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Un intendente de Rivadavia fue denunciado ante la Oficina Anticorrupción

Con la función pública, Leopoldo Cuenca saltó de pobre carnicero a rico terrateniente.Ante la vista gorda de la Justicia de Orán, su opaco patrimonio crece con tierras y bienes.
Domingo, 20 de agosto de 2017 00:00

"La corrupción e impunidad en el norte se llama Leopoldo Cuenca". Con ese rótulo, Marcelo Pocovi, el titular de Tierra Vasca, la empresa propietaria de la finca Las Colmenas, denunció al intendente de Rivadavia Banda Sur ante la Oficina Anticorrupción que conduce Laura Alonso en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

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"La corrupción e impunidad en el norte se llama Leopoldo Cuenca". Con ese rótulo, Marcelo Pocovi, el titular de Tierra Vasca, la empresa propietaria de la finca Las Colmenas, denunció al intendente de Rivadavia Banda Sur ante la Oficina Anticorrupción que conduce Laura Alonso en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

La presentación tiene ribetes inusuales, ya que expone ante un organismo ajeno a los poderes de la Provincia los antecedentes de un quebrado carnicero de La Unión al que la función pública convirtió en un acaudalado terrateniente y señor del municipio más pobre de Salta.

No es menos sorprendente que Juan Carlos Blumberg, referente de multitudinarias manifestaciones contra la inseguridad, decidiera acompañar la presentación contra Cuenca. "La corrupción y la impunidad arrebatan derechos humanos fundamentales", remarcó Blumberg, quien adelantó a El Tribuno su intención de viajar a Rivadavia para recoger testimonios de los atropellos que sufren familias campesinas y comunidades originarias.

Por la impunidad que reina en el Chaco salteño, empresas como Tierra Vasca también defienden sus fincas de avances apropiatorios.

Las maniobras de Cuenca no son nuevas, como tampoco las denuncias por exacciones ilegales, incumplimiento de deberes y enriquecimiento ilícito a las que fiscales y jueces de Orán -el distrito judicial con competencia en Rivadavia Banda Sur- hacen dormir.

La nueva avanzada

En 2009 Cuenca se quedó con parte de los derechos hereditarios de Las Botijas, una finca situada sobre la ruta provincial 13, en el límite de los departamentos Orán y Rivadavia. Un puestero de la zona de Las Barrancas, Raúl Sabán, le cedió esos derechos a título gratuito. Al menos así figura en la cédula parcelaria.

Sabán es nieto de Fidela Guerra de Romero, una mujer que había obtenido esa fracción rural de una legua cuadrada (1.874 hectáreas) por adjudicación treintañal en 1950. Muchos lugareños, que defienden sus puestos a dientes apretados ante los intentos apropiatorios de las "aves de rapiña", como definió el diputado Jesús Ramón Villa a Cuenca y sus laderos, aún se preguntan qué pudo llevar a Sabán a cederle sus derechos posesorios gratuitamente al jefe comunal.

Herederos de Ramón Romero, que también discuten derechos de la sucesión de Las Botijas, denunciaron que Cuenca "se adueñó ilegalmente" de esa finca, registrada en Inmuebles con la matrícula 1155 del departamento Orán.

Las Botijas colinda con otra extensa finca, Las Colmenas, que la empresa Tierra Vasca compró a su antiguo propietario, Jorge Rolando Sergi, en 2005. Esta fracción, identificada con la matrícula 2107 del departamento Orán, tiene 3.852 hectáreas. Entre uno de los lotes de Las Colmenas y la colindante finca Las Botijas existe una superposición de límites que Tierras Vascas pidió a la Justicia Civil y Comercial de Orán dirimir en 2007. El litigio sigue si resolverse.

El abogado de Cuenca pidió a préstamo el expediente el pasado 17 de marzo y recién lo devolvió el pasado viernes, tras insistentes reclamos e intimaciones.

En este contexto, la tarde del pasado 11 de julio Cuenca pidió al comisario de Rivadavia, Juan Magriña, que mande policías a "su finca" a verificar una alambrada que había sido rota por "extraños".

El informe de los agentes enviados al lugar, en el móvil 1481 del Destacamento de La Unión, aclara que el comisario ordenó esa intervención por un "llamado del Polo Cuenca". La familiaridad que resalta en el uso del apodo del intendente no es un detalle menor. Tampoco lo es el hecho de que Cuenca confundiera la verdadera jurisdicción de las fincas Las Botijas y Las Colmenas (pertenecientes ambas a la jurisdicción de Pichanal) para que esa inspección fuera realizada por policías de Rivadavia, que responden claramente a sus influencias, y no de Orán.

Además, las descripciones de distancias expuestas en el informe de la inspección, no dejan dudas de que la cerca siniestrada estaba en Las Colmenas y no en Las Botijas.

En la denuncia que le tomó la Policía, el intendente manifestó que la rotura del alambrado le generó problemas con su hacienda. Aludió, concretamente, a 100 vacunos de su propiedad y a otros 150 bovinos de su suegro y un allegado, Nieves González. En la denuncia quedó un espacio en blanco, dónde debían identificarse las marcas legales de esa hacienda. Ante la Fiscalía de Pichanal, después Cuenca afirmó que registró dichas marcas en el municipio que gobierna, cuando sabido es que el registro legal debe ser realizado ante el Senasa. En el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renpsa), que depende del citado organismo nacional, no existe registro alguno de animales a nombre de Cuenca ni de su suegro.

Esto fue remarcado por el titular de Tierra Vasca, Marcelo Pocovi, en la sede judicial de Orán, donde no encontró seguridad de que sus acreditados derechos de propiedad quedarán resguardados de lo que, entiende, es "un claro intento del intendente de apropiarse ilegalmente de una parte o la totalidad de las 3.852 hectáreas del catastro 2107 de Las Colmenas". Por eso, Tierra Vasca decidió exponer los antecedentes de Cuenca ante la Oficina Anticorrupción.

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