La Gran Feria Gastronómica Regional fue un éxito. El encuentro organizado por la Municipalidad de la Ciudad de Salta tuvo finalmente una amplia convocatoria y a todo sol.
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La Gran Feria Gastronómica Regional fue un éxito. El encuentro organizado por la Municipalidad de la Ciudad de Salta tuvo finalmente una amplia convocatoria y a todo sol.
Al menos tres mil personas, según la gente de la Secretaría de Turismo, se llegaron ayer al mediodía hasta la plaza Alvarado para disfrutar de la mejor gastronomía local. Fueron 81 los puestos de la gran fonda que se armaron frente al natatorio Juan Domingo Perón.
"Esta es la segunda edición que realizamos desde Turismo municipal. El principal objetivo de este encuentro es brindarle a los turistas una opción de domingo para que se queden en la ciudad y disfruten tranquilamente de comida y música. Y además brindamos una opción a nuestros cocineros de trabajar y vender", dijo el director general de Turismo Social comunal, Sergio Oliver Calvet.
Desde las 10 estuvieron listas las mesas para los que llegaron temprano y la gran fonda duró hasta las 17 inclusive. En el escenario actuaron Los Chiretes, Los Que Cantan, Crisol Folk y Mariana Gutiérrez, entre otros.
"La buena noticia es que tenemos la ciudad colmada de turistas. Este fin de semana fue el fuerte y hoy está todo lleno. Es en ese contexto que brindamos un atractivo más para que nuestros visitantes no tengan la necesidad de irse al interior, sino quedarse en la tranquilidad de la ciudad", dijo el subsecretario de Planificación y Desarrollo de Eventos Turísticos Municipal, Jonathan Kira.
Cabe destacar que, a diferencia de eventos previos, la feria no tuvo la modalidad de concurso, aunque sí tuvieron la capacitación municipal en cuanto al cuidado y manipulación de los alimentos para los participantes, con los certificados correspondientes.
Sin embargo, no todas son buenas, porque faltó un detalle: hubo muy poca difusión de un encuentro gastronómico que estuvo bien organizado.
"Estamos disfrutando de la comida, la gente y los paisajes. Pero queremos dejar el aporte que encuentros como estos deben tener mayor difusión", dijeron los Papparelli, que llegaron desde Mar del Plata.
En los puestos hubo de todo lo que siempre se come, aunque se debe destacar que muchos de los cocineros están ampliando horizontes y están comenzando a comercializar productos que antes solo se comían en las mesas familiares.
El Tribuno salió a degustar esos platos que ante turistas son presentados como "exóticos", pero que cualquier salteño se crió con ellos.
"El lechón tiene que ser de 9 kilos. Yo lo adobo la noche anterior con ajo, ají molino y comino; nada más. Luego serán 2 horas de horno lento", dijo Rubén Reartes, que llegó desde El Carril y que vende el manjar en el comedor Valentina.
Juana Flores estuvo con sus ollas gigantes haciendo estragos con su cazuela de cordero, estofado de costillas, guiso de lentejas y picante de panza. Es la recomendada del Paseo de la Familia, puesto 19.
"Yo al locro no le mezquino las carnes. Y el zapallo es clave, tiene que ser bien amarillo. Yo lo hago como si fuera para la familia y se vende siempre", dijo Marina, que es del barrio La Loma, pero que vende en la avenida Houssay, en la entrada al Parque del Bicentenario.
"La panza tiene que estar bien hervida y sin grasa ni olor. Se la debe picar a mano y armar las empanadas sin papas y sin comino. Ahora recién los turistas se están animando a comerlas, cuando ven a los salteños que se desesperan por las empanadas de mondongo", dijo Etelvina Montes, de la Posta de Yatasto 1001. "Yo digo que el postre salteño es el cayote con nuez; no hay otro. Ahora bien, el secreto está en el dulce. El cayote debe ser rubio y en hebras, ese es el mejor", recomendó el gran cocinero de postres salteños Miguel Ángel Cabezas, del popular barrio Castañares.