Fue el goleador de Gimnasia y Tiro en la última temporada del torneo Federal A, en la que el albo realizó una muy buena campaña y se quedó en los umbrales de un ascenso en el pentagonal final. De la última camada, cuyos futbolistas en su mayoría fueron “limpiados” por la dirigencia, fue el que adquirió una mejor vidriera por sus goles en el albo y se convirtió en el más codiciado y requerido por su buen momento en la Vicente López.
Amieva fue la “apuesta” de la dirigencia millonaria, la que se la jugó por su continuidad tras el magro primer semestre del 2016 del delantero neuquino, y se constituyó en una de las prioridades para que continúe para el campeonato que viene. Sin embargo, el prolongado tiempo de espera que el Tanque pidió para decidirse molestó a los directivos salteños, quienes, junto al DT Duilio Botella, acordaron no esperarlo más al agotárseles su paciencia. El cotizado atacante decidió aguardar por una oferta de B Nacional que nunca llegó, salvo negociaciones nada prósperas con Mitre de Santiago del Estero; sin embargo, las propuestas para que siga en la categoría llovieron, pero el jugador desistió a casi todas, tal vez asesorado por su representante: primero hubo sondeos con Juventud que él negó; más tarde, y antes del partido de Gimnasia con Boca, incluso Botella no descartó que vuelva al albo en caso de no incorporarse a otra entidad; luego fue refuerzo “confirmado” por los portales oficiales de los recientemente descendidos Douglas Haig de Pergamino y Central Córdoba de Santiago del Estero; en ambos casos, anunciaron rimbombantemente su arribo, que terminó cayéndose.
Finalmente, los medios mendocinos y otros santiagueños anunciaron que el goleador desechó al ferroviario para sumarse a Gimnasia y Esgrima de Mendoza, para reemplazar a su último goleador estrella, Pablo Palacios Alvarenga. ¿Será este al fin el desenlace de una novela interminable?
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Fue el goleador de Gimnasia y Tiro en la última temporada del torneo Federal A, en la que el albo realizó una muy buena campaña y se quedó en los umbrales de un ascenso en el pentagonal final. De la última camada, cuyos futbolistas en su mayoría fueron “limpiados” por la dirigencia, fue el que adquirió una mejor vidriera por sus goles en el albo y se convirtió en el más codiciado y requerido por su buen momento en la Vicente López.
Amieva fue la “apuesta” de la dirigencia millonaria, la que se la jugó por su continuidad tras el magro primer semestre del 2016 del delantero neuquino, y se constituyó en una de las prioridades para que continúe para el campeonato que viene. Sin embargo, el prolongado tiempo de espera que el Tanque pidió para decidirse molestó a los directivos salteños, quienes, junto al DT Duilio Botella, acordaron no esperarlo más al agotárseles su paciencia. El cotizado atacante decidió aguardar por una oferta de B Nacional que nunca llegó, salvo negociaciones nada prósperas con Mitre de Santiago del Estero; sin embargo, las propuestas para que siga en la categoría llovieron, pero el jugador desistió a casi todas, tal vez asesorado por su representante: primero hubo sondeos con Juventud que él negó; más tarde, y antes del partido de Gimnasia con Boca, incluso Botella no descartó que vuelva al albo en caso de no incorporarse a otra entidad; luego fue refuerzo “confirmado” por los portales oficiales de los recientemente descendidos Douglas Haig de Pergamino y Central Córdoba de Santiago del Estero; en ambos casos, anunciaron rimbombantemente su arribo, que terminó cayéndose.
Finalmente, los medios mendocinos y otros santiagueños anunciaron que el goleador desechó al ferroviario para sumarse a Gimnasia y Esgrima de Mendoza, para reemplazar a su último goleador estrella, Pablo Palacios Alvarenga. ¿Será este al fin el desenlace de una novela interminable?
De millonario a ferroviario
El delantero surgido del semillero de Gimnasia y Tiro y que hasta hace poco jugó en la primera local del albo, Héctor Salim, de 20 años, dará salto de calidad en su carrera, ya que se convirtió en refuerzo de Central Córdoba de Santiago del Estero, que apuesta a retornar al torneo de la B Nacional. El atacante salteño no era tenido en cuenta en la Vicente López y un allegado a la entidad santiagueña lo acercó al ferroviario de Gustavo Coleoni.