La Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) denunció hoy una "drástica e inesperada" caída de la demanda de aceite de soja a raíz del "arbitrario e injustificado bloqueo impuesto por Estados Unidos a las exportaciones argentinas de biodiésel".
"Dado que el principal insumo para la elaboración del biodiésel exportado es el aceite de soja, producto de la molienda del poroto de soja, resulta en un importante perjuicio para toda la cadena de valor, que se inicia con el cultivo de la oleaginosa, por cuanto se prevé una reducción relativa de precios por el exceso de oferta de la Argentina", advirtió Ciara en un comunicado.
La entidad explicó que "el impacto negativo en la producción de aceite de soja por el bloqueo al biodiésel argentino surge de que el año pasado las exportaciones a Estados Unidos demandaron alrededor de 1,5 millones de toneladas de aceite de soja".
No obstante, alertaron que "probablemente el efecto más pernicioso se producirá en una baja del precio del poroto de soja".
La entidad recordó que en 2016 "el aceite de soja que insumió el biodiésel enviado al mercado norteamericano requirió aproximadamente 7,5 millones de toneladas de poroto de soja".
La cámara adelantó que "respalda las gestiones que realiza el Gobierno argentino para preservar el mercado de Estados Unidos y también para asegurar la reapertura del de la Unión Europea para el biodiésel argentino".
El 22 de agosto último, el gobierno norteamericano decidió aplicar subir aranceles a la importación de biodiésel argentino del 50,29% al 64,17%.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos consideró que las importaciones de biodiésel de Argentina están "subsidiadas" y deberán pagar un arancel de importación adicional.
El argumento para frenar las importaciones sostiene que este combustible argentino tiene subsidios.
Se basan en las retenciones que se aplican a la soja y por las cuales los fabricantes de este combustible en base a la soja compran la materia prima a menor precio, situación que haría desleal la competencia.
A lo largo de 2016, las importaciones de biodiésel provenientes de Argentina e Indonesia -el otro país sancionado- significaron erogaciones de 1.200 millones de dólares y 268 millones de dólares, respectivamente, según un informe del Departamento de Comercio estadounidense.
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La Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) denunció hoy una "drástica e inesperada" caída de la demanda de aceite de soja a raíz del "arbitrario e injustificado bloqueo impuesto por Estados Unidos a las exportaciones argentinas de biodiésel".
"Dado que el principal insumo para la elaboración del biodiésel exportado es el aceite de soja, producto de la molienda del poroto de soja, resulta en un importante perjuicio para toda la cadena de valor, que se inicia con el cultivo de la oleaginosa, por cuanto se prevé una reducción relativa de precios por el exceso de oferta de la Argentina", advirtió Ciara en un comunicado.
La entidad explicó que "el impacto negativo en la producción de aceite de soja por el bloqueo al biodiésel argentino surge de que el año pasado las exportaciones a Estados Unidos demandaron alrededor de 1,5 millones de toneladas de aceite de soja".
No obstante, alertaron que "probablemente el efecto más pernicioso se producirá en una baja del precio del poroto de soja".
La entidad recordó que en 2016 "el aceite de soja que insumió el biodiésel enviado al mercado norteamericano requirió aproximadamente 7,5 millones de toneladas de poroto de soja".
La cámara adelantó que "respalda las gestiones que realiza el Gobierno argentino para preservar el mercado de Estados Unidos y también para asegurar la reapertura del de la Unión Europea para el biodiésel argentino".
El 22 de agosto último, el gobierno norteamericano decidió aplicar subir aranceles a la importación de biodiésel argentino del 50,29% al 64,17%.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos consideró que las importaciones de biodiésel de Argentina están "subsidiadas" y deberán pagar un arancel de importación adicional.
El argumento para frenar las importaciones sostiene que este combustible argentino tiene subsidios.
Se basan en las retenciones que se aplican a la soja y por las cuales los fabricantes de este combustible en base a la soja compran la materia prima a menor precio, situación que haría desleal la competencia.
A lo largo de 2016, las importaciones de biodiésel provenientes de Argentina e Indonesia -el otro país sancionado- significaron erogaciones de 1.200 millones de dólares y 268 millones de dólares, respectivamente, según un informe del Departamento de Comercio estadounidense.