Con el 80 por ciento del plantel requerido por el DT Duilio Botella y las expectativas renovadas por el renacer de un nuevo proceso, el reformulado Gimnasia y Tiro dio ayer el puntapié inicial del segundo ciclo del estratega tandilense al frente del equipo.
La templada y agradable jornada matinal en el Gigante del Norte no contrastó para nada con el microclima que se respiraba en la Vicente López, invadido por una atmósfera de optimismo en cada uno de los protagonistas, desde los dirigentes, que rompieron el hielo de la mañana con la presentación de rigor y las palabras de bienvenida a cargo del titular de la subcomisión de fútbol, Juan Carlos Ibire, pasando por el cuerpo técnico, que emanó su primera oratoria motivadora, y culminando en los futbolistas, nuevos en su mayoría, que escucharon con atención cada directiva impartida, como un alumno colmado de expectativas y ávido de aprendizaje.
Tras el breve preámbulo, entró en escena el preparador físico del plantel, Ignacio Menchón, quien no dio margen de tiempo ni para acomodarse las canilleras: el profe puso en marcha las mediciones físicas, con exigentes trabajos de resistencia, potencia y velocidad.
Alrededor de tres horas duró la exigente primera jornada, a la que no quiso faltar casi nadie. De hecho, estuvieron presentes en la inauguración 11 de los 14 refuerzos que pretende Botella para terminar de conformar el plantel: los arqueros Mauro Leguiza y Damián Cebreiro; los defensores Juan Barreña, Nelson Ibarlucea, Jonathan Hereñú y Pablo Agüero; los mediocampistas Mauricio Scaglia, Maximiliano López y Nicolás López Macri; más los atacantes Miguel Ángel Alba y Luis Abel Rivero.
Además, no faltó ninguno de los sobrevivientes del plantel anterior: el guardavallas Facundo Abraham; los defensores Álvaro Cazula, Fabio Giménez y Julio Villarino; los volantes Pablo Motta, Fausto Apaza y Diego Pascuttini; y el delantero Lautaro Ceratto. Y, de yapa, la agradable sorpresa del primer día tuvo que ver con el regreso de Nicolás Issa. Tras su intervención quirúrgica cardíaca voluntaria, el salteño la seguirá peleando, como sabe hacerlo, para ganarse un lugar.
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Con el 80 por ciento del plantel requerido por el DT Duilio Botella y las expectativas renovadas por el renacer de un nuevo proceso, el reformulado Gimnasia y Tiro dio ayer el puntapié inicial del segundo ciclo del estratega tandilense al frente del equipo.
La templada y agradable jornada matinal en el Gigante del Norte no contrastó para nada con el microclima que se respiraba en la Vicente López, invadido por una atmósfera de optimismo en cada uno de los protagonistas, desde los dirigentes, que rompieron el hielo de la mañana con la presentación de rigor y las palabras de bienvenida a cargo del titular de la subcomisión de fútbol, Juan Carlos Ibire, pasando por el cuerpo técnico, que emanó su primera oratoria motivadora, y culminando en los futbolistas, nuevos en su mayoría, que escucharon con atención cada directiva impartida, como un alumno colmado de expectativas y ávido de aprendizaje.
Tras el breve preámbulo, entró en escena el preparador físico del plantel, Ignacio Menchón, quien no dio margen de tiempo ni para acomodarse las canilleras: el profe puso en marcha las mediciones físicas, con exigentes trabajos de resistencia, potencia y velocidad.
Alrededor de tres horas duró la exigente primera jornada, a la que no quiso faltar casi nadie. De hecho, estuvieron presentes en la inauguración 11 de los 14 refuerzos que pretende Botella para terminar de conformar el plantel: los arqueros Mauro Leguiza y Damián Cebreiro; los defensores Juan Barreña, Nelson Ibarlucea, Jonathan Hereñú y Pablo Agüero; los mediocampistas Mauricio Scaglia, Maximiliano López y Nicolás López Macri; más los atacantes Miguel Ángel Alba y Luis Abel Rivero.
Además, no faltó ninguno de los sobrevivientes del plantel anterior: el guardavallas Facundo Abraham; los defensores Álvaro Cazula, Fabio Giménez y Julio Villarino; los volantes Pablo Motta, Fausto Apaza y Diego Pascuttini; y el delantero Lautaro Ceratto. Y, de yapa, la agradable sorpresa del primer día tuvo que ver con el regreso de Nicolás Issa. Tras su intervención quirúrgica cardíaca voluntaria, el salteño la seguirá peleando, como sabe hacerlo, para ganarse un lugar.
Pasando en limpio, acá están, estos son:
Los que llegaron
Mauro Leguiza (Arquero)
Damián Cebreiro (Arquero)
Juan Barreña (Defensor)
Jonathan Hereñú (Defensa)
Pablo Agüero (Defensor)
Nélson Ibarlucea (Defensa)
Mauricio Scaglia (Volante)
Maximiliano López (Volante)
Nicolás López Macri (Volante)
Luis Abel Rivero (Delantero)
Miguel Ángel Alba (Delantero)
Alejandro Toledo (Delantero)
Nicolás Issa (Volante)
El que llegará
Gabriel Zuvinikar (Defensor)
Los que siguen
Facundo Abraham (Arquero)
Álvaro Cazula (Defensor)
Julio Villarino (Defensor)
Fabio Giménez (Defensor)
Fausto Apaza (Volante)
Pablo Motta (Volante)
Diego Pascuttini (Volante)
Lautaro Ceratto (Delantero)
Los juveniles
Agustín Herrera (Defensor)
Matías Macoritto (Defensor)
Luciano Herrera (Delantero)
Fabricio Aguirre (Volante)
Juan Pablo Pereyra (Delantero)
Los que se fueron
Darío Sand (Arquero)
Esteban Dei Rossi (Arquero)
Facundo Vega (Defensor)
Matías Villavicencio (Defensor)
Pablo Bárzola (Defensor)
Federico Rodríguez (Defensor)
Fernando Labaké (Defensor)
Iván Sequeira (Defensor)
Alexis Bulgarelli (Volante)
Osvaldo Young (Volante)
Daniel Ramasco (Volante)
Agustín Bellone (Volante)
Ezequiel Saavedra (Volante)
Daniel Carrasco (Volante)
Nicolás Aguirre (Delantero)
Juan Martín Amieva (Delantero)
Agustín Sanfilippo (Delantero)
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