Una familia numerosa y de escasos recursos lo perdió todo en un voraz incendio que se desató durante la tarde de ayer, pasadas las 15, y que se llevó lo poco que tenían: ropa, calzado, muebles, ollas y vajilla.
La familia de Judith Cenzano, con sus escasos recursos, pudo conseguir con mucho esfuerzo durante años las cosas necesarias para vivir. La familia compuesta por 9 chicos fue víctima de un voraz incendio que se inició por una falla eléctrica.
De acuerdo a las versiones de los niños, que en esos momentos se encontraban mirando televisión, hubo un gran chispazo en el cable que alimentaba el aparato televisivo. “Mis hijos me contaron que después de ese chispazo, es como si el televisor hubiera explotado, salieron llamas de su interior y comenzó a arder todo lo demás”, expresó Judith entre lágrimas.
La vivienda está ubicada en el barrio 1º de Mayo sobre calle San José. Construida con adobe, consta de dos piezas separadas, una de ellas también aloja a la cocina, dividida de la habitación por una delgada pared.
La precariedad de todo el tendido eléctrico tuvo mucho que ver con el inicio del siniestro. El fuego se inició en el cuarto de los más chicos, quienes, por suerte, pudieron salir con ayuda de sus hermanos mayores, que en un intento por salvar algunas de sus pertenencias, inhalaron el denso humo generado por los materiales que se estaban quemando. Por esta razón fueron asistidos por una ambulancia del hospital Joaquín Castellanos.
La magnitud de las llamas fue tal, que alertaron a todo el barrio. Muchos vecinos se acercaron para intentar apagar el fuego sin poder contribuir por la magnitud de las llamas. Se hizo necesaria la presencia de los bomberos voluntarios para poder controlar el fuego. Lamentablemente, al ser una vivienda humilde, contaba con mucho material combustible, por lo que cuando se pudo controlar el fuego, ya se había perdido un 80% de las pertenencias de la familia. “Se me quemó la cocina, la heladera, el TV, las camas, colchones, muebles, la ropa, mesas y sillas, de esa pieza no quedó nada”, se lamento Judith, quien cuenta con un subsidio por sus hijos, pero que para poder lograr el sustento de su numerosa familia se dedica a la venta de ropa, en especial de bebé. “Lamentablemente perdí toda esa mercadería, no sé cómo voy a reponer lo que se me quemó, ya no podré salir a vender porque yo soy vendedora ambulante”.
El gran susto sufrido por sus hijas hizo que algunas de ellas entraran en shock. por el llanto y la desesperación tuvieron que ser controladas por algunos de sus amigos que se acercaron para colaborar en medio del caos.
Una vecina, la señora Clara Flores, solicitó ayuda a la comunidad, “ya se acercó Acción Social y lo más urgente lo van a tener, como ser camas, colchones y frazadas, pero hay otras cosas que quiero solicitarles a los vecinos de Güemes, a quienes puedan donar una cocina, heladera, mesa, sillas y en especial ropa y calzados, de todos los números y medidas porque son muchos los chicos; cualquier donación será muy agradecida”.
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Una familia numerosa y de escasos recursos lo perdió todo en un voraz incendio que se desató durante la tarde de ayer, pasadas las 15, y que se llevó lo poco que tenían: ropa, calzado, muebles, ollas y vajilla.
La familia de Judith Cenzano, con sus escasos recursos, pudo conseguir con mucho esfuerzo durante años las cosas necesarias para vivir. La familia compuesta por 9 chicos fue víctima de un voraz incendio que se inició por una falla eléctrica.
De acuerdo a las versiones de los niños, que en esos momentos se encontraban mirando televisión, hubo un gran chispazo en el cable que alimentaba el aparato televisivo. “Mis hijos me contaron que después de ese chispazo, es como si el televisor hubiera explotado, salieron llamas de su interior y comenzó a arder todo lo demás”, expresó Judith entre lágrimas.
La vivienda está ubicada en el barrio 1º de Mayo sobre calle San José. Construida con adobe, consta de dos piezas separadas, una de ellas también aloja a la cocina, dividida de la habitación por una delgada pared.
La precariedad de todo el tendido eléctrico tuvo mucho que ver con el inicio del siniestro. El fuego se inició en el cuarto de los más chicos, quienes, por suerte, pudieron salir con ayuda de sus hermanos mayores, que en un intento por salvar algunas de sus pertenencias, inhalaron el denso humo generado por los materiales que se estaban quemando. Por esta razón fueron asistidos por una ambulancia del hospital Joaquín Castellanos.
La magnitud de las llamas fue tal, que alertaron a todo el barrio. Muchos vecinos se acercaron para intentar apagar el fuego sin poder contribuir por la magnitud de las llamas. Se hizo necesaria la presencia de los bomberos voluntarios para poder controlar el fuego. Lamentablemente, al ser una vivienda humilde, contaba con mucho material combustible, por lo que cuando se pudo controlar el fuego, ya se había perdido un 80% de las pertenencias de la familia. “Se me quemó la cocina, la heladera, el TV, las camas, colchones, muebles, la ropa, mesas y sillas, de esa pieza no quedó nada”, se lamento Judith, quien cuenta con un subsidio por sus hijos, pero que para poder lograr el sustento de su numerosa familia se dedica a la venta de ropa, en especial de bebé. “Lamentablemente perdí toda esa mercadería, no sé cómo voy a reponer lo que se me quemó, ya no podré salir a vender porque yo soy vendedora ambulante”.
El gran susto sufrido por sus hijas hizo que algunas de ellas entraran en shock. por el llanto y la desesperación tuvieron que ser controladas por algunos de sus amigos que se acercaron para colaborar en medio del caos.
Una vecina, la señora Clara Flores, solicitó ayuda a la comunidad, “ya se acercó Acción Social y lo más urgente lo van a tener, como ser camas, colchones y frazadas, pero hay otras cosas que quiero solicitarles a los vecinos de Güemes, a quienes puedan donar una cocina, heladera, mesa, sillas y en especial ropa y calzados, de todos los números y medidas porque son muchos los chicos; cualquier donación será muy agradecida”.