En medio de la polémica por la utilización de pirotecnia en los festejos de la Virgen de Urkupiña, un grupo de vecinos decidió utilizar otra manera de venerarla.
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En medio de la polémica por la utilización de pirotecnia en los festejos de la Virgen de Urkupiña, un grupo de vecinos decidió utilizar otra manera de venerarla.
Gastón Leandro, reconocido repostero de esta ciudad, expresó a través de su cuenta que los fieles decidieron lanzar globos de colores, mientras danzaban por las calles demostrando su devoción a la Virgen, y cumpliendo las promesas.
"Esta fue nuestra forma de recibir a nuestra madre de Urkupiña en su fiesta. Este año dije no a la pirotecnia, no a los ruidos. Mi grupo fue consciente y nació esta hermosa idea del lanzamiento de globos de colores, que adornaban los vehículos mientras danzábamos por las calles de nuestra ciudad, demostrando nuestra devoción y cumpliendo promesas", expresó.
"La alegría nace del corazón de sus fieles, mucho caminamos hacia la misa central en honor a ella y cada uno con las intenciones más profundas del corazón", dijo.
"Gracias a los vecinos y amigos que nos acompañaron y respetaron esta tradición", completó Gastón desde sus cuentas en redes sociales.
Gastón Leandro también llamó a la reflexión a los demás fieles con la intención de que tomen conciencia con respecto a la mala utilización de la pirotecnia en estos festejos, a fin de no desvirtuar el verdadero sentido de la conmemoración religiosa.
"Entiendo que los tiempos cambian y debemos ser más conscientes del uso de nuestras acciones como seres humanos, pero también me entristecen los agravios, insultos y la mala forma de insinuar a nuestra imagen. Solo pido a Dios que cada año mejoremos como sociedad y lleguemos a poder convivir juntos con el mayor de los respetos que nos merecemos los unos a los otros", expresó.
Actitudes como la de Leandro se han replicado en distintos puntos de la provincia, donde son muy comunes los festejos y las honras a la Virgen de Urkupiña con desfiles de caporales y un ruidoso despliegue de fuegos artificiales con bombas de estruendos que fueron el punto de ríspidos debates sociales y ordenanzas que, como en el caso de Salta capital, determinaron su prohibición.