tres meses que se les debía a algunos empleados y nos pusimos al día con los municipales", remarcó el interventor.
Antonelli asegura que el paro es político y que no se sentará a dialogar con los dirigentes de ATE sin no despolitizan la medida de fuerza.
"Las obras no se pararon. Tenemos varios frentes. Incluso la recolección se realiza con normalidad. Logramos mejoras importantes en las remuneraciones. Antes esto no ocurría. Incluso pretenden que se pague insalubridad a trabajadores que se desempeñan en oficinas. No tiene legitimidad ese reclamo", apuntó.
Y explicó que la comuna tiene lo justo y necesario para funcionar y se planifican varias acciones para que esta realidad cambie. El Tribuno preguntó sobre la situación del exintendente Osvaldo García y los embargos que amenazan a diario las cuentas de la comuna.
"García es empleado municipal y cobra su sueldo como todos. Tiene una función específica en Salta. No tuvo embargos judiciales de su sueldo, por lo menos nosotros nunca fuimos notificados. Pero respecto a los embargos de proveedores durante su gestión, es una lucha de todos los días lidiar para que no nos embarguen las cuentas. Tuvimos que hacernos cargo de varios embargos judiciales y en otros casos hubo entendimiento entre las partes. La intervención no solo es hacer funcionar la Municipalidad, sino también hacer frente a la herencia de la intendencia de García", concluyó.
Reclamos en Colonia Santa Rosa
Como viene sucediendo desde hace varios meses, los empleados municipales de Colonia Santa Rosa iniciaron otro paro de actividades la semana pasada en reclamo de mejoras salariales.
El paro se inició cuando los gremialistas consideraron que sus reclamos estaban siendo desoídos por el intendente Jorge Guerra.
Pero en realidad lo que sucede es que los gremios piden un aumento mayor al 16% que ofreció el jefe comunal quien aduce por su parte que heredó una pesada carga de empleados de la administración anterior y que los ingresos de la comuna no le permiten hacer una oferta mejor.
Cabe señalar que en abril pasado se firmó entre las partes un acta compromiso por la cual los gremios se iban a abstener de iniciar nuevas medias de fuerza y al mismo tiempo la Municipalidad no realizaría despidos masivos.
Ahora los gremios denuncian que la misma fue incumplida y Guerra argumenta que el cumplimiento de la misma es imposible técnica y jurídicamente.