Los avances en la tecnología permiten hoy construcciones relativamente rápidas y eficientes en áreas de difícil acceso y el diseño garantiza comodidad en pocos metros. Así es el nuevo cocooning.
El cocooning es una nueva tendencia o filosofía de vida que, con el boom de internet y las nuevas tecnologías, crece vertiginosamente. Se trata de personas que deciden centrarse más en su familia y en su casa y disfrutar del hogar: ver películas, cocinar, organizar cenas para amigos, juntarse alrededor de un juego de mesa... Pero no solo ocio. También cada vez son más las personas que optan por trabajar desde su casa. Las máximas de los cocooners son “en ningún sitio como en casa” o “mi casa, mi castillo”.
La palabra cocooning proviene del anglisismo “cocoon”, que significa “capullo”. Esta tendencia está transformando las casas en lugares eminentemente prácticos. Se trata de dejar atrás concepciones como las que regían la organización de las casas de nuestros padres y abuelos, que no estaban hechas para vivir, sino para mostrar. ¿Quién no recuerda esas casas con comedores con manteles bordados y aparadores con cristalería que nadie usaba porque la familia en realidad comía a diario en la cocina, en una mesa simplona frente a la TV? En el cocooning, la frase “el comedor lo usamos cuando vienen visitas”, o sea, tres veces al año, no va.
El cocooning y los colores
En invierno, el sol está casi ausente y la luz es débil. Para mantener el equilibrio, la tendencia cocooning pone el acento en los colores cálidos, cercanos a la naturaleza para un interior acogedor. Este ambiente se crea eligiendo colores como el marrón castaña, el chocolate, el ciruela, el naranja, el arcilla o los tonos especiados.
Estos matices se encuentran igualmente en los objetos de decoración y en los complementos como los almohadones, las alfombras, o las cortinas. Los colores de la primavera como el rosa fucsia, y el azul turquesa se encuentran en la decoración del verano.
Para el invierno lo mejor es optar por tonos profundos como el rojo, el burdeos o el ocre, realzado por el amarillo o el naranja para aportar un poco de sol. También podés inspirarte en los colores que ofrece la naturaleza: el verde de los árboles y el marrón de las cortezas de los árboles, con algunos toques de blanco.
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Los avances en la tecnología permiten hoy construcciones relativamente rápidas y eficientes en áreas de difícil acceso y el diseño garantiza comodidad en pocos metros. Así es el nuevo cocooning.
El cocooning es una nueva tendencia o filosofía de vida que, con el boom de internet y las nuevas tecnologías, crece vertiginosamente. Se trata de personas que deciden centrarse más en su familia y en su casa y disfrutar del hogar: ver películas, cocinar, organizar cenas para amigos, juntarse alrededor de un juego de mesa... Pero no solo ocio. También cada vez son más las personas que optan por trabajar desde su casa. Las máximas de los cocooners son “en ningún sitio como en casa” o “mi casa, mi castillo”.
La palabra cocooning proviene del anglisismo “cocoon”, que significa “capullo”. Esta tendencia está transformando las casas en lugares eminentemente prácticos. Se trata de dejar atrás concepciones como las que regían la organización de las casas de nuestros padres y abuelos, que no estaban hechas para vivir, sino para mostrar. ¿Quién no recuerda esas casas con comedores con manteles bordados y aparadores con cristalería que nadie usaba porque la familia en realidad comía a diario en la cocina, en una mesa simplona frente a la TV? En el cocooning, la frase “el comedor lo usamos cuando vienen visitas”, o sea, tres veces al año, no va.
El cocooning y los colores
En invierno, el sol está casi ausente y la luz es débil. Para mantener el equilibrio, la tendencia cocooning pone el acento en los colores cálidos, cercanos a la naturaleza para un interior acogedor. Este ambiente se crea eligiendo colores como el marrón castaña, el chocolate, el ciruela, el naranja, el arcilla o los tonos especiados.
Estos matices se encuentran igualmente en los objetos de decoración y en los complementos como los almohadones, las alfombras, o las cortinas. Los colores de la primavera como el rosa fucsia, y el azul turquesa se encuentran en la decoración del verano.
Para el invierno lo mejor es optar por tonos profundos como el rojo, el burdeos o el ocre, realzado por el amarillo o el naranja para aportar un poco de sol. También podés inspirarte en los colores que ofrece la naturaleza: el verde de los árboles y el marrón de las cortezas de los árboles, con algunos toques de blanco.
El cocooning y los materiales
Las texturas son elementos clave en una decoración cocooning. Como la mayoría de las actividades se desarrollan en el living o sala, será la habitación maestra de la casa en invierno. No es necesario rehacer toda la decoración, basta con aportar ligeras transformaciones a nivel de las texturas. Los materiales escogidos serán más suaves para aportar una sensación de bienestar, por su aspecto confortable y acogedor.
Dejate guiar por tus sensaciones y gustos para la elección de las alfombras y de los almohadones. La lana y el fieltro podrán destacarse en los cojines. Para las cortinas, lo ideal son materiales pesados y densos para un efecto más cálido, como por ejemplo el terciopelo. Por lo tanto, conviene dejar de lado los visillos que son más propios para el verano.
La cama y el sofá serán los muebles preferidos para el invierno, por eso no debés dudar a la hora de hacerlos más cómodos con almohadones mullidos de terciopelo o de lana tricotada, y siempre combinando colores sobrios y cálidos.
En otoño y en invierno, la necesidad de luz es primordial. Por eso, una simple luz en el techo no es suficiente para compensar la luz azulada del invierno. Los puntos de iluminación deben multiplicarse con el fin de crear un ambiente cálido.
Tipos de construcción
Entre las propuestas de edificación más populares en el cocooning destacan el estilo “cabaña”, que funciona bien para alejarse de ciudades cada vez más populosas. Con este tipo de construcciones, las personas pueden desconectarse del mundo. Es como meterse en un capullo y sumergirse en él sin que nadie moleste. El reto de la tendencia cocooning consiste en la optimización adecuada de estas construcciones.