El intendente de Colonia Santa Rosa, Dr. Mario Guerra, se refirió públicamente ayer al prolongado conflicto que mantiene paralizado a dicho municipio y afirmó que "el paro no tiene sentido. Todo esto es una verdadera puja política".
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El intendente de Colonia Santa Rosa, Dr. Mario Guerra, se refirió públicamente ayer al prolongado conflicto que mantiene paralizado a dicho municipio y afirmó que "el paro no tiene sentido. Todo esto es una verdadera puja política".
Guerra, médico de profesión, se vio impelido a salir a aclarar la situación financiera de la comuna que administra tras el comunicado de los afiliados al gremio UPCN, quienes informaron ayer que dos de sus agremiados comenzaron una huelga de hambre por tiempo indeterminado.
Efectivamente, un hombre y una mujer, ambos jóvenes y de buen aspecto, amanecieron encadenados a unas sillas dispuestas a las puertas de al comuna norteña y portando carteles de mano con la leyenda "huelga de hambre".
Alrededor del mediodía, se hizo presente en el lugar una enfermera que les controló los signos vitales y les dio algunas indicaciones para prevenir que vayan a sufrir algún tipo de descompensación.
Luego, el cuestionado jefe comunal dijo que "el pueblo debe saber que a pesar de llevar casi 40 días de paro yo ya he pagado más de 7 millones de pesos en sueldos y que los trabajadores municipales nunca dejaron de cobrar".
Y aclaró: "Lo que sucede es que yo no voy a permitir aprietes como el que quiere hacerme el gremio de UPCN, que me está exigiendo que les informe a ellos sobre cualquier movimiento interno que realice dentro de la estructura municipal. Ese pedido está totalmente fuera de lugar", indicó Guerra.
El intendente también sostuvo que "no todos los trabajadores están de paro. Son muchos lo que siguen trabajando normalmente. Además, ahora los que hacen paro no quieren que les descuenten los días no trabajados, cosa que me parece totalmente injusta para quienes trabajaron al servicio de la comunidad todo este tiempo".
"Estoy cansado de los putos. Esto es puramente un capricho gremial", sostuvo el intendente en declaraciones a la prensa luego de anunciar que ya se había abonado el sueldo de junio con los aumentos correspondientes y el aguinaldo. ¿Qué más quieren? se preguntó Guerra de forma retórica.
Magras arcas municipales
Más adelante, el intendente informó que solamente el 22% de la población paga impuestos municipales, que rondan entre los $28 y los $32, por lo que la totalidad de los ingresos municipales están destinados al pago de sueldos.
Guerra reconoció que se reunió con el jefe de Gabinete, Carlos Parodi, quien ofreció como mediador a funcionarios del Ministerio de Economía ya que "hay un desgaste propio de la negociación". Parodi también dialogó con los responsables de UPCN porque realizan "pedidos gremiales que no corresponden".
A mediados de junio, los afiliados a UPCN comenzaron una medida de fuerza reclamando que el intendente cumpla con lo acordado en un acta firmada en abril, respecto de los aumentos a otorgar por la comuna en los sueldos del personal. El acuerdo preveía que junto a los sueldos de mayo el personal vería incrementado su sueldo básico en un 16% respecto del año pasado, lo que no se cumplió.
Negociación empantanada
Al respecto, el intendente Guerra manifestó en su momento que las arcas municipales no estaban en condiciones de otorgar dicho aumento y realizó una contraoferta de una suma fija, lo que fue rechazado por los gremialistas.
Desde entonces la negociación se empantanó, a pesar de haberse desarrollados varias audiencias de conciliación en la sede del Ministerio de Trabajo de la Provincia.
Ayer, al tiempo que dos empleados se encadenaban y comenzaban una huelga de hambre, Guerra salió a los medios a aclarar su postura. Lo que el jefe comunal no reconoció es que a los sueldos y aguinaldos los terminó de pagar el día anterior
Lo curioso fue la acusación que hizo pública Guerra de que UPCN pretende controlar los movimientos de personal dentro de la estructura y que los afiliados a ATE siguen trabajando normalmente.