Muchas queja se registraron tanto en las redes sociales como así también de los vecinos de Rosario de la Frontera que manifestaron su malestar por la gran cantidad de basura que quedó arrojada y distribuida en los alrededores de la plaza, luego de las celebraciones por el Milagro.
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Muchas queja se registraron tanto en las redes sociales como así también de los vecinos de Rosario de la Frontera que manifestaron su malestar por la gran cantidad de basura que quedó arrojada y distribuida en los alrededores de la plaza, luego de las celebraciones por el Milagro.
Muchos expresaron que ni la gente ni los feriantes saben cuidar la higiene y solicitaron al municipio que se tomen medidas para el próximo año ya que cada uno tuvo que limpiar por sus propios medios. Todos apuntan a que no solo se trata de recaudar impuestos, sino que se deben dejar las calles en condiciones para que la vida continúe su ritmo normal en la ciudad.
Salvo por el problema y el malestar que generó la gran cantidad de basura en las calles, en Rosario de la Frontera, el fervor popular demostró una vez más que está por encima de todas estas cosas.
Cerca de las 17, cuando estaba por darse inicio a la procesión por las principales calles de Rosario de la Frontera en honor al Señor y Virgen del Milagro, una fuerte llovizna acompañada de viento y baja considerable de la temperatura conformaron un panorama poco alentador y desapasible.
Sin embargo, entre sombrillas y capas de plástico la comunidad católica demostró una vez más su devoción a los patronos tutelares de Salta.
"Cuando comenzó a llover nos mirábamos y pensábamos que no iba a venir nadie. Entre el frío y la lluvia todo hacía suponer que no serían muchos quienes participen de la fiesta religiosa. Sin embargo, fue una alegría inmensa poder ver tanta gente y que nada haya podido impedir esta enorme manifestación de fe", expresó el párroco Pablo Cestonaro, durante la celebración de la santa misa posterior a la muestra de fe.
Cubrieron las imágenes
Con las imágenes cubiertas por plásticos para protegerlas del agua, la procesión comenzó desde la parroquia ubicada en el barrio Villa Manuela por calle 20 de Febrero hasta llegar a la intersección con Cantón.
Continuó por 25 de Mayo hasta llegar a Belgrano y luego por ésta hasta Avenida Sarmiento.
Para terminar, se regresó por Mitre hasta que nuevamente en la 20 de Febrero las campanas comenzaron a sonar y los pañuelos blancos se desplegaron en las manos de cada uno de los miles de vecinos que quisieron formar parte de esta masiva manifestación de fe, que año a año se verifica a lo largo y a la ancho del extenso territorio provincial.
Cabe recordar al respecto que celebraciones similares de viven en Orán y antes en Metán y luego en Campo Santo
Posteriormente, los sacerdotes oficiaron la eucaristía y dejaron claro un mensaje para llevar alegría a cada uno de los hogares de los rosarinos.
Desfile de gauchos
Si bien muchos se fueron luego de la festividad religiosa, gran parte se quedó a presenciar el desfile de las distintas agrupaciones y fortines guachos que nuevamente dijeron presentes este 15 de septiembre como siempre.
Por cuestiones obvias el clima no favoreció a los artesanos y vendedores que se apostaron alrededor de la plaza, dado que la fiesta es aprovechada por trabajadores locales y otros que llegan de zonas aledañas para tener un respiro económico.