El Reglamento General de Escuelas, aprobado por el Consejo General de Educación en 1969, que aún rige en la provincia de Salta, establece en su artículo 88 que “cada escuela organizará, en lo posible, un museo escolar modelo”. Quizás sin pensar en este antiguo mandato, la escuela primaria 4036 Dr. Augusto Raúl Cortazar, de barrio Bancario, inauguró un museo étnico esta semana. La iniciativa surgió en 2015 durante la jornada extendida. Las familias aportaron objetos antiguos que tenían en sus casas y así se formó una especie de “museo de la ciudad”. En 2016 la Federación Argentina de Amigos de los Museos otorgó el premio Luigi Bossi a esta institución por haber participado en un concurso referido a la inmigración.
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El Reglamento General de Escuelas, aprobado por el Consejo General de Educación en 1969, que aún rige en la provincia de Salta, establece en su artículo 88 que “cada escuela organizará, en lo posible, un museo escolar modelo”. Quizás sin pensar en este antiguo mandato, la escuela primaria 4036 Dr. Augusto Raúl Cortazar, de barrio Bancario, inauguró un museo étnico esta semana. La iniciativa surgió en 2015 durante la jornada extendida. Las familias aportaron objetos antiguos que tenían en sus casas y así se formó una especie de “museo de la ciudad”. En 2016 la Federación Argentina de Amigos de los Museos otorgó el premio Luigi Bossi a esta institución por haber participado en un concurso referido a la inmigración.
Tras este reconocimiento, la escuela recibió una donación del museo Pajcha de arte étnico americano, que consiste en 256 piezas de gran valor arqueológico, etnográfico y artístico, representativas de las etnias argentinas y americanas.
Vale recordar que esta escuela debe su nombre a Augusto Raúl Cortazar, quien fuera académico, abogado, doctor en letras y folclorólogo.
El martes último se realizó el acto de inauguración del museo étnico, que comenzó con una ceremonia ancestral de la nación pueblo guaraní, a cargo de Andrea Segundo, profesora de filosofía y cosmovisión de esta etnia.
Los chicos de la primaria se repartieron para entonar canciones en castellano y en guaraní, hacer bailes tinku y exponer sus manualidades: ojos wichí u ojos de Dios, que regalaron a los presentes, máscaras chané y petroglifos.
La inspectora de la escuela, Mariela D’Annunzio, recordó que “las escuelas nacieron con el mandato de tener un museo, una biblioteca y un laboratorio” y valoró el aporte de docentes y ordenanzas, que trabajaron incluso fines de semana y feriados en el proyecto del museo.
Memoria y pertenencia
La presidenta y fundadora del museo Pajcha, Liliana Madrid de Zito Fontán, dijo en el acto que este es un “legado para las futuras generaciones”. Es la primera donación que hace este museo a una institución educativa y surgió del proyecto “Del museo a la escuela, un buen equipo de trabajo”.
“Donamos piezas de 10 mil años atrás, desde el lítico pasando por los diferentes períodos: alfareros, agroalfareros, altas culturas y toda la diversidad étnica de nuestra provincia: wichí, chaquenses, mundo andino, en una invitación al viaje por América Latina. Para mí y para la fundación Pajcha es un honor haber hecho esta donación. Es fruto del esfuerzo de la escuela y de la comunidad. Son los propios protagonistas los chicos, los padres y el barrio”, aseguró a El Tribuno.
“A partir del premio nacional que recibió la institución sobre los inmigrantes, se despertó la necesidad de colaborar con la donación desde el museo Pajcha de 250 piezas y material para montaje para que esta escuela sea un puente que una la zona sur de la ciudad con el lema ‘Conocer para amar’. Este museo vivo va a lograr en un futuro reconocerse e integrarse, descubriendo memoria y despertando sentimientos de pertenencia”, dijo la experta.
Guías
Claudia Cusi Grau, directora de la escuela, reveló que “el museo está abierto a la comunidad” y que los guías son los propios chicos, que cuentan y muestran lo que han aprendido.
Cada rincón es aprovechado por un grado, según la currícula. El material del lítico ha sido abordado por alumnos de séptimo, mientras la zona chaqueña y nación guaraní han sido trabajados por los de cuarto.
En el taller de patrimonio sociocultural los chicos trabajan todo lo que se relaciona con el cuidado y el mantenimiento de las piezas, cuya enseñanza estuvo a cargo de colaboradores de Pajcha.
Este museo, además, brindó un aporte económico para el montaje, que implicó iluminación y un mobiliario adecuado para los chicos.
La escuela convocó a Andrea Segundo, de la nación guaraní, que trabajó la cultura viva. “Es muy distinto ver un documento o un libro de texto que hable de los guaraníes, que trabajar con alguien que es de la nación y brinda su cultura”, explicó la directora.