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El alcohol lidera el consumo de drogas en el sur

Afirman que hay chicos que consumen desde los 8 años.La Casa Terapéutica María Reina asiste a unas 250 personas.
Miércoles, 30 de agosto de 2017 00:00

El consumo de drogas no distingue barrios ni edades ni sexos. En la poblada zona sur de Salta capital, la Casa Terapéutica María Reina de barrio El Tribuno se convirtió en un centro de referencia en el tratamiento de adicciones y los casos de alcoholismo son el principal motivo de demanda.

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El consumo de drogas no distingue barrios ni edades ni sexos. En la poblada zona sur de Salta capital, la Casa Terapéutica María Reina de barrio El Tribuno se convirtió en un centro de referencia en el tratamiento de adicciones y los casos de alcoholismo son el principal motivo de demanda.

En dos años, el centro trató a 359 personas, de las cuales 17 obtuvieron el alta terapéutica. El consumo de alcohol sigue ocupando el primer lugar. En segundo puesto se ubica el de marihuana y en tercero, el de paco.

El director de la entidad y socioterapeuta, José Hardoy, expresó en diálogo con El Tribuno que, si bien el objetivo principal era asistir a los chicos de 15 años en adelante, recibieron también a niños menores de 13, que ya consumían desde los 8 años. "Al alcohol y a la marihuana se los considera más inofensivos y, con el tiempo, se van naturalizando. La sustancia desvía la mirada del problema real, que es el sujeto, que es saber por qué consume. Es importante conocer el daño físico que produce la sustancia que elige el paciente, pero el centro del tratamiento es ver qué le ocurrió a este sujeto que lo llevó a consumir y esto es lo que hay que trabajar", agregó Hardoy.

En diciembre de 2016, la Secretaría de Adicciones de la Provincia presentó un informe en el que los números ya daban cuenta de esta situación en toda la provincia. "El consumo de alcohol es el predominante aquí y, dentro de las drogas ilegales, hay un consumo importante de marihuana", declaró en aquel momento Martín Teruel a El Tribuno.

A lo largo del 2016, la Secretaría de Adicciones de la Provincia recibió un total de 6.258 consultas, es decir que esa cantidad de personas se acercaron para pedir ayuda e iniciar un tratamiento.

Qué lleva a las drogas

José Hardoy se refirió a algunos de los factores que llevan a los pacientes al consumo. En términos generales, destacó que desde lo social se atraviesa por un momento en que se valora más a los objetos que los sujetos.

"Las instituciones perdieron el sentido de contención social que tenían en años anteriores como las escuelas y los clubes. Los tiempos para compartir son menos, y los valores se fueron perdiendo. A esto se suma el conflicto de la pobreza y la posibilidad de conseguir la droga en la esquina, además, barata", explicó el profesional sobre la realidad que la sociedad salteña vive a diario.

Otro de los factores que influyen está en la familia. "Cuando más chico sea el paciente más implicada está la relación con la familia, que son los padres y abuelos, el abandono y la falta de límites. Y, en esta etapa, se suma la falta de tiempo. El consumo está dejando a la vista la cantidad de carencias que tiene esta familia: de afectos, de valores", detalló.

Hardoy advierte que, a todo esto, se suma un factor particular que va más allá de la familia y tiene que ver con cómo se toleran las situaciones de crisis, los problemas y cómo se enfrentan las frustraciones.

Cómo llegan

Consultado sobre los medios por los que llegan los chicos a recibir asistencia, el profesional detalló que existen tres tipos de demanda en cuanto a los adolescentes. La primera es la que hacen los padres "desde la urgencia de descubrir que los chicos se drogan. Se trataba de chicos que tenían 13 años, algunos que habían comenzado a consumir a los 8. Otros fueron descubiertos recién cuando comenzaban a consumir. Y se pudo trabajar más desde el orden preventivo".

Otra de las formas en las que llegan al tratamiento es a través del colegio. Los preceptores o directores acercan a los chicos pensando en un problema de conducta y resultaba ser un problema de consumo.

También ingresan a través de la Justicia. Son menores de 18 años que fueron detenidos y, a través de la Secretaría de Adicciones, los enviaron a este centro de asistencia.

En la actualidad, la Casa Terapéutica no solo asiste la zona sur de la capital, sino que también trabaja con chicos que llegan de Cerrillos, Rosario de Lerma, La Merced y La Viña.

"Tuvimos casos en los que no solo los chicos consumían sino también los padres. Y en estos casos hay que ver cómo se trabaja esta problemática. Hay que determinar cuál es la urgencia: si es mejor trabajar con los padres y avanzar a través de esa reconstrucción -sin descuidar la asistencia con los hijos-, pero estructurando la asistencia a los padres", contó Hardoy.

Otra de las situaciones que se presentan es la de los adultos que llegan por iniciativa de sus hijos. En la mayoría de los casos, se trata de personas mayores de 60 años con problemas de alcoholismo.

Se asiste más a los varones por consumo

Por lo general, la asistencia terapéutica en la Casa María Reina se da más en varones. De 30 pacientes que asisten, 20 son hombres y el resto mujeres. “De la misma forma se puede ver que el compromiso con el tratamiento es más fuerte en las mujeres. Valoran más su rehabilitación. Con los varones se trabaja de otra manera, incluso los valores porque existe mucha soberbia, también cuenta el grado de consumo”, agregó José Hardoy, destacando cómo el factor cultural influye al momento del tratamiento. 
Desde la Secretaría de Adicciones de la Provincia advierten que la franja más vulnerable de la sociedad ante esta problemática abarca desde un niño de 12 años hasta un hombre de 72. Lo que pone de manifiesto que los consumos problemáticos no son propios de una franja de la población o un subgrupo por edad. 
Hardoy destacó que en la Casa María Reina se realiza diagnóstico, tratamiento ambulatorio y centro de día. “Lo que nos diferencia de otros centros es que proponemos un tratamiento particular. Esto implica trabajar con cada paciente en forma personal. Si bien pueden compartir talleres o espacios, cada uno tiene una realidad personal que lo llevó a una situación de consumo”, explicó el socioterapeuta. 
Se puede cambiar una serie de hábitos que llevaron al consumo, a través de una agenda diaria. En el tratamiento que brinda esta casa, durante todo el día se están modificando hábitos. No solo tiene que ver con dejar de consumir sino con poder modificar hábitos y tener un proyecto. 
El diagnóstico permite determinar si se requiere de un espacio de desintoxicación en el Hospital del Milagro, un espacio de internación como los que tiene la Secretaría de Adicciones o los espacios de centros de día que son para esos chicos que, por ejemplo, no han perdido el ritmo de estudio o de trabajo. 
La gran mayoría está en tratamiento de 9 meses a dos años. 

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