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Un “cavalieri” italiano aquerenciado en el pueblo de El Galpón

Ernesto Clérico, condecorado por la República de Italia 
Domingo, 23 de julio de 2017 01:11

Hace medio siglo, los pueblos de El Galpón y Metán fueron sorprendidos por la muerte de don Ernesto Clérico, acaecida el 5 de junio de 1967. Se trataba de un italiano vastamente conocido en la provincia. 

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Hace medio siglo, los pueblos de El Galpón y Metán fueron sorprendidos por la muerte de don Ernesto Clérico, acaecida el 5 de junio de 1967. Se trataba de un italiano vastamente conocido en la provincia. 

Clérico había llegado a Salta en 1934 como perito del Banco de la Nación y a poco vislumbró el promisorio futuro que podría tener en El Galpón con el cultivo del arroz. Y así fue que sin dar muchas vueltas decidió radicarse definitivamente en esa localidad, donde los frailes franciscanos celebraban anualmente con gran fervor, la fiesta en honor a San Francisco Solano. 

De Italia, don Ernesto había llegado a los 18 años. Allá en el pueblito piamontés de Arborio, su suelo natal, había dejado a sus padres don Pedro Clérico y doña Severina Gronda.

A poco, El Galpón lo enamoró definitivamente y a esa, su tierra adoptiva, le entregó sus mejores afanes y esfuerzos, alternando las tareas rurales con las mercantiles. Y así fue que junto a su hermano Antonio, se transformaron en uno de los pioneros del cultivo del arroz en Salta.

Larga fue su lucha en los campos de El Galpón para afianzar un futuro que cada vez se les presentaba más claro y promisorio. Así es que con Antonio constituyeron la firma Clérico Hermanos, radicada en Metán. En 1938, poco antes que se declarara la Segunda Guerra Mundial, los hermanos tomaron una acertada decisión, importar las máquinas que les permitió instalar en El Galpón el recordado “Molino Arrocero Armonía”, planta que comercializaba el arroz “Real Arborio”, nombre del pueblo natal de los Clérico, ubicado en la Región del Piamonte, en la Provincia Vercelli.

La visión que tenían los hermanos Clérico sobre el cultivo del arroz, los llevó, hace ya 60 años, a cultivar en El Galpón 1.200 hectáreas de ese cereal, además de poroto, garbanzo, trigo y alfalfa.

Llegada la posguerra, el 20 de mayo de 1948, don Ernesto se casó con doña Eva Drago y de ese matrimonio nacieron Magdalena y Leonardo.

A principio de los años 50, los Clérico resolvieron diversificarse e iniciarse en la ganadería introduciendo de EEUU el primer plantel de toros Santa Gertudris. Años después, en 1955, constituyeron Taurus SRL, firma que en la ciudad de Salta levantó un elegante edificio en San Martín y Pellegrini, esquina que fue sede de la agencia automotriz italiana Fiat y de los tractores Fiat Someca.

Viaje a Italia

En 1960 la familia de Ernesto Clérico viajó a Italia con la intención de traer a sus padres a la Argentina. Al principio le costó convencer a don Pedro, su papá, pero finalmente todos se embarcaran rumbo a la América. Pero don Pedro no soportó la travesía y falleció poco antes de arribar al puerto de Buenos Aires. Quizá la pena de dejar su pueblito del Piamonte italiano pudo más. 

Condecoración

Era 1962, y en reconocimiento por su obra realizada como italiano radicado fuera de la patria, el gobierno de Italia le concedió a don Ernesto Clérico una condecoración consistente en una medalla de oro y un diploma, declarándolo “Cavalieri de la Orden de la República de Italia”. Desde entonces pasaron cinco años de prosperidad hasta que en 1967, don Ernesto fue sorprendió por la muerte a los 55 años, cuando todos sus emprendimientos gozaban de una vigorosa prosperidad. Por entonces, en El Galpón, ya había 4 mil hectáreas cultivadas con 40 kilómetros de canales de riego. Su muerte también sorprendió a los frailes franciscanos quienes consideraban a don Ernesto “un franciscano más”, según decía el P. Zangrilli. Es que había sido un gran colaborador de las obras franciscanas en el chaco. 

Don Ernesto falleció cuando Cabra Corral estaba en construcción, ignorando que esa obra que tanto apoyaba, terminaría con sus arrozales al hacer variar -según estudios- la calidad del agua del Juramento. 

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