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Productores de espectáculos encienden luces de alerta

Advierten que Salta ha perdido el liderazgo regional que ostentaba como polo cultural. Proponen un debate urgente con autoridades para repensar estrategias de recuperación. 
Sabado, 03 de junio de 2017 19:18

La merma de espectáculos musicales y teatrales en Salta en los últimos meses fue notoria. No hace falta pertenecer al rubro para percibir la caída de la actividad. Más allá de que la crisis que afecta al sector es generalizada, la situación se ha visto potenciada en nuestra provincia por una serie de medidas implementadas a nivel local. Frente a este panorama, productores de espectáculos que desde hace varios años vienen apostando a la actividad en Salta, encendieron una luz de alerta y se autoconvocaron para analizar posibles soluciones. El objetivo es recuperar el liderazgo que tenía la provincia a nivel regional como polo cultural.
Sebastián Magnasco, Violeta Aquino, Guillermo Clasadonte y Francisco Escudero son algunos de los nombres que están detrás de la producción de shows que solemos ver en escenarios como el Teatro Provincial, el Estadio Delmi, el Estadio Martearena y el Teatro del Huerto, entre otras salas privadas que también forman parte del circuito local. 
El difícil momento que atraviesa la industria del espectáculo a nivel nacional se da a partir de los costos cada vez mayores y de las cambiantes normativas de habilitación que se aplican en cada ciudad de acuerdo a la interpretación del funcionario de turno. Salta no ha sido la excepción en este sentido. Y hay más: “La provincia retrocedió muchísimo como plaza de espectáculos en los últimos años con respecto a otras de la región, como Tucumán y Santiago del Estero, a partir de trabas impositivas y de otra índole que se aplicaron a nivel municipal”, explicó Magnasco. 
Clasadonte remarcó que los espectáculos musicales y teatrales son una usina de generación de trabajo directo e indirecto, y lamentó que ese foco generador de actividad económica hoy esté casi apagado: “Salta tiene pocas salas y aún así, hace un par de años atrás, se había posicionado muy bien en la región a partir de la decisión de la gestión municipal de ese entonces de aplicar algunas exenciones impositivas iguales a las que se aplican en Buenos Aires, Córdoba, Mar del Plata y Carlos Paz. Las plazas teatrales generan muchísima actividad económica. Se mueve la actividad gastronómica, hotelera, taxis y remises, la venta ambulante, la mano de obra temporal... La ciudad hoy se está perdiendo todos esos ingresos”, señaló. 

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La merma de espectáculos musicales y teatrales en Salta en los últimos meses fue notoria. No hace falta pertenecer al rubro para percibir la caída de la actividad. Más allá de que la crisis que afecta al sector es generalizada, la situación se ha visto potenciada en nuestra provincia por una serie de medidas implementadas a nivel local. Frente a este panorama, productores de espectáculos que desde hace varios años vienen apostando a la actividad en Salta, encendieron una luz de alerta y se autoconvocaron para analizar posibles soluciones. El objetivo es recuperar el liderazgo que tenía la provincia a nivel regional como polo cultural.
Sebastián Magnasco, Violeta Aquino, Guillermo Clasadonte y Francisco Escudero son algunos de los nombres que están detrás de la producción de shows que solemos ver en escenarios como el Teatro Provincial, el Estadio Delmi, el Estadio Martearena y el Teatro del Huerto, entre otras salas privadas que también forman parte del circuito local. 
El difícil momento que atraviesa la industria del espectáculo a nivel nacional se da a partir de los costos cada vez mayores y de las cambiantes normativas de habilitación que se aplican en cada ciudad de acuerdo a la interpretación del funcionario de turno. Salta no ha sido la excepción en este sentido. Y hay más: “La provincia retrocedió muchísimo como plaza de espectáculos en los últimos años con respecto a otras de la región, como Tucumán y Santiago del Estero, a partir de trabas impositivas y de otra índole que se aplicaron a nivel municipal”, explicó Magnasco. 
Clasadonte remarcó que los espectáculos musicales y teatrales son una usina de generación de trabajo directo e indirecto, y lamentó que ese foco generador de actividad económica hoy esté casi apagado: “Salta tiene pocas salas y aún así, hace un par de años atrás, se había posicionado muy bien en la región a partir de la decisión de la gestión municipal de ese entonces de aplicar algunas exenciones impositivas iguales a las que se aplican en Buenos Aires, Córdoba, Mar del Plata y Carlos Paz. Las plazas teatrales generan muchísima actividad económica. Se mueve la actividad gastronómica, hotelera, taxis y remises, la venta ambulante, la mano de obra temporal... La ciudad hoy se está perdiendo todos esos ingresos”, señaló. 

