Los violentos asaltos perpetrados por motochorros pueden terminar en el crimen de sus víctimas.
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Los violentos asaltos perpetrados por motochorros pueden terminar en el crimen de sus víctimas.
El riesgo de perder la vida o ser gravemente herido está siempre latente ya que el delincuente, al "tironear" de una cartera, un bolso al hombro, una bandolera cruzada de lado a lado, una mochila, o un celular en la mano, puede terminar arrastrando a la víctima por el suelo, en el caso de que ésta ejerza resistencia, o provocándole una caída fatal.
Claudia Durán había cumplido 30 semanas de gestación, cuando fue asaltada por motochorros que al tironear de su cartera provocaron que cayera de panza al suelo. La arrastraron varios metros hasta que lograron despojarla de sus pertenencias. La criatura murió en su vientre. A la joven tuvieron que operarla de urgencia y estuvo al borde de la muerte ya que sufrió una coagulopatía. Afortunadamente superó el cuadro, recibió el alta médica y hoy se recupera en su hogar.
De los delincuentes que provocaron el deceso del bebé nada se sabe.
Salvando las distancias de los episodios, el caso es similar al de Carolina Píparo. Casi siete años atrás, la mujer, embarazada de nueve meses, fue a un banco en la ciudad de La Plata. Al llegar a su casa motochorros le robaron y le dispararon. La joven fue sometida a una cesárea de urgencia por la que nació su bebé Isidro, quien permaneció en grave estado durante una semana hasta que murió. Cuando se realizó el juicio, el debate se centró en el pedido del abogado de Carolina, quien sostuvo que el tribunal debía considerar la figura de "brutal homicidio" para referirse a Isidro y agravar la pena de los siete acusados. Cinco de ellos fueron condenados a prisión perpetua y los otros dos absueltos, pero en 2015, magistrados del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires redujeron las penas a 23 y 25 años.
La primera muerte provocada por motochorros en la capital salteña fue la de Sara Enríquez. El 8 de noviembre de 2012, a las 20.15, la mujer caminaba por la avenida Suecia, entre Checoslovaquia y Dinamarca, cuando motochorros le robaron la bandolera. La mujer cayó y golpeó su cabeza contra el cordón. Tres días después, murió.
Alejandro Ubaldo Marín y Hernán José Vilca, los atacantes, fueron condenados a 10 años de prisión.
Otro de los casos emblemáticos, por la gravedad, fue el de Jissel Salva, la joven embarazada de ocho meses que fue atacada el 25 de diciembre de 2013 en Orán, cuando circulaba en una moto.
Tras el ataque de los motochorros su bebé, Baltazar, se salvó de milagro. Ella quedó parapléjica.