¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
20 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Mirtha Sisnero consiguió trabajo en el transporte, pero no de chofer

A la salteña que lucha hace diez años por ser colectivera la contrataron como ayudante general en un área donde se controlan las frecuencias. Su caso había llegado a la Corte Suprema de Justicia en 2014.
Jueves, 03 de agosto de 2017 00:00

Mirtha Sisnero, la salteña que llegó a la Corte Suprema para denunciar que no la contrataban como chofer de colectivo solo por ser mujer, finalmente consiguió empleo en una empresa de transporte, aunque como ayudante general.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Mirtha Sisnero, la salteña que llegó a la Corte Suprema para denunciar que no la contrataban como chofer de colectivo solo por ser mujer, finalmente consiguió empleo en una empresa de transporte, aunque como ayudante general.

Mirtha, vecina del barrio La Loma, lucha desde hace casi una década por un trabajo de colectivera. En 2007 se capacitó y obtuvo el carnet habilitante, pero nunca tuvo la oportunidad de que le asignaran un ómnibus.

Consultada por El Tribuno, confirmó que entró el martes en la empresa Tadelva, que tiene a cargo el corredor 1. Se desempeña en lo que se denomina "punto de línea", que es donde se controla que las unidades del transporte público estén en condiciones de circular y cumplan con las frecuencias, entre otras tareas.

En 2008 Mirtha presentó un recurso de amparo en conjunto con la Fundación Entre Mujeres. Denunciaba que las transportistas no la tomaban por una cuestión de género y pedía terminar con la discriminación.

Lo que inició era una acción colectiva, que buscaba que todas las mujeres tuvieran la oportunidad de trabajar en el transporte público y no solo ella.

En 2009 un fallo del juez Mario D'Jallad le dio la razón y ordenó que las empresas contrataran a colectiveras cuando tuvieran vacantes hasta que el 30 por ciento de sus planteles fueran femeninos. La primera en incorporarse debía ser Mirtha.

Sin embargo, las transportistas apelaron en contra de esta decisión judicial y tuvo que revisar la causa la Corte de Justicia de Salta, que consideró en 2010 que no estaba probado que los empresarios estuvieran discriminando a Mirtha y que no se podía obligar a las líneas a emplear a mujeres.

La decisión del máximo tribunal de Justicia en Salta volvía atrás y dejaba sin efecto el primer fallo favorable que había conseguido Mirtha, pero ella no se daría por vencida y llevaría la causa a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El 21 de mayo de 2014, el máximo tribunal de Justicia del país falló a su favor y consideró que el solo hecho de que los colectivos no tuvieran conductoras era una muestra suficiente de que se estaba discriminando.

Entonces, la lucha de Mirtha se conoció a nivel nacional. "Una mujer podrá ser colectivera gracias a un fallo de la Corte", titulaba Clarín. "El derecho de Mirtha a ser colectivera", publicaba Página 12. "La Justicia, a favor de una salteña a la que le impedían ser chofer de colectivo", informaba La Nación.

Parecía que la historia había llegado a un final feliz, pero a Mirtha le quedaba mucho camino por delante. Desde el fallo de la Corte Suprema y hasta principios de 2017, más de 70 mujeres fueron contratadas para conducir colectivos en Salta. Sin embargo, ella seguía desocupada y buscando la forma de subsistir hasta ahora.

Ayer se manifestó satisfecha de tener un empleo, aunque no sea al frente de un colectivo. "Agradezco mucho a la empresa por esta oportunidad y al diputado Santiago Godoy, que me ayudó a hacer las gestiones para conseguirla", dijo.

En todos estos años le habían tomado varias pruebas para ser chofer, pero ninguna empresa se decidía a contratar a la salteña que se puso al frente de una lucha por la igualdad en el acceso al trabajo que no todos comparten.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD