En 2010, inmerso en el ambiente alicaído de una empresa de videojuegos que estaba dando estertores, Gabriel Lucero (41) tuvo su epifanía y creó a Viviana Sarnosa. El personaje parodia el serpentario del espectáculo porteño y hace furor desde Twitter, donde tiene más de 553 mil seguidores.
Después, para ampliar su universo ficcional, Lucero reversionó inolvidables escenas de filmes icónicos como “Esperando la carroza” (1985) y “Un novio para mi mujer” (2008) y cuando la demanda popular lo amerita anima a personajes famosos para registrar momentos polémicos y que han monopolizado las conversaciones en el transporte público, los ámbitos laborales y los almacenes barriales. Por ejemplo, reversionó la visita de Luciana Salazar a Susana Giménez para contar cómo había contratado los servicios de una madre subrogada, imaginó cómo Rocío Oliva, Giannina Maradona y el propio Diez resolvían sus conflictos por el fuego cruzado de audios amenazantes ante la Dra. Polo de “Caso Cerrado” y nos proporcionó la experiencia de ser vouyeur en el cuarto de los ex Fabián Cubero y Nicole Neumann.
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En 2010, inmerso en el ambiente alicaído de una empresa de videojuegos que estaba dando estertores, Gabriel Lucero (41) tuvo su epifanía y creó a Viviana Sarnosa. El personaje parodia el serpentario del espectáculo porteño y hace furor desde Twitter, donde tiene más de 553 mil seguidores.
Después, para ampliar su universo ficcional, Lucero reversionó inolvidables escenas de filmes icónicos como “Esperando la carroza” (1985) y “Un novio para mi mujer” (2008) y cuando la demanda popular lo amerita anima a personajes famosos para registrar momentos polémicos y que han monopolizado las conversaciones en el transporte público, los ámbitos laborales y los almacenes barriales. Por ejemplo, reversionó la visita de Luciana Salazar a Susana Giménez para contar cómo había contratado los servicios de una madre subrogada, imaginó cómo Rocío Oliva, Giannina Maradona y el propio Diez resolvían sus conflictos por el fuego cruzado de audios amenazantes ante la Dra. Polo de “Caso Cerrado” y nos proporcionó la experiencia de ser vouyeur en el cuarto de los ex Fabián Cubero y Nicole Neumann.
Sin embargo, nunca imaginó el huracán sin control al que le abriría la puerta con #GenteRota. Para hacer esta serie, que empezó en marzo de este año, trabaja con audios de whatsapp que por su contenido incalificable le despiertan a él la risa desenfrenada de niño. El diseñador gráfico y dibujante le dijo a El Tribuno que este encadenamiento de circunstancias se desató cuando caricaturizó un audio en el que hablaba su sobrino Marcos, de cinco años, que le mandó la abuela a Lucero y que le produjo mucha ternura. Este personaje niño “pedía” más participaciones y el artista recibió un recorte de voz memorable, que devino en “La loca de Mar Azul”, un video que corrió como reguero de pólvora entre la comunidad virtual. “Era una mujer quejándose durante y de sus vacaciones y ahí metí el personaje que había hecho de mi sobrino como si fuera el hijo de la señora. Y lo que me pareció de esa persona que estaba hablando es que era una persona rota, fuera de sí, y es lo que nos pasa seguido a todos cuando mandamos audios en ese estado. Estamos rotos, como quebrados en algún punto”, definió.
Luego invitó al público a que le enviara audios de whatsapp para animarlos. Así fueron surgiendo personajes. La loca de Mar Azul absorbió aquellas voces que cupieran a una madre multitasking, otras tantas derivó a la madre con depresión posparto, a la milennial y sus conflictos devenidos de la malacrianza, a la frívola habitante del Norte de Buenos Aires, al chino del supermercado. Y este pueblo de #GenteRota se fue completando con el loco del Mercado Libre y diversos consumidores furibundos de tanta promoción y mal cobro de las compañías que neutralizan la voluntad de los consumidores. La última en ingresar, Super Ada -aquella figura insufrible del que siempre tiene una anécdota superadora de cualquier desgracia ajena- ya goza de la aprobación del público.
Sentimientos como la culpa, la vergüenza, el dolor llevan a estados exacerbados de nerviosismo que se perciben muy “porteños” desde este lado del mapa. Sin embargo, Lucero dice que el arquetipo del argentino insoportable y soberbio responde más bien a una identidad rioplatense. “Hay cosas que parecen muy porteñas y son de uruguayos. Yo noté que el público dice: ‘¡Cómo putean los porteños! ¡Cómo hablan los porteños!’, y algunos de esos audios no son de Buenos Aires”, clarificó. Según él, entonces, hay en la emoción violenta un factor unificador que traspasa los registros. “Lo que pasa es que esto es un recorte de la realidad. No todo el mundo habla así todo el tiempo. Cuando la gente se pone muy nerviosa tiende a sacar un lenguaje que por ahí no es el que usa todo el tiempo”, definió al referirse a aquello que hace descostillar de risa: el rosario de palabrotas.
Hasta hace poco Lucero recibía 500 audios por día para seleccionar “lo más sacado”, pero ahora, con su capacidad de recepción limitada, los derivó a una casilla de correo electrónico: [email protected]. “Sus audios me los pueden mandar a genterota @gmail.com así nos organizamos.Me encantaría responder y agradecer uno por uno pero es humanamente imposible”, posteó en su Facebook.
Lucero dijo que lo conmueven, lo suspenden y lo maravillan pocos de los audios. “Cuando los siento ridículos, pero no al punto de decir qué barbaridad, los pongo”, relató. Y el que viene en punta por lo memorable es el de una amiga que aconseja colocarse el analgésico tópico infantil Muelita en una zona íntima antes de recibir una forma de sexo no convencional. ¿Por qué es de los pocos de este tono cuando los de contenido sexual divertirían tanto a los espectadores? “Hay muchos audios con tono sexual, pero no son inesperados, son solamente vulgares y eso no es tan gracioso. Este, más allá de lo escatológico, es inesperado”, resolvió Lucero.
Con tanta gente enviando audios es imposible sondear hasta dónde el protagonista está enterado de que van a usar para una parodia un audio que se generó en la intimidad. Esto supuso para Lucero quebraderos de cabeza y debió bajar varios videos que le habían supuesto hasta cuatro horas de trabajo. “Empecé a controlar eso, detecté que había varios de venganza de exparejas que me los enviaban para dejar mal parado al otro. A esos tengo que sacarlos porque después se contactan con vos y lo tenés que bajar al video”, señaló. Agregó que aún no recibió ningún aporte de Salta. “Parece que son muy tranquilos. Imaginate que siendo Buenos Aires la gente que sale en los audios se contacta conmigo para pedirme que los baje, en un lugar más chico es un incendio”, bromeó. El éxito de #GenteRota le generó mucho trabajo con empresas que le encargaron videos animados. Pero más allá de cualquier utilidad económica el artista logró empatía con la gente, un efecto difícil de alcanzar. “En Twitter, Instagram o Facebook, muchos están propensos a odiar lo que sea, no es difícil encontrar eso. Pero si escarbás bien en cualquier comentario o debate que se arme, más allá de las agresiones, te das cuenta de qué es lo que piensan sobre ciertos temas. #GenteRota hace que vean lo que no les gusta de sí mismos”, evaluó el dibujante. El futuro de su creación parece que será la TV. “Con un amigo registramos la idea para un programa de 30 minutos y estamos haciendo un piloto”, anticipó Lucero.