40% es el promedio de caída de la venta de entradas en Salta. Ejemplos: el espectáculo de Piñón Fijo vendió 950 entradas en Salta y 4000 en Tucumán; Lali Espósito, 600 en Salta y 1000 en Tucumán; Pedro Aznar, 400 en Salta y 1400 en Tucumán. 

Los productores remarcaron que el tema impositivo es clave, porque los formatos de espectáculos grandes, que son los que más actividad económica generan, hoy están excluyendo a Salta de sus giras porque los números no les cierran. “Los artistas se niegan a pagar en Salta un impuesto que los mismos artistas salteños no pagan cuando se presentan en Buenos Aires, por ejemplo”, indicó Magnasco.
Francisco Escudero, por su parte, remarcó que Salta tiene una particularidad que la pone en desventaja con respecto a otras provincias: la distancia. “Eso nos encarece todos los costos de producción. Hasta los hoteles acá son más caros. Cuestan el doble que en Tucumán, por ejemplo. Más allá de que este es un negocio privado, creemos que el Estado es una pata importante a la hora de fomentar el consumo de cultura y espectáculos”, consideró. 
“La pregunta hoy, más allá de la crisis general que atraviesa el país y más allá de la falta de una reglamentación clara, es si Salta quiere ser o no una plaza teatral. Si la respuesta es sí, urge debatir este tema en una misma mesa con las autoridades correspondientes”, agregó Clasadonte. 
El debate sobre la situación de la industria del espectáculo es una preocupación transversal y nacional. Mientras los productores salteños plantean la necesidad de repensar estrategias de recuperación sorteando -además de la crisis general- los escollos que surgieron a nivel local, recientemente se reunieron en Buenos Aires managers y empresarios de espectáculos de todo el país para comenzar a redactar una Ley Nacional de Espectáculos Públicos que será enviada al Congreso de la Nación. El objetivo de la norma será clarificar la problemática que enfrentan a diario los artistas, managers y productores. “Necesitamos una ley que le dé un marco regulatorio a la actividad y que aclare muchos ítems que hoy siguen grises, tales como la tipificación de los espectáculos; las responsabilidades que le caben al empresario, al artista, al recinto y al Estado; la venta de alcohol, etc”, enumeró Magnasco.
“Hay que buscar el marco regulatorio para que deje de ser más fácil demonizar que profesionalizar. Salta venía siendo un buen distribuidor de espectáculos en la región. Queremos mirar hacia adelante y recuperar ese lugar de liderazgo, con exigencias claras para los productores pero también con el apoyo del Estado, que es vital para desempantanar la actividad”, concluyó Clasadonte, dirigiendo una vez más el foco en la situación local. 

Los números hablan por sí mismos

El estancamiento de la industria del espectáculo es generalizada, pero la situación en Salta se ha visto agravada por las cargas impositivas que se aplicaron a la actividad. La productora Violeta Aquino indicó que la caída de la venta de entradas en Salta en el último año ha sido de alrededor del 40 al 50%. con respecto a otras plazas regionales como Tucumán. 
Centros productores de espectáculos como Buenos Aires, Mar del Plata y Córdoba vienen aplicando desde hace años una serie de exenciones impositivas para la actividad. “Saben cuánto dinero le genera un show a su ciudad y saben que el que sostiene la cartelera es el público, que compra su entrada. A los impuestos extra, lamentablemente, los termina pagando el artista, la sala y el público, con el costo de la entrada”, explicó Clasadonte.  En noviembre de 2016, las autoridades de Tucumán tomaron como ejemplo las exenciones impositivas que se venían aplicando en Salta y que hoy ya no existen. Desde entonces, la vecina provincia se catapultó como plaza teatral regional. 

Productores de espectáculos de Salta, preocupados por la crisis del sector


 

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