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Tigre, el botín político más preciado del macrismo

Domingo, 17 de septiembre de 2017 00:00

A mediados de junio pasado, una visita de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y del presidente Mauricio Macri a Tigre terminó siendo noticia por el abucheo que militantes kirchneristas, en su mayoría docentes de Suteba, le espetaron a ambos funcionarios.

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A mediados de junio pasado, una visita de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y del presidente Mauricio Macri a Tigre terminó siendo noticia por el abucheo que militantes kirchneristas, en su mayoría docentes de Suteba, le espetaron a ambos funcionarios.

Tres meses después, en plena campaña electoral, en el massista distrito de Tigre sospechan que Vidal más temprano que tarde podría desembarcar nuevamente en ese territorio para encabezar una especie "operativo revancha", mostrarse cerca de los vecinos y apuntalar aún más a sus candidatos locales.

En ese partido del norte del conurbano son conscientes de que el frente 1País que lideran el cacique tigrense Sergio Massa y la paladina anti-

corrupción Margarita Stolbizer obtuvo resultados bastante menos alentadores que los que esperaba en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 13 de agosto pasado, y que, en consecuencia, los arquitectos políticos del macrismo han comenzado a oler sangre allí.

En el distrito que utilizó como trampolín Massa para lanzarse a competir en las grandes ligas de la política nacional, la precandidata más votada en las PASO fue Gisela Zamora, esposa del intendente local Julio Zamora, aunque superó por escaso margen al galán de telenovelas y jefe de la Unidad de Gestión Integral de la Anses de Tigre, Pedro "Segundo" Cernadas, abanderado del frente Cambiemos en ese partido.

Cernadas, que cosechó un millar de votos menos que la mujer del jefe comunal en agosto pasado, se postula como primer candidato a concejal por el macrismo y busca regresar al cuerpo legislativo local, después de haber renunciado a su banca para asumir en abril del año pasado en la filial local de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).

Gisela Zamora, por su parte, obtuvo el respaldo de unos 100 vecinos más que Massa allí en Tigre, aunque el exintendente logró imponerse a sus competidores Esteban Bullrich y Cristina Kirchner (Unidad Ciudadana). En este contexto, lo que entusiasma al macrismo es que el precandidato a senador nacional de 1País venció a su colega de Cambiemos por apenas 750 votos.

La postulante a diputada de la Nación por el oficialismo, Graciela Ocaña, en tanto, le ganó al massista Felipe Solá y en la contienda de precandidatos a senadores bonaerenses 1País también quedó relegado a un segundo puesto en Tigre.

Perder el municipio

El desempeño del massismo en las PASO encendió luces de alerta en el distrito, frente a la posibilidad de que el llamado "voto útil" conspire contra las aspiraciones de 1País de mejorar en octubre su rendimiento de agosto. Un tropiezo en las urnas el mes que viene ubicaría al oficialismo local en zona de riesgo con miras a las elecciones de 2019.

El peligro latente de perder el municipio en manos de Cambiemos claramente se incrementaría en el que caso de que la principal fuerza política de Tigre, el massismo, trastabille en octubre y tenga que resignar, por ejemplo, la mayoría de la que disfruta en el Concejo Deliberante local.

En este marco, Tigre se ha convertido en el botín político más preciado del macrismo en la zona norte del conurbano e incluso después de los comicios.

Dependiente del resultado lógicamente, los estrategas de la coalición de Gobierno hasta podrían intentar seducir a Zamora para que rompa con Massa y empiece a jugar en filas de Cambiemos con vistas a 2019.

"Por ahora Zamora se mantiene firme con Massa, están haciendo campaña juntos y están bien. Pero alguien de Cambiemos ya nos avisó (queremos ganar Tigre con o sin Zamora). Así que sabemos que se nos van a venir con fuerza", dijo a NA una fuente cercana a la jefatura comunal tigrense.

Mientras tanto, el líder de 1País, que si no logra arañar una banca en la Cámara Alta en estas elecciones deberá volver al llano a partir del 10 de diciembre próximo, de igual modo que su compañera de aventuras Stolbizer, ya tomó la decisión de cambiar su estrategia de campaña y encarar las semanas que se avecinan con un perfil más "vecinalista".

Según pudo averiguar la agencia Noticias Argentinas, el exfuncionario del kirchnerismo contrató a nuevos asesores publicitarios e intentará mostrarse más cerca de los vecinos, sobre todo en su terruño, allí donde una derrota frente a Cambiemos podría resultar devastadora para él, especialmente desde lo simbólico: "Massa perdió hasta en Tigre".

Y claramente si existen dirigentes que saben otorgar a los simbolismos todo el valor que se merecen en política son los peronistas, como quedó demostrado, por ejemplo y sin ir más lejos en el tiempo, en el reciente homenaje a Antonio Cafiero en el cementerio de San Isidro, donde referentes del PJ, camporistas y kirchneristas se reunieron para recordar los 30 años de su triunfo en la provincia de Buenos Aires frente al radical Juan Manuel "Cachi" Casella en 1987.

Una agenda en discusión

En ese tributo a Cafiero estuvo Zamora junto a otros massistas, como el legislador bonaerense Sebastián Galmarini. Menuda sorpresa se llevaron al ver que entre los presentes figuraban un puñado de lugartenientes de la agrupación ultra-K La Cámpora, entre ellos, Eduardo "Wado" De Pedro, al igual que Oscar Parrilli, histórico delegado político de Cristina.

Tanta urticaria les generó a los massistas verlos allí, en especial a Galmarini, que el cuñado del líder del Frente Renovador optó por guardarse en el bolsillo una carta de adhesión que había llevado hasta el cementerio sanisidrense con la intención de leerla en público.

 

 

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