En los últimos días se especuló con que será el futuro ministro de Agroindustria de la Nación. Luis Miguel Etchevehere pasó por Salta y dialogó con El Tribuno sobre la realidad del sector, se quejó por la cantidad de impuestos que deben pagar y se mostró a favor de una reforma laboral.
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En los últimos días se especuló con que será el futuro ministro de Agroindustria de la Nación. Luis Miguel Etchevehere pasó por Salta y dialogó con El Tribuno sobre la realidad del sector, se quejó por la cantidad de impuestos que deben pagar y se mostró a favor de una reforma laboral.
Tras la disminución de las retenciones en algunos cultivos, ¿cuál es la realidad del campo?
El campo demostró coherencia en lo que decíamos con el gobierno anterior y lo que está sucediendo con este. Decíamos que si se nos sacaba el pie de encima teníamos mucho para dar, que pedíamos que se nos pusiera en igualdad de condiciones con otros sectores de la economía. El Gobierno cumplió y fue muy bueno que hayan cumplido rápidamente la promesa de campaña. Esto generó confianza en el productor. Los productores argentinos no tuvieron que esperar las elecciones de medio término para salir a invertir y en este año y medio se invirtieron 58 mil millones de dólares en todas las actividades productivas del país. En esta instancia, habiendo dado ese paso tan importante, vemos que Argentina y el campo están para mucho más, porque producimos algo que el mundo quiere y necesita, como son los alimentos. Para lograr que esos alimentos no solo lleguen a precios convenientes, o a la altura del poder adquisitivo del consumidor argentino, sino que lleguen a precio competitivo a la mayor cantidad de góndolas del mundo, nos tenemos que comparar con nuestros competidores y ver qué tenemos que hacer internamente para hacer eso.
Cuando habla de “revisar”, ¿se refiere a la reforma impositiva que se viene?
Hablamos de revisar resoluciones, superposiciones de impuestos municipales, provinciales y nacionales. Eso es clave, esto es lo que nos está sacando de la cancha. Eso es una superposición de impuesto disfrazados de tasas municipales, en muchísimos municipios de la Argentina. Hay impuestos provinciales, como ingresos brutos, en la producción. Además, parece que se castigara el agregado de valor en algunas provincias o la generación de empleo, porque a medida que se avanza van cobrando más ingresos brutos. O las aduanas que hay en la Argentina, en provincias y ciudades que cobran por ingresar mercadería o por sacarla, partiendo de la base de que lo paga el comprador porque el comprador lo descuenta del precio. Después tenemos los impuestos nacionales: impuesto al sello, impuestos como componente impositivo del gasoil, la electricidad, de la maquinaria agrícola, de las camionetas, todo eso está atentando de que podamos vender a precios competitivos afuera. También está el tema de los gremios.
Usted es afín a una reforma laboral...
Brasil nos acaba de marcar la cancha con la reforma laboral que sancionó su Congreso. Independientemente de que nos pueda gustar es una realidad, y nosotros vamos a tener que competir con Brasil, que es un productor de alimentos muy importante a nivel mundial.
¿Esto va a significa flexibilizar las normas?
Lo que estamos seguros es que no podemos quedarnos sin hacer nada. Tenemos que ponernos a la altura de la competitividad de ellos, porque si no no vamos a vender. Si un comprador ve que un producto brasileño tiene la misma calidad que el nuestro, pero sale un 20% menos le van a comprar a Brasil y no a nosotros. Eso es lo que significa hoy la globalización. Esto hay que tener en cuenta para tener una estrategia y poder colocar luego nuestros productos. Eso va a ser un elemento muy importante a la hora de lograr mercado, esto significa agregar más valor y generar más empleo.
El campo salteño reclama la rigidez del ordenamiento territorial que no permite ampliar las tierras productivas, ¿qué piensa de eso?
Nosotros lo dijimos claramente en el último discurso de Palermo. Los fundamentalismos no existen. Si nosotros no terminamos de tomar conciencia cuál es nuestra ventaja como país y cómo nos podemos insertar en el mundo y cómo podemos generar valor y empleo, que es justamente la producción agroindustrial, no tenemos destino. No puede haber actividades, grupos o resoluciones que limiten la producción. Esto es como un concepto general, porque en definitiva no vemos que están proponiendo a cambio. Si se prohíbe producir alimentos, ¿entonces cuál es la idea?, ¿de qué va a vivir y el municipio, la provincia, la Nación?, y cómo vamos a generar empleo y cómo vamos a poder hacer que mejore la calidad de vida de los argentinos. Por otro lado, somos líderes a nivel mundial de una producción de manera amigable con el medioambiente, por ejemplo la siembra directa. En Argentina se produce de manera sostenible desde el punto de vista ambiental y económico y social. Hace 30 años venimos con la siembra directa, que no fue plan de ningún gobierno y eso ayudó a que redujésemos un 50% el consumo de combustible fósil y bajásemos sensiblemente las emisiones. Ese es el camino, no prohibir, no ponerse en postura que son vaya a saber alentadas por quien y con qué objetivo, sino decir cómo mejorar permanentemente los proceso productivos, cómo bajar las emisiones, cómo hacer que haya un balance positivo entre lo que se emite de gas de efecto invernadero y lo que se secuestra, por las características que tiene la producción argentina, y de esa manera a través de mejorar la productividad colaborar también lo que son las bajas de las emisiones. Eso seguro que no se logra prohibiendo.
¿Qué análisis hace de las PASO y cómo ve el panorama de cara a las elecciones de octubre?
El Gobierno nacional obtuvo un gran respaldo por parte de la ciudadanía a partir de que fue ganador de las elecciones. Esto habla de una gran responsabilidad por parte del votante que es saber que lo que se está proponiendo es reconstruir la Argentina a través del trabajo, y está apoyando con el voto. Esto necesita el país para tener mejores condiciones. A través del trabajo y el esfuerzo, hay que reconstruir un país que el gobierno anterior lo dejó desquiciado.
Las economías regionales, reclaman mayores incentivos, ¿cómo trabajan en este aspecto?
Necesitamos competitividad. Ese es el gran desafío. Necesitamos el compromiso de municipios y provincias para que todo lo bueno que hacen en regiones como el NOA, NEA y la Patagonia puedan llegar a precios competitivos, la generación de empleo ya quedó demostrada que no es algo que lo tenga que llevar adelante el Estado. Este ya está saturado de empleo, tenemos que poner condiciones para que justamente toda la gente que quiera pueda encontrar empleo en la actividad privada y de esa manera poder hacer que nuestros productos lleguen a la mayor cantidad de góndolas en el mundo, y así generar más empleo y valor en los lugares donde producimos.
Siempre se habla de lo poco que cobran los tamberos y lo caro que sale en las góndolas la leche, ¿cómo se corrige eso?
La inflación es lo que afecta. Ahora, está bien lo que viene haciendo el Gobierno nacional de bajar a la mitad en este año y medio la inflación, y todos los esfuerzos que haga son bienvenidos porque es la madre de las batallas. La carga impositiva vale también tanto para exportar como para el consumidor argentino.