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Una cooperativa textil y de calzados busca mantenerse en el mercado

Ante la casi nula demanda de sus productos, los obreros se ven obligados a trabajar en otros lugares para mantener a sus familias. “La crisis nos está afectando, tenemos muy pocos pedidos”, dicen.
Sabado, 15 de julio de 2017 00:00

La cooperativa textil Indumentaria del Norte y la cooperativa Calzados Gemes se encuentran abocadas en la búsqueda de una inserción en el mercado local, la única posibilidad que tienen para mantenerse activas.

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La cooperativa textil Indumentaria del Norte y la cooperativa Calzados Gemes se encuentran abocadas en la búsqueda de una inserción en el mercado local, la única posibilidad que tienen para mantenerse activas.

Creadas en el 2012, entre tantas cooperativas que surgieron durante el gobierno de Cristina Kirchner, son las únicas que continúan con sus puertas abiertas, aunque enfrentado una lucha cada vez más intensa por mantenerse en pie.

Ubicada en el Parque Industrial, cuenta con un comodato para poder hacer uso del predio pero que estaría próximo a vencerse, situación que se ha sumado a las tantas preocupaciones, que hoy afectan a los 23 trabajadores que apenas llegan a subsistir con los ingresos obtenidos.

"Estamos en crisis"

Tal como lo grafica uno de los integrantes, Víctor Espinosa, "la crisis nos está afectando bastante, tenemos muy pocos pedidos y por esa razón decidimos aceptar todo tipo de pedido, no solo por cantidad, sino también por unidad".

"La idea original era realizar confección de ropa y calzados de trabajo, apuntábamos al importante mercado que veíamos en el Parque Industrial, por la cantidad de empresas que ya están radicadas. Pero las cosas no se dieron por distintos motivos, por lo que tuvimos que dedicarnos a la costura de ambos y delantales", explicó.

"Trabajar en otro lado"

Esta importante baja en la demanda obligó a sus integrantes a buscar otras fuentes de ingresos. "Solo trabajamos por la mañana y durante la tarde, para poder sostener a nuestras familias nos vemos obligados a buscar otro trabajo", reconoció Espinosa.

Una ayuda importante, que complementa el proyecto de las cooperativas, es un subsidio de $4.000 para cada integrante que envía Nación. Eso les permite subsistir aunque no hayan ingresos por venta.

"Desde hace tres meses que no lo estamos cobrando y para recuperarlo debemos volver a presentar todos los papeles y balances. Sin esa ayuda se nos complica mucho más la situación", advirtió el trabajador.

La tela necesaria para la confección de los pedidos es comprada en Salta y cuando el pedido es muy grande en cantidad, realizan un esfuerzo y la compran en Buenos aires.

"No somos una marca registrada, por lo tanto podemos competir en precios y calidad. En estos tiempos de campaña política, por suerte recibimos algunos pedidos de remeras estampadas y eso nos trae un poco de alivio", finalizó.

Unos de los problemas que tienen estas cooperativas, es que no cuentan con un punto de venta en la ciudad, por lo que si un posible cliente necesita encargar una prenda debe ir hasta el Parque Industrial, lo cual representa una importante incomodidad.

Pero para los trabajadores esta es una situación que no pueden superar, debido a que no están en condiciones de enfrentar los costos que se requieren para abrir un negocio o habilitar un puesto de venta en un lugar más accesible al público.

 

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