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Armella: “Estaría bueno que en los clubes consigamos más apoyo para el estudio de los chicos”

Entrevista exclusiva al futbolista y candidato a concejal, Tomás Armella. 
Sabado, 29 de julio de 2017 22:57

Su figura carismática, su humildad y las campañas solidarias, que suele llevar adelante por “motu propio”, fueron las razones por las que fue convocado en la política. Tomás Armella es un chango de barrio, muy querido en el ambiente del fútbol salteño y desde hace varios años está identificado con los colores de Central Norte. De hecho, hoy será titular cuando el cuervo se presente en Tucumán, por una nueva fecha del Federal B. 
El Boby, así le dicen sus conocidos, es preparador físico y forma parte del staff de profesionales que trabaja en el Parque Bicentenario. “Dictamos clases, entrenamiento personal y funcional, trabajamos con equipos de fútbol, nos brindamos a todos los visitantes del parque que desean realizar actividad física, todo es gratuito” explicó en este mano a mano con El Tribuno, antes de contar cómo llega a ser precandidato a concejal.
Armella comenzó narrando sus últimos y complicados años. “Cuando perdimos la final contra Mitre por penales (febrero de 2015); mi esposa quedó embarazada, fue un momento duro. Toda la vida uno jugó al fútbol y esto, lo que estaba pasando con mi familia, ya era cosa seria. Comenzás a pensar qué le vas a dar de comer a tu hijo y había un período grande en el que no íbamos a cobrar. Asenté cabeza y me puse a trabajar, fui cadete. Tenía que pagar cosas del embarazo. La necesidad te lleva a muchas cosas. El fútbol siempre fue un sueño, un cable a tierra, pero también decidí estudiar la Licenciatura de Educación Física por qué no sabía cuánto tiempo más iba a jugar. Pedí ayuda a mucha gente, recibí muchos “no”, no porque no querían ayudarme sino porque no es fácil dar trabajo, ni conseguirlo, era un momento de mucha tristeza en mi vida, un momento difícil, me dio vergüenza pedir trabajo. Y un día me llamaron y me contrataron para trabajar en el Parque Bicentenario. Le agradezco mucho a esa persona. Este es mi trabajo ahora, el que le da de comer a mi familia. Acá vengo todos los días. Central Norte ya no es mi trabajo, es este. Igual a Central le debo mucho y no le pido nada al club, aunque hoy en día la plata no alcanza. Pero tampoco me desvivo por la plata”, relató.

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Su figura carismática, su humildad y las campañas solidarias, que suele llevar adelante por “motu propio”, fueron las razones por las que fue convocado en la política. Tomás Armella es un chango de barrio, muy querido en el ambiente del fútbol salteño y desde hace varios años está identificado con los colores de Central Norte. De hecho, hoy será titular cuando el cuervo se presente en Tucumán, por una nueva fecha del Federal B. 
El Boby, así le dicen sus conocidos, es preparador físico y forma parte del staff de profesionales que trabaja en el Parque Bicentenario. “Dictamos clases, entrenamiento personal y funcional, trabajamos con equipos de fútbol, nos brindamos a todos los visitantes del parque que desean realizar actividad física, todo es gratuito” explicó en este mano a mano con El Tribuno, antes de contar cómo llega a ser precandidato a concejal.
Armella comenzó narrando sus últimos y complicados años. “Cuando perdimos la final contra Mitre por penales (febrero de 2015); mi esposa quedó embarazada, fue un momento duro. Toda la vida uno jugó al fútbol y esto, lo que estaba pasando con mi familia, ya era cosa seria. Comenzás a pensar qué le vas a dar de comer a tu hijo y había un período grande en el que no íbamos a cobrar. Asenté cabeza y me puse a trabajar, fui cadete. Tenía que pagar cosas del embarazo. La necesidad te lleva a muchas cosas. El fútbol siempre fue un sueño, un cable a tierra, pero también decidí estudiar la Licenciatura de Educación Física por qué no sabía cuánto tiempo más iba a jugar. Pedí ayuda a mucha gente, recibí muchos “no”, no porque no querían ayudarme sino porque no es fácil dar trabajo, ni conseguirlo, era un momento de mucha tristeza en mi vida, un momento difícil, me dio vergüenza pedir trabajo. Y un día me llamaron y me contrataron para trabajar en el Parque Bicentenario. Le agradezco mucho a esa persona. Este es mi trabajo ahora, el que le da de comer a mi familia. Acá vengo todos los días. Central Norte ya no es mi trabajo, es este. Igual a Central le debo mucho y no le pido nada al club, aunque hoy en día la plata no alcanza. Pero tampoco me desvivo por la plata”, relató.

