Con mayor anticipación, las grandes compañías ya comenzaron a planear sus clásicos eventos corporativos de fin de año. En el sector, aseguran que la tendencia es que la cantidad y la inversión en las fiestas se mantenga en los mismos niveles que el año anterior, que fue considerado bueno, según publicó hoy El Cronista.
Se estima que las compañías invierten en Buenos Aires, en promedio, entre $ 1500 y $ 2500 por persona a la hora de organizar su fiesta de fin de año corporativa.
"Se arranca en los $ 1500 y de ahí para arriba. La tendencia es que se desembolse lo mismo del año pasado, pero ajustado por el efecto inflacionario. Por ahora no supimos de empresas que decidieran suspender la fiesta. Hay una idea de mantener el festejo y creo que el panorama es alentador", destacó Sergio Ventura, director de meetings & events del grupo MCI, compañía global de eventos. "A veces, se opta por hacer más simple la comida pero seguir manteniendo la fiesta", agregó. Sin embargo, puede haber más movimientos en los próximos meses.
"Todavía es pronto. Creo que este año, puede acelerarse más a partir de octubre, post elecciones. Las empresas más grandes reservan para quedarse tranquilos porque hay una oferta de lugares limitada. Pero creo que una de las marcas de la época tiene que ver con la inmediatez, con muchos eventos que se definen rápido y a último momento", aclaró Marcelo Gordín, director de Enfasis Motivation Company.
En los últimos años, la tendencia es prestar cada vez más atención a los gustos de los empleados más jóvenes y organizar eventos más descontracturados, sin mesas fijas, y con una búsqueda de innovación en los menúes.
Por ejemplo, se busca adaptar el estilo de street food que se puede encontrar en Nueva York. Para Capalozza, las redes sociales cumplen un rol fundamental y los millennials (nacidos en los 1980 y 2000) acceden a imágenes e información sobre eventos en todo el mundo. "Los menores de 30 años son los que hoy marcan los gustos de los eventos con menos formalidad", indicó Ventura. También hay firmas, con menos empleados que siguiendo tendencias de informalidad prefieren organizar un after office, a partir de las siete de la tarde.
Con todo, las empresas que quieren asegurarse uno de los lugares top de la ciudad en temporada alta de fiestas realizan sus reservas con hasta un año de anticipación. En ese caso, la variación de los precios por inflación es un tema clave.
inicia sesión o regístrate.
Con mayor anticipación, las grandes compañías ya comenzaron a planear sus clásicos eventos corporativos de fin de año. En el sector, aseguran que la tendencia es que la cantidad y la inversión en las fiestas se mantenga en los mismos niveles que el año anterior, que fue considerado bueno, según publicó hoy El Cronista.
Se estima que las compañías invierten en Buenos Aires, en promedio, entre $ 1500 y $ 2500 por persona a la hora de organizar su fiesta de fin de año corporativa.
"Se arranca en los $ 1500 y de ahí para arriba. La tendencia es que se desembolse lo mismo del año pasado, pero ajustado por el efecto inflacionario. Por ahora no supimos de empresas que decidieran suspender la fiesta. Hay una idea de mantener el festejo y creo que el panorama es alentador", destacó Sergio Ventura, director de meetings & events del grupo MCI, compañía global de eventos. "A veces, se opta por hacer más simple la comida pero seguir manteniendo la fiesta", agregó. Sin embargo, puede haber más movimientos en los próximos meses.
"Todavía es pronto. Creo que este año, puede acelerarse más a partir de octubre, post elecciones. Las empresas más grandes reservan para quedarse tranquilos porque hay una oferta de lugares limitada. Pero creo que una de las marcas de la época tiene que ver con la inmediatez, con muchos eventos que se definen rápido y a último momento", aclaró Marcelo Gordín, director de Enfasis Motivation Company.
En los últimos años, la tendencia es prestar cada vez más atención a los gustos de los empleados más jóvenes y organizar eventos más descontracturados, sin mesas fijas, y con una búsqueda de innovación en los menúes.
Por ejemplo, se busca adaptar el estilo de street food que se puede encontrar en Nueva York. Para Capalozza, las redes sociales cumplen un rol fundamental y los millennials (nacidos en los 1980 y 2000) acceden a imágenes e información sobre eventos en todo el mundo. "Los menores de 30 años son los que hoy marcan los gustos de los eventos con menos formalidad", indicó Ventura. También hay firmas, con menos empleados que siguiendo tendencias de informalidad prefieren organizar un after office, a partir de las siete de la tarde.
Con todo, las empresas que quieren asegurarse uno de los lugares top de la ciudad en temporada alta de fiestas realizan sus reservas con hasta un año de anticipación. En ese caso, la variación de los precios por inflación es un tema clave.