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Fue vendida por una partera y ahora busca a su familia biológica en el norte

Verónica Martínez tiene 32 años y vive en Córdoba, hace 9 años se enteró que fue adoptada tras la maniobra de una mujer que actuó en la trata de bebés durante 30 años. Ella quiere conocer sus orígenes.
Domingo, 23 de julio de 2017 01:16

“Quiero reconstruir el rompecabezas, de dónde vengo, cómo fue el día en que nací y qué pasó. Además, si tengo hermanos”. La frase corresponde a Verónica Martínez, una cordobesa de 32 años, quien llegó hasta Salta para ver si encuentra a su familia biológica.

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“Quiero reconstruir el rompecabezas, de dónde vengo, cómo fue el día en que nací y qué pasó. Además, si tengo hermanos”. La frase corresponde a Verónica Martínez, una cordobesa de 32 años, quien llegó hasta Salta para ver si encuentra a su familia biológica.

Ella, junto a decenas de personas, fue víctima de Mafalda Espina de Journade, una partera que entre 1959 y 1991 se dedicó a entregar recién nacidos de forma clandestina. Los bebés nacían en el consultorio de esta mujer, ubicado en el barrio General Paz de Córdoba, e inmediatamente eran separados de la madre biológica y los vendía a otras familias. 

Recién a los 23 años Verónica logró que su mamá de crianza le dijera que ella era adoptada, y desde ese momento comenzó un largo camino, lleno de lucha y esperanza. Esto la trajo por estos días al norte del país, donde esperaba encontrar una pista sobre sus raíces.

Hace tres años, la chica se sumó al grupo Herman@s y Madres del Alma, donde todos buscan la identidad que le robaron. “Algunas ya estábamos buscando solas y gracias a las redes sociales nos fuimos encontrando. Entre nosotros nos contenemos”, aseguró. El grupo está formado por 52 personas, entre ellas 8 madres. Todos tienen cosas en común: la búsqueda de respuestas y una partera que les cambió el rumbo de sus vidas.

Trabajan junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Archivo Patrimonial de Córdoba.

El 16 de abril de 1985 Verónica vino al mundo en la casa de la partera, o por lo menos eso dice la partida de nacimiento que le mostró su mamá de crianza. “Logré que mi mamá me confirmara el nombre de la mujer, de donde me dijo que me buscó. Ella cuenta que la mujer le relató la historia de que mi mamá biológica era muy joven y no se podía quedar conmigo. Yo después deduzco que a todos nos dijeron lo mismo”, afirmó la joven, que vive en Villa María.

Tiene una mirada dulce y recuerda: “De niña siempre pensé que era adoptada. No era parecida a ellos, no tenía hermanos, había como una distancia y mucho silencio”.

Consultada sobre cómo es la relación con su madre de crianza, aseguró: “Fue mejorando. Los silencios hacían ruido”. La preocupación es que en las familias todos ya se están poniendo grandes: padres adoptivos, tíos, primos y nadie aporta datos.

Verónica cuenta que fue terrible el día que se enteró que era adoptada. Su madre estaba triste porque habían fallecido su padre y su madre. La madre no dio más y le dijo que le quería contar un secreto, y le reveló que era adoptada. Cuando Verónica indagó a su madre sobre si ella también era adoptada, la madre le dijo un sí rotundo.

“No hacemos denuncias. Primero porque la partera está muerta, y segundo porque hoy son casos privados, no públicos, o sea que ya prescribieron, porque al hacer una denuncia iríamos contra nuestros padres. Y en mi caso no tengo interés de hacer eso”, concluyó.

Una mujer que dejó muchas heridas 

Mafalda Espina de Journade falleció en 2012 y las causas en su contra quedaron truncas.

Mafalda Espina de Journade era el nombre de la partera que entregó niños a cambio de dinero en Córdoba y dejó un número no calculado de personas sin identidad. 

Verónica Martínez describe la labor de la partera como “trata de bebés”. De acuerdo a reconstrucciones que realizan, la mujer atendía partos en su consultorio y después terminaba vendiendo a esos chicos. “Los vendía a nuestras familias, nosotros fuimos comprados”, señaló.

Lo peor para las personas que van tras los rastros de sus raíces es que la mujer murió en 2012, y las denuncias contra Mafalda quedaron truncas y en un limbo.

Ella atendía en su casa en el barrio General Paz de Córdoba. Estiman que hizo estos trabajos entre el ’59 y el ’91. “Entre esos años ella fue haciendo entrega de niños, no sabemos con qué frecuencia. Ella estaba habilitada y tenía matrícula para ser la partera, pero se dedicó a quitarle los niños a las mamás o quedárselos y entregárselos a otras familias”, afirma con dolor la joven.

La mujer fue denunciada en 1976, y un año después fue apresada y permaneció un tiempo presa. El expediente de la detención está caratulado como aborto, sin embargo en el interior se señala que la mujer fue a abortar, pero en realidad tuvo a su bebé. Esa madre murió y Journade declaró que entregó el bebé a otra familia. 

“Como teníamos el nombre de la familia, y justo correspondía a una de las chicas del grupo, esa fue nuestra primera restitución”, contó Verónica.

Conocé cómo podés aportar información

Las personas que quieran aportar algún dato que sirva para que aquellos que nacieron en la clandestinidad puedan encontrar a su familia deben ingresar a la page de Facebook “Hermanas y Madres Del Alma Mafalda Journade partera”.
Allí podrán afrontar información para que este grupo conformado por 52 personas comience a encontrar respuestas a tantos años de silencios y de vivir con una identidad prestada. 
También pueden comunicarse con las líneas de teléfono: 0353 155635109 o bien al 0351 155959594.
Por comentarios que recibieron las personas, muchos de ellos tendrían sus padres biológicos en el norte del país, pero sin tener pistas firmes se les hace cada vez más difícil la búsqueda.
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