La vueltas del fútbol no dejan de sorprender. Un día jugás en la cuarta categoría del fútbol argentino y de repente pegás el salto a Primera División.
Le pasó a Ivo Hongn, quien nació en Córdoba el 28 de mayo de 1991 y llegó a Salta con apenas cuatro años. Tenía 12 cuando empezó a entrenar en la escuelita Súper Boys, en barrio Parque Belgrano, zona norte de la capital salteña.
“Empecé a jugar con Jorge Peroné como técnico. Súper Boys es una escuelita humilde y Jorge es un luchador del fútbol, entrenábamos al costado de la ruta, la pretemporada la hacíamos en el dique Campo Alegre, experiencias hermosas que no olvido”, sostuvo Hongn, y agregó: “Fuimos a jugar a Córdoba, Neuquén y salimos campeones del Torneo AFIN”.
Si bien no fue jugador de ningún club salteño, recordó que defendió la camiseta de Central Norte en algunos partidos con un carnet prestado y su insólito paso por el rugby en el club Universitario.
“Jugué con otro carnet para Central pero la idea era jugar en Buenos Aires en algún club de allá. Me fui a los 15 a Arsenal de Sarandí, estuve un tiempo y volví a Salta medio rebelde, salía con mis amigos como todo chico pero seguía jugando en Súper Boys y después me metí en el rugby, con tal de hacer deportes me animé”, cuenta.
Pero la vida de Hongn tendría un capítulo más cuando se fue de vacaciones a su provincia natal. “Cumplí 17 y me fui a Córdoba de vacaciones, jugué un partido con unos primos y me vio Hugo Rivarola, me ofreció una prueba en Instituto, estuve dos semanas sin hacer fútbol, no entendíamos la prueba y me fui a Belgrano, hice otra gran prueba, metí cuatro goles pero no quedé, tenía una bronca bárbara. Y Diego Foglia, coordinador de Talleres, luego me convocó, entrené y quedé. Pero en ese momento me llamaron desde Instituto para que firme pero como mi papá y mis hermanos son hinchas de Talleres no fui. Esto sucedió a principios de 2008, hice sexta de AFA, pretemporada con Primera y salí goleador en sexta y quinta. Luego Talleres asciende a la B Nacional, me ceden a préstamo y empecé a migrar en el Federal B, primero en Sarmiento de Leones y después en Atenas de Río Cuarto”, relató Hongn.
Gracias a sus buenas actuaciones, Pacifico de Mendoza lo contrató para la Copa Argentina. “Fui solamente de refuerzo por veintidós días, ganamos la fase previa y luego nos tocó Estudiantes de La Plata”, recordó el delantero, quien justamente frente al pincha marcó un gol: “Fue soñado, son partidos que no se viven todos los días. Al gol se lo dediqué a mi viejo. Y después de eso me llama un representante que tenía contacto con Caruso Lombardi. Me dijo que estaban interesados en mí, pero no le cría, hasta que me pasó con Caruso y hablé con él”.
Así fue que el delantero salteño por adopción firmó contrato por un año y hoy arrancará la pretemporada con Tigre. “No lo podían creer, mi vieja a los saltos. El apoyo que sentí de Salta fue el que siempre soñé, me gustaría consagrarme y volver a Salta para ayudar a Súper Boys”, anheló.
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La vueltas del fútbol no dejan de sorprender. Un día jugás en la cuarta categoría del fútbol argentino y de repente pegás el salto a Primera División.
Le pasó a Ivo Hongn, quien nació en Córdoba el 28 de mayo de 1991 y llegó a Salta con apenas cuatro años. Tenía 12 cuando empezó a entrenar en la escuelita Súper Boys, en barrio Parque Belgrano, zona norte de la capital salteña.
“Empecé a jugar con Jorge Peroné como técnico. Súper Boys es una escuelita humilde y Jorge es un luchador del fútbol, entrenábamos al costado de la ruta, la pretemporada la hacíamos en el dique Campo Alegre, experiencias hermosas que no olvido”, sostuvo Hongn, y agregó: “Fuimos a jugar a Córdoba, Neuquén y salimos campeones del Torneo AFIN”.
Si bien no fue jugador de ningún club salteño, recordó que defendió la camiseta de Central Norte en algunos partidos con un carnet prestado y su insólito paso por el rugby en el club Universitario.
“Jugué con otro carnet para Central pero la idea era jugar en Buenos Aires en algún club de allá. Me fui a los 15 a Arsenal de Sarandí, estuve un tiempo y volví a Salta medio rebelde, salía con mis amigos como todo chico pero seguía jugando en Súper Boys y después me metí en el rugby, con tal de hacer deportes me animé”, cuenta.
Pero la vida de Hongn tendría un capítulo más cuando se fue de vacaciones a su provincia natal. “Cumplí 17 y me fui a Córdoba de vacaciones, jugué un partido con unos primos y me vio Hugo Rivarola, me ofreció una prueba en Instituto, estuve dos semanas sin hacer fútbol, no entendíamos la prueba y me fui a Belgrano, hice otra gran prueba, metí cuatro goles pero no quedé, tenía una bronca bárbara. Y Diego Foglia, coordinador de Talleres, luego me convocó, entrené y quedé. Pero en ese momento me llamaron desde Instituto para que firme pero como mi papá y mis hermanos son hinchas de Talleres no fui. Esto sucedió a principios de 2008, hice sexta de AFA, pretemporada con Primera y salí goleador en sexta y quinta. Luego Talleres asciende a la B Nacional, me ceden a préstamo y empecé a migrar en el Federal B, primero en Sarmiento de Leones y después en Atenas de Río Cuarto”, relató Hongn.
Gracias a sus buenas actuaciones, Pacifico de Mendoza lo contrató para la Copa Argentina. “Fui solamente de refuerzo por veintidós días, ganamos la fase previa y luego nos tocó Estudiantes de La Plata”, recordó el delantero, quien justamente frente al pincha marcó un gol: “Fue soñado, son partidos que no se viven todos los días. Al gol se lo dediqué a mi viejo. Y después de eso me llama un representante que tenía contacto con Caruso Lombardi. Me dijo que estaban interesados en mí, pero no le cría, hasta que me pasó con Caruso y hablé con él”.
Así fue que el delantero salteño por adopción firmó contrato por un año y hoy arrancará la pretemporada con Tigre. “No lo podían creer, mi vieja a los saltos. El apoyo que sentí de Salta fue el que siempre soñé, me gustaría consagrarme y volver a Salta para ayudar a Súper Boys”, anheló.