María Belén Zannier
Esta travesía no fue una más de tantas. En lugar de viajar una semana viajaron un mes y eligieron conocer Italia en vez de Bariloche, el destino por excelencia de los viajes de egresados en nuestro país. Los alumnos de la primera promoción del Colegio Ítalo Argentino Dante Alighieri viajaron en junio y julio pasados a Italia, donde estuvieron alojados en la Scuola Dante Alighieri, junto a más de 180 chicos de diversos lugares del mundo, como Tailandia, Estados Unidos, Australia, Alemania, Brasil, Corea y Noruega.
Ni Candelaria Alfieri, Lucas Biagini, Tomás Catalano, Martín Moya, Luciano Zuccotti ni Pablo Pagano conocían Italia, salvo a la distancia. Esta travesía les significó descubrir una realidad a la que solo habían accedido a través de los libros. Los chicos viajaron junto a los alumnos del colegio Dante Alighieri de Villa María, Córdoba.
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María Belén Zannier
Esta travesía no fue una más de tantas. En lugar de viajar una semana viajaron un mes y eligieron conocer Italia en vez de Bariloche, el destino por excelencia de los viajes de egresados en nuestro país. Los alumnos de la primera promoción del Colegio Ítalo Argentino Dante Alighieri viajaron en junio y julio pasados a Italia, donde estuvieron alojados en la Scuola Dante Alighieri, junto a más de 180 chicos de diversos lugares del mundo, como Tailandia, Estados Unidos, Australia, Alemania, Brasil, Corea y Noruega.
Ni Candelaria Alfieri, Lucas Biagini, Tomás Catalano, Martín Moya, Luciano Zuccotti ni Pablo Pagano conocían Italia, salvo a la distancia. Esta travesía les significó descubrir una realidad a la que solo habían accedido a través de los libros. Los chicos viajaron junto a los alumnos del colegio Dante Alighieri de Villa María, Córdoba.
Entre el mar y las montañas
La delegación argentina se alojó en la Scuola, ubicada en la ciudad de Recanati (región de Le Marche), sobre el Mar Adriático y al norte de Roma. La escuela se encuentra en la zona amurallada de la ciudad, de origen medieval y situada sobre un pintoresco cerro, de cara al mar. Por la mañana, los chicos asistían a clases de lengua y cultura italiana, con chicos provenientes de distintas partes del mundo que también estudiaban italiano. Por la tarde, realizaban excusiones, visitas a la playa y los fines de semana recorrieron varias ciudades. Las que los encandilaron: Roma, Venecia, Florencia y la medieval Asís.
“Fui con unos chicos y volví con otros. Lo mejor fue ver cómo se emocionaban al ver aquello que estudiaron durante tantos años”, contó a El Tribuno Graciela Montero, coordinadora de Italiano del Alighieri, quien viajó con los chicos. “Para nuestra comunidad educativa este viaje fue y es un sueño cumplido. Los chicos y los papás hicieron un esfuerzo enorme para que el viaje se concretara y trabajaron mucho tiempo para recaudar fondos”, agregó Montero.
Una experiencia diferente
Durante su estadía, los alumnos se alojaron en la residencia educativa, donde debían organizarse para cocinar y limpiar. La convivencia hizo que se unieran aún más. “Estar un mes con mis compañeros fue inolvidable”, contó Pablo Pagano, mientras que Lucas Biagini destacó: “Algunos nos decían que era un bajón tener que ir a estudiar, pero estar con chicos de todo el mundo y que te cuenten realidades tan distintas a las tuyas fue increíble”. Por su parte, Martín Moya sentenció: “Al principio nos gustaba más la idea de ir a Bariloche, por la fiesta y los boliches, pero lo que vivimos no tiene palabras. Vale mil veces más un mes allá con tus amigos y mil cosas para hacer que ir acá a boliches cada noche”.
Los mismos rasgos
Aunque suene obvio, a los chicos les sorprendió el gran parecido entre argentinos e italianos. “Allá me di cuenta por qué somos así. Somos reparecidos, muy expresivos y hablamos fuerte”, contó Tomás, a quien le gustó mucho Roma por sus monumentos y la cantidad de fuentes de agua que tiene. “Hay unas dos mil”.
Los alumnos visitaron el Vaticano y tuvieron la oportunidad de conocer al Papa Francisco. “Los italianos se emocionan mucho cuando hablan del Papa. En la TV uno ve la Plaza de San Pedro y no parece gran cosa, pero es impactante por sus grandes dimensiones. Lo mismo pasa con todos los monumentos”, afirmó Martín.
Una perlita gastronómica
Las clases de cultura, literatura y cine se alternaban con veladas en las que cada delegación debía elaborar una comida típica de su país. Los salteños no solo probaron sabores de varios países, sino que deleitaron a todos con una carbonada que se llevó el primer premio. A su vez, los sabores italianos también dejaron huella en los jóvenes. “El helado es único, el mejor que probé en toda mi vida”, contó Candelaria Alfieri.
No sólo para descendientes
El Dante Alighieri se creó en 2006. La enseñanza de italiano e inglés se inicia en jardín. Los chicos asisten, de 8 a 16, a las escuelas argentina e italiana (que se dicta en ese idioma), organizadas según la currícula de cada Estado. Si bien el colegio depende del Consulado de Italia en Córdoba, no es requisito ser descendiente de italianos para asistir.
Algunos de los chicos tienen la idea de irse a vivir algún día a Italia, pero todos, sin excepción, quieren volver. El anhelo está. Solo el tiempo tendrá la última palabra. Mientras, los alumnos de 4º año ya se están preparando para disfrutar también de esta travesía cultural en 2018.