René González tiene más de 60 años recorridos en el periodismo del norte de la provincia. Llegó a Tartagal desde su Formosa natal cuando tenía 20 años recién cumplidos y hoy en día cuenta con varios más de 80.
Actualmente sigue conduciendo dos programas de radio -en la mañana y en la noche-, uno informativo y otro de tangos, y desde el 2000 logró que se institucionalice el Día del Movilero, que en Tartagal se celebra cada 20 de julio, en coincidencia con el Día del Amigo.
inicia sesión o regístrate.
René González tiene más de 60 años recorridos en el periodismo del norte de la provincia. Llegó a Tartagal desde su Formosa natal cuando tenía 20 años recién cumplidos y hoy en día cuenta con varios más de 80.
Actualmente sigue conduciendo dos programas de radio -en la mañana y en la noche-, uno informativo y otro de tangos, y desde el 2000 logró que se institucionalice el Día del Movilero, que en Tartagal se celebra cada 20 de julio, en coincidencia con el Día del Amigo.
¿Cómo surgió la idea suya de agasajar a los numerosos periodistas de exteriores que trabajan en el departamento San Martín?
En ese tiempo yo era director de prensa de la Municipalidad y ese julio del año 2.000 fue particularmente frío. Cinco de los movileros acreditados en la comuna venían todas las mañanas por mi oficina para conocer qué información podían difundir desde el municipio. Entonces, yo compré una cafetera y cada jornada compartíamos un humilde cafecito y hablábamos de temas cotidianos. A esa cafetera me la robaron el día que se produjo el saqueo, el 10 de noviembre de ese mismo año. Luego, cuando vino la intervención que estuvo a cargo del ingeniero Raúl Sángari me pidió que me quede en el cargo. A Sángari, que padeció el violento saqueo, le siguió la gestión como interventor de Pedro Sández, a quien le debemos la plazoleta del periodista, porque en honor a la verdad, la construyó a mi pedido.
La decisión de agasajar a los movileros fue espontánea, entonces...
Sí, efectivamente, porque el día 20 de julio cuando tomábamos un café se me ocurrió proponerles a todos los presentes que, además del Día del Amigo, debíamos festejar su día y así quedó puesto el Día del Movilero que fue institucionalizado por el Concejo Deliberante de ese entonces. Tartagal fue el primer municipio en reconocer el trabajo de quienes caminan la calle y particularmente, ese año 2000 para Tartagal fue un momento para no olvidar, triste, de manos crispadas. Los movileros cubrieron todos y cada uno de los conflictos sociales que se vivían en esta ciudad y en General Mosconi, donde lamentablemente hubo muertos, heridos, saqueos y todo lo que los norteños nunca vamos a olvidar.
En medio de toda esa batahola, los movileros transmitían para los medios locales, pero también para diferentes provincias todo lo que sucedía en Tartagal y Mosconi, que por cierto era un desastre. La performance que tuvieron es digna de ser reconocida y recordada porque el país supo al instante lo que estaba sucediendo en el norte salteño.
Lo mismo sucedió años más tarde, cuando Tartagal sufrió el alud en 2009.
¿Qué recuerdos tiene del 2000?
Yo estaba trabajando en la radio de (el exintendente de Tartagal) Marcelo Abraham, que está en la avenida 20 de Febrero, por donde ingresaba la horda bien organizada que venía desde Mosconi destruyendo todo a su paso. Ya habían quemado vehículos a la entrada de Tartagal, destruido el hotel Pórtico Norte e ingresaban a la ciudad para arrasar con comercios, la Municipalidad, el depósito judicial, el Banco Nación, la policía y tantas otras dependencias.
Un periodista del canal América, a quien mi movilera le reportaba la información, manifestaba al aire que era el hambre lo que los motivaba y como se dice vulgarmente “le paré el carro”, porque a mi entender estaba hablando falsedades. Le expliqué que estaban llevándose televisores, instrumentos musicales, armas y que no habían atacado ningún supermercado ni almacén. No era que yo deseara eso, sino que quería aclararle al periodista porteño que lo que esa gente tenía era de todo menos hambre; muchas veces y a la distancia, los periodistas hablan sin saber.
¿Cómo siguió ese reconocimiento a los periodistas que hacen calle?
Tengo la dicha de que en la época de don Alberto Abraham, le pedí que construyera la plazoleta Mariano Moreno de villa Saavedra y, como le mencioné antes, al interventor Sández le pedí que levantara la plazoleta del periodista.
Durante la gestión del escribano Tito Ángel le pusimos el nombre de José Luis Cabezas a una calle de Tartagal y cada año organizo allí el agasajo para los movileros.
Ahora son muchos más los chicos que hacen este trabajo pero en definitiva, todo tiene el objetivo último de unir a los trabajadores de los medios de comunicación, algo que por cierto no resulta nada fácil. Los celos y las cuestiones políticas no permiten que haya una verdadera unión.