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Un expediente de plomo, sangre y dólares es el del sicariato de Orán

Los detalles de la operación limpieza son realmente espeluznante. Aún faltan eslabones clave.Son ocho los detenidos, dos de ellos tucumanos, tres salteños, dos oranenses y el “Patrón”.
Viernes, 28 de julio de 2017 00:00

Fuentes ligadas al expediente penal que se ventila en las Fiscalía Penal 2 de Orán develaron ayer algunos detalles casi novelescos y terroríficos acerca de los movimientos de dinero, armas y personas, y la compra de voluntades, aún no investigada a fondo.

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Fuentes ligadas al expediente penal que se ventila en las Fiscalía Penal 2 de Orán develaron ayer algunos detalles casi novelescos y terroríficos acerca de los movimientos de dinero, armas y personas, y la compra de voluntades, aún no investigada a fondo.

De las escuchas que se encuentran ya en el expediente, caratulado como homicidio doblemente calificado, prima facie y tentativa de homicidio doblemente calificado en perjuicio de Raúl Martínez (fallecido) y Ricardo Gerónimo (vive) se desprende que el narco supuestamente detenido en una cárcel pero que en realidad se hallaba en una dependencia de la localidad de Cerrillos se hacía llamar el "Patrón", y todas sus órdenes se ejecutaban a través de esta clave.

Trascendió que el mismo supuestamente llamó al hospital de Orán pocos minutos después de que la vivienda de Ricardo Gerónimo fuera visitada por el "Payaso" y otro sicario, quienes descargaron sobre la humanidad de Gerónimo un total de seis tiros acertados, que le ingresaron por el tórax, la espalda, las nalgas, la ingle y le dañaron seriamente los testículos ,mientras otros 15 quedaron estampados en la puerta, la pared y las rejas de su domicilio.

Minutos después los tres sicarios confluyeron en el hospital San Vicente de Paul para visitar a su amigo herido, pero la férrea resistencia del personal impidió otra balacera.

Quedó probado que a la recepción del hospital llamó un familiar inexistente para preguntar la gravedad de la heridas recibidas por la vendetta narco.

Tras el fallido asesinato de Ricardo Gerónimo, el lugarteniente de Rojas, alias el "Patrón" tuvo una conferencia telefónica nocturna en la que le solicita permiso para contratar tucumanos para la ejecución de Martínez.

La policía logró dar con los domicilios de Martín "Pájaro" Castillo, quien recibe armas de un tal Sarmiento, que habían sido alquiladas en Jujuy y transportadas por una mujer a Salta.

De esas escuchas se advierte que el pagador de los servicios de los sicarios resultaría ser un tal Cristian Gabriel Palavecino, quien al parecer no les pagó a los sicarios salteños y sí a los tucumanos, que le quitaron la vida a Raúl Lalo Martínez en la vía pública.

El crimen de Martínez se realizó como lo solicitó el "Patrón", es decir con resultados a la vista.

De este hecho quedó casi probado que se trató de la mano del tucumano Castillo, alias pájaro, quien habría cobrado adelantado 4.000 dólares y el resto del dinero cuando se retiraron de la ciudad de Orán.

Las escuchas y la investigación posterior de los cruces de llamadas dieron como resultado que la banda de Rojas estaba desmantelada y recurrió a mano de obra extraña, la que finalmente lo incriminó.

Ayer en la fiscalía penal de Orán fueron imputadas de diversos delitos las siguientes personas:

Raúl Ricardo Rojas, alias el "Coya", conocido en el ambiente como el "Patrón".

Norberto Roque Mendoza "Payaso".

Enzo Javier Quiroga, alias el Jujeño.

Francisco Sarmiento; Daniela Liborio y Nicolás López

Además están imputados los tucumanos Miguel Flores y el supuesto sicario Martín Pájaro Castillo. Además se supo que la banda del Coya Rojas, actualmente desmembrada, manejaba una cantidad no cuantificada de bagayeros, quienes transportaban desde Bolivia diversas mercancías y en algunos de esos viajes trasladaban la cocaína que enviaba un famoso cártel de la frontera, la cual ingresaba al país "asegurada" por la palabra del Patrón.

Trascendió que las llamadas entre el Patrón y luego sus víctimas fueron constantes, lo que demuestra que entre ellos se conocían bastante, tanto que fuentes de la investigación sugirieron que se trataba de la misma banda, que delación de por medio se fracturó.

La más claro que dejó la investigación es que los atentados que conmocionaron a Orán surgieron desde una comisaría de Cerrillos, que albergó hasta hace unos días al pequeño "Patrón del mal" criollo.

 

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