“Hoy nos toca vivir un cambio de época, Y el modo de reflejar a Dios padre exige tener la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios”. Julio Raúl Méndez celebra hoy sus cuarenta años como sacerdote. Fue ordenado en la Catedral Basílica por monseñor Carlos Mariano Pérez el 29 de julio de 1977. Es docente e investigador universitario, miembro ordinario de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino de la Santa Sede. Se desempeña como capellán externo de la iglesia del Buen Pastor y colabora en la Catedral Basílica.
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“Hoy nos toca vivir un cambio de época, Y el modo de reflejar a Dios padre exige tener la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios”. Julio Raúl Méndez celebra hoy sus cuarenta años como sacerdote. Fue ordenado en la Catedral Basílica por monseñor Carlos Mariano Pérez el 29 de julio de 1977. Es docente e investigador universitario, miembro ordinario de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino de la Santa Sede. Se desempeña como capellán externo de la iglesia del Buen Pastor y colabora en la Catedral Basílica.
Celebrará la misa de aniversario mañana a las 10 en la iglesia del Buen Pastor, a las 12 en la Catedral y a las 20 en la parroquia Nuestra Señora del Valle.
¿Qué lo llevó a ser cura?
Desde chico participé en actividades pastorales. Me atraía profundamente la filosofía, la teología y el riquísimo pensamiento social de la Iglesia. Estudiaba Derecho y Filosofía, pero sentía que me faltaba algo. Descubrí mi vocación por contribuir al encuentro del hombre con Dios. Entrar al seminario fue “quemar las naves”. Y fue decisivo un retiro espiritual, cuando me pregunté si este sendero me haría sentir pleno. Luego de cuarenta años, me siento pleno y feliz.
¿Cuál es el rol de sacerdote en la sociedad contemporánea?
El mandato de Jesucristo nos envía a llevar su presencia entre la gente. Yo tomé como lema de mi vocación sacerdotal una cita de San Juan, en la que Felipe, uno de los discípulos de Jesús, le pide: muéstranos al Padre, y con eso nos basta. Es el pedido de las personas, que buscan a Dios. y Jesús le responde: “El que me ve a mí, ve al padre”.
Un desafío difícil.
Difícil, pero siempre hermoso. Tocamos el nivel más alto y más profundo de la existencia humana. Es aquello que el hombre no puede darse a sí mismo. No es un servicio más. Es algo divino. La esencia del sacerdocio es hacer presente humanamente algo que no es humano, es divino. Y es difícil dar la talla.
Dios escribe derecho con líneas torcidas.
Él pone lo que nos falta de talla. Los curas tenemos que dar todo; del resto se ocupa el Señor.
Durante su trayectoria, nunca cultivó un perfil apolítico.
Al hablar del hombre, la Iglesia habla de la paz, de la familia, del desarrollo. Son los mensajes históricamente cristianos. Y brinda una mirada transformadora, revolucionaria. Yo trato de plasmarlo como educador y como sacerdote. La doctrina social de la Iglesia brinda una perspectiva extraordinaria sobre el hombre y su realidad.
El mundo occidental muestra hoy un rebrote notable de lo religioso, al tiempo que prevalece una mirada laica de la sociedad.
Es valiosísimo en este punto el diálogo entre el filósofo alemán Jürgen Habermas (figura central de la escuela de Frankfurt) y el entonces cardenal Joseph Ratzinger. Coinciden en que las raíces de lo que hoy llamamos “derechos humanos” están en el cristianismo. El problema de fondo consiste en dilucidar qué va a pasar con ese árbol si le cortamos las raíces cristianas, si seguirá brindando frutos de libertad, de democracia, de derechos humanos. El abandono de los principios cristianos se suele traducir en restricciones dolorosas a la libertad.
El proyecto de libertad religiosa que ingresó al Congreso ha generado críticas y suspicacias
Conozco el trabajo. Lo que se busca con esa ley es avanzar en la línea del nuevo Código Civil que ha reconocido la personería de las instituciones de naturaleza religiosa, sin necesidad de convertirse en sociedad civil. Yo creo que es un paso importante. Hay quienes se oponen porque son “laicistas” en el sentido más rígido. Quieren excluir a la religión de la vida de la sociedad. La ven como negativa y eso no es respetuoso de la libertad ni ofrece una mirada realista del mundo actual.
Preocupa la objeción de conciencia.
El ejercicio de la objeción de conciencia tiene fundamento jurídico. Algunas versiones de tono crítico son solo una forma de encubrir otras intenciones, apelando al ridículo.
¿Y si un médico se negara a realizar un aborto no punible?
Eso está previsto perfectamente en la legislación. Nadie puede obligar a un médico a hacer un aborto. Pero eso no depende de esta ley. Científicamente, está demostrado que desde la concepción existe la vida humana. Una nueva persona. Por eso las asociaciones médicas del mundo, siempre han señalado que el aborto no pude considerarse propiamente un acto médico. No es un acto terapéutico sino una privación de la vida. El juramento hipocrático incluye la negativa al aborto.
¿Se puede obligar a una madre a continuar un embarazo contra su voluntad?
Eso refiere al principio de autonomía; la mujer no dispone en este caso del propio cuerpo, porque ya se ha establecido una relación con otra persona. Entonces, hay que tomar en cuenta no solo la vida ya concebida, sino el daño que un aborto produce a la mujer que lo hace. Sin duda, lo bueno es ayudar a resolver la situación, no generar un nuevo problema.
Los que objetan la educación religiosa, ¿quieren borrar a Dios y a la religión de la sociedad? Es probable que la Corte Suprema la declare inconstitucional
Pienso que va a ocurrir lo contrario. Hay razones suficientes para suponerlo. La educación religiosa se encuentra en gran parte de los países europeos y latinoamericanos. En Salta, la reforma constitucional de 1986 incorporó el artículo 14 de la convención americana de Derechos Humanos, incorporada ya a la Constitución nacional, y consagra el derecho de los padres que los hijos reciban enseñanza religiosa de acuerdo con sus propias convicciones. La que indiquen los padres. Y sobre esa base se dictaron las leyes de 1995 y 2008.
¿No es imponer una catequesis?
Los contenidos son exclusivamente conceptuales: no se trata de adoctrinamiento; no es catecismo. No es obligatoria, ni obligatoriamente católica. Los padres deciden si quieren enseñanza religiosa y dicen cuál es su creencia. La ley plantea lo que existe en la sociedad. Lo contrario es, simplemente, coartar la libertad y el derecho de los padres que quieran la educación religiosa para sus hijos. Quieren negar a Dios. Borrar la idea de Dios.
¿Francisco es un papa populista?
Occidente ya no es el eje del mundo. El futuro no está en el hemisferio norte. En el hemisferio sur somos Occidente, pero un Occidente mestizo en todo sentido. Estamos desarrollando nuestro perfil. Hoy tenemos un Papa que viene del sur, con sintonía con los nuevos movimientos humanos. Creo que a veces no es comprendido porque esta mirando mas lejos. No tengo dudas de que está buscando gérmenes de proyección, sin imponer metas, pero apuntando hacia una dirección positiva.
América Latina tiene muchos católicos, movimientos religiosos y poca fe en las instituciones.
Francisco acuñó un principio: el tiempo vence al espacio. Quien busca un espacio de poder y cree que una vez alcanzado, está completado el ciclo, se equivoca porque se ilusiona con una realidad estática. Alcanzado el poder, busca conservarlo. Pero la realidad es siempre dinámica y lo que tenga gérmenes de injusticia y sometimiento es inestable. Francisco busca abrir procesos y confía en los movimientos populares, sin canonizarlos. No es un anarquista...