¿Y cómo se te cruzó por la cabeza ser precandidato a concejal?
Gustavo Serralta me invitó (es la cabeza de la lista 209 del Partido Justicialista). Lo conocí jugando al fútbol, compartimos equipo jugando en un torneo en San Luis en épocas de vacaciones; tenemos muchos amigos en común y hace bastante que me viene proponiendo esto. Y compartimos muchas ideas y creencias. A veces la gente no asume el compromiso, yo desde que comencé con las campañas solidarias asumí un compromiso con la gente, porque uno es agradecido, pasé muchas necesidades de chico. Soy una persona pública y hay que aprovecharlo para bien. 

¿Tenías relación con la política?
No, nunca fui de militar ni nada parecido, tampoco estuve afiliado a ningún partido. Pero he “mangueado” a tantas personas para hacer las campañas solidarias, y entonces decidí utilizar la política como una herramienta para trabajar para la gente. 

¿No tenés el temor de ser mal visto por meterte en la política?
La política está muy mal vista, es así, pero si uno tiene ganas de trabajar para el otro, hace política buena. La gente siempre piensa que si uno se mete en esto es para ganar más plata, ni siquiera sé cuánto gana un concejal y por ahí en el fútbol pasa lo mismo, la gente piensa a veces uno juega y dicen “está robando”. Yo, por suerte, ya tengo un trabajo y si llego a ser concejal, lo mismo tengo que ir a trabajar. 

¿Y ya sabés cémo es ser concejal?
Me asesoré y sé que hay que estar al servicio de la gente. Se trata de ayudar a solucionar los problemas de las personas, movilizarlas, darles respuestas a sus necesidades, presentar proyectos concretos. Si uno va por los barrios sabe cuál es la problemática, sabe cuáles son las esquinas en la que los chicos se drogan, que las familias se destruyen, que la educación no existe. Por ejemplo, me pongo en el lugar del vecino que tenía en el barrio Castañares, de ese que no puede estudiar porque su mamá no tiene trabajo, bueno, hay que ayudar ahí. Tuve la suerte de tener una familia tremenda y sé lo importante que es, mucha gente no lo sabe.

¿Cómo se ayuda a la gente entonces?
Debemos darle herramientas, enseñar oficios. Nuestro grupo de trabajo piensa en eso.

¿Si llegás a ver algo malo de la política, que harías?
Denunciarlo, hacerles ver a los que se equivocan que están errados. La sociedad está difícil pero también sé que el salteño es solidario.

Hiciste varias movidas solidarias, ¿cómo fueron?
La última que hicimos fue de libros, útiles escolares y ropa. La llevamos a Amblayo e Isonza. La hicimos con mi esposa y con amigos. En todas las navidades hacemos las colectas “Papá Noel sos vos”, juntamos mercadería, juguetes, artículos de la canasta navideña. Mi amigo Rodrigo Herrera se disfraza de Papá Noel y todo es para que la gente tenga algo que compartir en un momento tan emotivo en esa fecha. La última vez lo hicimos en el barrio San Ignacio. 

¿Por esto que hiciste te convocaron a la política?
Puede ser, creo que si la gente me reconoce no es precisamente por mi actuación futbolística (larga una carcajada).

Si llegás a ganar, ¿cómo vas a repartir tu tiempo entre tu trabajo, Central Norte y el Concejo Deliberante?
Uno ya está en la etapa final en el fútbol. Si llego a ser concejal seguramente dejaré de jugar (cabe recordar que si resulta electo en las PASO y en las elecciones generales, Armella asumirá en diciembre). Pero si me voy de Central Norte será con un ascenso (ríe de nuevo).

¿Qué te dijeron en el club, cómo lo tomaron?
El presidente (Héctor Defrancesco) lo tomó bien, pero para el resto es motivo de broma. Ninguno de mis compañeros me tomó en serio (otra vez risas); por ejemplo, yo opino algo y ya me dicen “buena, concejal”, viste cómo son. Los chicos nuevos que llegaron al club me mirán y deben decir, ¿quién es este? 

¿Pero te ves como ganador en las PASO y en las elecciones?
Creo que tenemos muchas chances. Pero no perdamos de vista que la cabeza es Gustavo (Serralta), yo soy el tercero de sa lista, la gente no va a ver mi foto en el voto. Y si no entro siempre voy a seguir trabajando. El deporte también es modelo de educación; mirá Carlos Tevez, salió de una villa pero el tipo habla cinco idiomas. Sin ir más lejos, Cristian Zurita habla tres idiomas y yo lo admiro, entonces el fútbol también es educación. 

¿Ya tenés proyectos en mente?
Sí, con el equipo de trabajo ya hemos pensado, tiramos ideas y las cosas que he planificado las pondré en la mesa y será una idea del equipo. En Central Norte vi que algunos chicos, por ejemplo, después de entrenar, se hacen tiempo para ir al BSPA (Bachillerato Salteño Para Adultos). Estaría bueno que en los clubes consigamos más apoyo para el estudio; retener a los chicos después de los entrenamientos. Después veré cómo es el proceso para concretarlo, pero esta es una de mis ideas.

¿Estás convencido de que la política no te va a defraudar?
No, de lo que estoy convencido es de que yo no me voy a defraudar. La política va a ser mi herramienta para ayudar.
 

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