“Olé, olé, olé Oveja, Oveja. Vamos Argentina, tranquilos eh. Salta es Argentina. Sacate la gorrita que no te puedo reconocer. Ese no va a andar bien hoy”, dice a algún jugador que pasa sin saludar. Es el inicio de una serie de frases que tira al aire, en tono alto, un fanático de la Selección argentina de básquet y que es registrada por un celular desde afuera del estadio Delmi.
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“Olé, olé, olé Oveja, Oveja. Vamos Argentina, tranquilos eh. Salta es Argentina. Sacate la gorrita que no te puedo reconocer. Ese no va a andar bien hoy”, dice a algún jugador que pasa sin saludar. Es el inicio de una serie de frases que tira al aire, en tono alto, un fanático de la Selección argentina de básquet y que es registrada por un celular desde afuera del estadio Delmi.
“Vamos Argentinita, vamos vieja gracias (muestra su gratitud a quien le devuelve el saludo). Mirá (agrega), ese va a andar bien hoy. Tranquilo vieja, de un lado para el otro, el base lleva, pin-pin”. Interrumpe su vociferación porque llega a saludarlo el técnico Sergio Hernández. “¡Vamos Ovejita! Gracias papá, gracias sos muy amable. (Hernández le pregunta algo y este contesta). A las 6, pero quedate tranquilo que no vamos a gritar nada, no te vamos a hacer pasar papelón. Grande técnico, vamos Argentina, vamos Salta. Grande Oveja, ese es un genio”.
Otro jugador lo saluda y el personaje grita: “¿Estás bien para hoy? No insistan tanto con los triples. Dos, dos, dos y después sí, cinco triples seguidos”. Alrededor se ríen y le avisan que lo están grabando. Cierra su show frente a la cámara: “Soy de Villa Ocampo, provincia de Santa Fe, límite con el Chaco. Tenemos el festival de pesca de mujeres más grande del país”, se despide. El video se hizo tan viral que hasta el propio Emanuel Ginóbili lo saludó por Twitter: “¡Hermoso este señor! ¡Lo abrazo a la distancia!”.
El Tribuno lo encontró: se trata de Oscar Galibert, quien dentro del estadio festejaba los puntos a lo loco. “Seguimos al equipo. Tuve el placer de saludar al Oveja”, comentó. Y sobre las palabras de Ginóbili: “A Manu lo seguimos siempre, como a Nico Laprovíttola”, cerró, ya calmado.