El martes pasado se dio un inusual hecho en la Fundación Anawin, en Atocha, donde entrenan los chicos de las divisiones inferiores de Central Norte.
La dirigencia tomó la determinación de no dejar ingresar al predio a los chicos que deben la cuota de fútbol. La imagen fue triste y desoladora, pero esto es algo que podía suceder si la dirigencia se ponía firme con la nueva disposición de cobrar la cuota.
Más allá de eso, el mal trago o el mal momento perjudicó a los chicos, y si no fuera por la intervención de Cristian Zurita (ahora coordinador de las inferiores) y Norberto Acosta (DT de la primera), los chicos se quedaban sin entrenar.
Para aclarar el panorama de esta situación, Claudio Ayala, presidente de Aprocen, que se encarga de administrar la divisiones inferiores del cuervo, remarcó que esta medida fue anunciada varias semanas antes y que el valor de la cuota en inferiores es de doscientos pesos, de los cuales cien van para la disciplina y cien para el club.
“No fue de un día para el otro, un tiempo antes de la nota que publicó El Tribuno (sobre el cobro de inferiores en Salta), se les avisó a los chicos que se iba a cobrar. Si queremos estar a la altura necesitamos la ayuda de todos”, remarcó Ayala, que comentó sobre el accionar de no dejar ingresar al predio a los jugadores que debían la cuota. “Una semana antes, el portero le iba informando a los chicos que no se hicieron socios que debían hacerlo para seguir entrenando. Algunos entendieron el mensaje y otros esperaron hasta el último”.
Fueron cerca de quince chicos los que no pudieron ingresar y el directivo de Aprocen comentó cómo quedó la situación de los juveniles. “Los chicos siguen entrenando, tampoco se los privó de seguir en la institución. Se les dio una rifa a aquellos que no podían pagar la cuota pero tampoco las vendieron, se les seguirá dando las rifas para solventar los gastos. En el vóley y el hockey cumplen y administrativamente los chicos tienen que ser socios para pertenecer a las inferiores”.
Históricamente Central es un club humilde, sobre todo por su afición y obviamente habrá muchos chicos que no tienen para pagar la cuota. “La forma de contemplar la falta de dinero es con la rifa. Entendemos que hay casos y casos pero necesitamos del esfuerzo de todos”, sintetizó Ayala.
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El martes pasado se dio un inusual hecho en la Fundación Anawin, en Atocha, donde entrenan los chicos de las divisiones inferiores de Central Norte.
La dirigencia tomó la determinación de no dejar ingresar al predio a los chicos que deben la cuota de fútbol. La imagen fue triste y desoladora, pero esto es algo que podía suceder si la dirigencia se ponía firme con la nueva disposición de cobrar la cuota.
Más allá de eso, el mal trago o el mal momento perjudicó a los chicos, y si no fuera por la intervención de Cristian Zurita (ahora coordinador de las inferiores) y Norberto Acosta (DT de la primera), los chicos se quedaban sin entrenar.
Para aclarar el panorama de esta situación, Claudio Ayala, presidente de Aprocen, que se encarga de administrar la divisiones inferiores del cuervo, remarcó que esta medida fue anunciada varias semanas antes y que el valor de la cuota en inferiores es de doscientos pesos, de los cuales cien van para la disciplina y cien para el club.
“No fue de un día para el otro, un tiempo antes de la nota que publicó El Tribuno (sobre el cobro de inferiores en Salta), se les avisó a los chicos que se iba a cobrar. Si queremos estar a la altura necesitamos la ayuda de todos”, remarcó Ayala, que comentó sobre el accionar de no dejar ingresar al predio a los jugadores que debían la cuota. “Una semana antes, el portero le iba informando a los chicos que no se hicieron socios que debían hacerlo para seguir entrenando. Algunos entendieron el mensaje y otros esperaron hasta el último”.
Fueron cerca de quince chicos los que no pudieron ingresar y el directivo de Aprocen comentó cómo quedó la situación de los juveniles. “Los chicos siguen entrenando, tampoco se los privó de seguir en la institución. Se les dio una rifa a aquellos que no podían pagar la cuota pero tampoco las vendieron, se les seguirá dando las rifas para solventar los gastos. En el vóley y el hockey cumplen y administrativamente los chicos tienen que ser socios para pertenecer a las inferiores”.
Históricamente Central es un club humilde, sobre todo por su afición y obviamente habrá muchos chicos que no tienen para pagar la cuota. “La forma de contemplar la falta de dinero es con la rifa. Entendemos que hay casos y casos pero necesitamos del esfuerzo de todos”, sintetizó Ayala.