En medio de las serranías ubicadas al oeste de San José de Metán, en el humilde barrio El Jardín, se encuentra el comedor y merendero denominado "Esta es tu mesa". En un ejemplo de solidaridad, es impulsado por la vecina Noelia Banega y por su esposo, Luis Tévez. La mujer tiene 31 años y es madre de cinco hijos.
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En medio de las serranías ubicadas al oeste de San José de Metán, en el humilde barrio El Jardín, se encuentra el comedor y merendero denominado "Esta es tu mesa". En un ejemplo de solidaridad, es impulsado por la vecina Noelia Banega y por su esposo, Luis Tévez. La mujer tiene 31 años y es madre de cinco hijos.
En el fondo de su casa acondicionaron como pudieron un sector para alimentar a todo aquel que llegue a solicitar un plato de comida o un mate cocido con pan. El comedor es solventado por la familia, con la colaboración de comerciantes y vecinos de San José de Metán, que siempre en estos casos demuestran ser muy solidarios.
"Se ha creado porque yo había hecho una promesa a la Virgen de Urkupiña. Le dije que si yo lograba tener mi casita iba a poner un comedor para chicos necesitados. Luego mi marido ganó un juicio y lo logramos, por eso le estoy cumpliendo a la Virgencita", dijo Banega.
La mujer dijo que alimentar a los niños era algo que siempre había anhelado. "Esto es un sueño cumplido. Hicimos la galería, construimos los mesones, vendí algunas cosas y con eso comenzó a funcionar", destacó la mujer.
Al nuevo comedor concurren 40 chicos de distintas edades y cuatro ancianos.
En el lugar se brinda el almuerzo y la merienda.
"En esta zona hay muchas necesidades porque las familias de estos niños son de muy bajos recursos, al igual que nosotros. Pero creo que entre todos nos tenemos que ayudar. Muchos pequeños nos dicen que sus padres, muchas veces, no tienen para darles de comer y eso es algo doloroso", dijo.
Solidaridad
Pero además de la solidaridad de los metanenses, el comedor "Esta es tú mesa" recibe la visita de vecinos e instituciones. El martes pasado había cantos, risas, aplausos y mucha alegría debido a que un grupo de jóvenes de la iglesia evangélica Casa de Dios llegó al lugar. "Las puertas están abiertas para todos", remarcó Banega.
"Lo que estamos haciendo, con la ayuda diaria de doña Isolina González, que colabora en las tareas, me llena el corazón. Sobre todo acá le damos mucho amor a los chicos", destacó Banega.
La mujer dijo que salen a pedir donaciones y que su esposo trabaja como cafetero en la zona de la ruta nacional 9/34. "Juntos conseguimos todos los días para poder cocinarle a los chicos. Estamos felices y satisfechos por esta acción que estamos llevando adelante con mucho esfuerzo", remarcó.
Es un desafío diario para la humilde familia que es un ejemplo de solidaridad y, por sobre todo, de amor al prójimo. Esta familia vive y practica realmente los actos de misericordia que tanto viene solicitando el papa Francisco.
"Muchos nos están donando, pan, verduras y mercaderías. Publicamos en Facebook lo que vamos necesitando y la gente se llega", concluyó.
Para colaborar, comunicarse al número 03876-15548699.