Con ocho años Enrique Pfister siente admiración por Kevin Benavides y el multicampeón italiano Valentino Rossi. Los tres tienen en común el uso de la moto para desandar su pasiones en el mundo del deporte, pero salvando las distancias, este pequeño corredor salteño ya tiene en su haber cerca de 80 copas producto de sus buenos resultados en el enduro y el motocross.
Arrancó participando en el Enduro del Valle, competencia que hace años viene organizando Michi Echazú en el circuito de El Encón. Después le sumó el motocross a su actividad deportiva y en esta última modalidad del motociclismo comenzó a competir a nivel nacional.
Su última presentación fue a principios del corriente mes en Córdoba; con el número 65 en la espalda mantuvo su invicto al sumar su tercer triunfo consecutivo en el Campeonato Argentino y pasó a ser líder de la categoría minicross B con 120 puntos. Al segundo le sacó 34 puntos de ventaja cuando queda una sola fecha para cerrar la temporada. Enrique tiene en la mira su primer campeonato argentino.
“La largada y la primera curva es lo más difícil de correr. Muchos se caen en la primera”, sentencia Enrique, recordando que alguna vez le pasó, pero rápidamente se levantó para seguir en competencia. Cuando pasa la largada y la primera curva el salteño toma confianza para encarar el resto del circuito hasta ser el primero en ver la bandera a cuadros.
Lo que sabe del mundo de las motos lo comenzó a descubrir en el Enduro del Valle. Allí ganó todos los campeonatos que disputó incluso frente a rivales que lo superaban en edad. Actualmente sigue corriendo en El Encón, pero a veces la superposición de fechas con el Argentino lo llevan a elegir el certamen nacional. Pero no se olvida de ese circuito que lo vio correr por primera vez y en el que ahora compite en cuatro categorías.
“Mi papá me prepara la moto. En los entrenamientos yo le digo qué tiene que hacer y lo hace. Después en la carrera está todo bien”, agregó Enrique, que en cada una de sus presentaciones cuenta con el apoyo de toda su familia.
En noviembre volverá a subirse a la moto para la última fecha del Argentino donde irá por el campeonato; luego viajará a Estados Unidos para competir en la Florida con el objetivo de seguir cumpliendo sueños y fortalecer cada metro que correr subido a la moto.
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Con ocho años Enrique Pfister siente admiración por Kevin Benavides y el multicampeón italiano Valentino Rossi. Los tres tienen en común el uso de la moto para desandar su pasiones en el mundo del deporte, pero salvando las distancias, este pequeño corredor salteño ya tiene en su haber cerca de 80 copas producto de sus buenos resultados en el enduro y el motocross.
Arrancó participando en el Enduro del Valle, competencia que hace años viene organizando Michi Echazú en el circuito de El Encón. Después le sumó el motocross a su actividad deportiva y en esta última modalidad del motociclismo comenzó a competir a nivel nacional.
Su última presentación fue a principios del corriente mes en Córdoba; con el número 65 en la espalda mantuvo su invicto al sumar su tercer triunfo consecutivo en el Campeonato Argentino y pasó a ser líder de la categoría minicross B con 120 puntos. Al segundo le sacó 34 puntos de ventaja cuando queda una sola fecha para cerrar la temporada. Enrique tiene en la mira su primer campeonato argentino.
“La largada y la primera curva es lo más difícil de correr. Muchos se caen en la primera”, sentencia Enrique, recordando que alguna vez le pasó, pero rápidamente se levantó para seguir en competencia. Cuando pasa la largada y la primera curva el salteño toma confianza para encarar el resto del circuito hasta ser el primero en ver la bandera a cuadros.
Lo que sabe del mundo de las motos lo comenzó a descubrir en el Enduro del Valle. Allí ganó todos los campeonatos que disputó incluso frente a rivales que lo superaban en edad. Actualmente sigue corriendo en El Encón, pero a veces la superposición de fechas con el Argentino lo llevan a elegir el certamen nacional. Pero no se olvida de ese circuito que lo vio correr por primera vez y en el que ahora compite en cuatro categorías.
“Mi papá me prepara la moto. En los entrenamientos yo le digo qué tiene que hacer y lo hace. Después en la carrera está todo bien”, agregó Enrique, que en cada una de sus presentaciones cuenta con el apoyo de toda su familia.
En noviembre volverá a subirse a la moto para la última fecha del Argentino donde irá por el campeonato; luego viajará a Estados Unidos para competir en la Florida con el objetivo de seguir cumpliendo sueños y fortalecer cada metro que correr subido a la moto.