¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
24 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

VIDEO; “¡Lo mato, lo mato!”, el escandaloso control vial que sufrió una pareja

Denunció abuso policial tras una inspección vehicular en Santa Fe. Todo quedó registrado. La pareja se dirigía  por la autopista que une Rosario-Santa Fe. 
Viernes, 18 de agosto de 2017 11:02

 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

 

Un control vial en la provincia de Santa Fe se desarrollaba con normalidad hasta que unos gestos y comentarios desataron el escándalo. Según la pareja a la que le registraron el vehículo, los agentes cometieron abuso policial, con maltrato y forcejeos. La situación violenta quedó registrada en un video filmado con el celular, que se difundió a través de las redes sociales.

La pareja circulaba en la autopista Rosario-Santa Fe al momento del control. La camioneta se dirigía desde la ciudad de Santa Fe hasta la localidad de Roldán. Tras pasar un primer peaje y revisión, le efectuaron un segundo control, en el que incluyeron una prueba de alcoholemia al conductor, que le dio cero. También presentaron la documentación correspondiente.

El conflicto se disparó cuando le ofrecieron al conductor la pipeta para detectar los niveles de alcohol en sangre. “Las tres mujeres que estábamos en la camioneta, nos causó gracia la situación y nos reímos. En ese momento se acerca un oficial de la policía vial preguntando de muy mala manera: ¿De qué se ríen estos?. Eso fue el comienzo, nos quedamos estupefactos ante la forma en que lo hizo”, contó Carina ante Canal Tres, de Rosario.

“Somos felices, oficial”, le contestó mi esposo”, a lo que él retrucó: “No estoy hablando con usted, estoy hablando con la oficial”, replicó, según el testimonio de la mujer. Pese a este desencuentro, una agente habilitó la señal de pase y la camioneta se puso en marcha. Avanzó durante tres kilómetros, hasta que los pasajeros se dieron cuenta de que el móvil policial los estaba siguiendo.

“De manera muy confusa, hacen un tipo de señas de luces, lo que nosotros interpretamos como orden para detenernos. Esperamos a que descendieran del vehículo. Demoraron demasiado en descender, caímos en la duda, pero permanecimos en el lugar”, relató.

Una vez que los efectivos se acercaron, la mujer bajó el vidrio y consultó a un agente qué fue lo que había sucedido. Del otro lado, apareció otro uniformado que pidió, otra vez y de “muy mala manera” -según Carina-, la documentación al conductor. Allí empezaron los forcejeos de parte del personal policial, porque el chofer le muestra la credencial y su identidad, pero no se la entrega.

“Era una situación ilógica y absurda. Las mujeres empezamos a sentirnos temerosas por un proceder que no era normal”, contó Carina, quien aclaró que a partir de ese momento arrancó la filmación del procedimiento.
“¡Me está rompiendo la ropa!”, grita el conductor, ante los forcejeos del agente, según se puede observar en el video. “Demelá (la licencia), demelá. Usted está obligado a dármela”, replica el oficial.

En otra situación confusa, la mujer se niega a moverse del sector de la banquina en la autopista, pese a los pedidos de las autoridades. “No, soltame, no voy a tener cuidado”, dijo. “Corrasé, es por su seguridad”, respondió el oficial. En ese momento, las imágenes son indistinguibles y los gritos de Carina dominan la escena. “Mirá que lo voy a matar a este tipo, soltala hijo de puta, soltala! No ¡pará! ¡Lo mato, lo mato!”, exclama a los gritos el esposo.

Según la denunciante, un policía la tiró al piso en ese momento, la inmovilizó y la arrastró. “Fue todo un forcejeo”, indicó Carina. “Cuando me tira al piso, con su rodilla, separa mis piernas y aplica un golpe en mis partes íntimas mientras estaba en el piso”, amplió. “Es muy avergonzante”. La víctima lamentó que en la situación hubiera otra mujer policía que no haya reaccionado ni intervino en el procedimiento. Tras los forcejeos, luego apareció otro móvil, que sugirió radicar la denuncia ante otra seccional, en Puerto San Martín.

“Las tres mujeres estábamos muertas de pánico, fuimos escoltadas a la seccional. Nos asisten en forma médica, a mí me aplican analgésicos. Pero nunca nos toman la denuncia”. El que terminó con una denuncia penal fue su marido: lo acusaron de “resistencia a la autoridad”.

PUBLICIDAD