La mañana del viernes 24 de febrero los hermanos Roberto Vicente y Liliana Angelita Serrano mantuvieron una discusión por diferencias que surgieron a raíz de un trabajo de albañilería que el hombre habría realizado en la vivienda de su hermana. De lo que a priori parecía un problema entre hermanos de pronto se transformó en un brutal ataque del albañil, quien con una maza destrozó la cabeza de la mujer. Días más tarde, Roberto confesó el crimen y ayer el fiscal Penal número 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Pablo Rivero, elevó a juicio la causa en el marco de un "homicidio calificado por ensañamiento".
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La mañana del viernes 24 de febrero los hermanos Roberto Vicente y Liliana Angelita Serrano mantuvieron una discusión por diferencias que surgieron a raíz de un trabajo de albañilería que el hombre habría realizado en la vivienda de su hermana. De lo que a priori parecía un problema entre hermanos de pronto se transformó en un brutal ataque del albañil, quien con una maza destrozó la cabeza de la mujer. Días más tarde, Roberto confesó el crimen y ayer el fiscal Penal número 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Pablo Rivero, elevó a juicio la causa en el marco de un "homicidio calificado por ensañamiento".
El fiscal Rivero requirió juicio para Roberto Vicente Serrano por el delito de homicidio calificado por alevosía en perjuicio de su hermana, Liliana Angelita Serrano, quien falleció el 27 de febrero por "traumatismo encéfalo craneano grave" tras ser agredida con una maza tres días antes. La víctima había discutido con su hermano por cuestiones vinculadas a un trabajo de construcción que el hombre le hacía.
Según la investigación realizada en la parte instructiva del caso, existen testimonios que comprometen la situación de Serrano, quien manifestó haber "matado" a su hermana, confesión que pudieron recolectar como prueba a través de mensajes de textos. Allí, el imputado señala "estar esperando que lo busque la Policía". El otro elemento relevante citado como prueba es la propia confesión del agresor, donde reconoce ser el autor del violento crimen. Dicha confesión adquiere valor acreditante dado que coincide con otras pruebas.
El fiscal considera que el medio empleado por el imputado para causar la muerte de su hermana y la cantidad de heridas que presentaba el cuerpo ponen en evidencia la violencia desmedida perpetrada contra la víctima. Por ello se evalúa procedente el agravante del ensañamiento puesto que se ocasionó un padecimiento extraordinario a la víctima en atención al dolor y la prolongación de su agonía.