¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

23°
23 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Inclusión laboral, un desafío social que finalmente se hace realidad

Una clínica empleó a jóvenes con discapacidad intelectual a través de un programa nacional. Especialistas destacan la apertura del sector privado
Martes, 19 de septiembre de 2017 00:00

El licenciado Hugo Fiamberti, especialista en inclusión laboral, estuvo pocos días atrás monitoreando el proceso que lleva adelante el Sanatorio Gemes y la Asociación Apanin (Asociación Civil de Apoyo a las Personas con Discapacidad).

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El licenciado Hugo Fiamberti, especialista en inclusión laboral, estuvo pocos días atrás monitoreando el proceso que lleva adelante el Sanatorio Gemes y la Asociación Apanin (Asociación Civil de Apoyo a las Personas con Discapacidad).

Fiamberti, licenciado en Trabajo Social de la Fundación Parque, uno de los especialistas más importantes en inclusión laboral del país, vino a trabajar con el equipo de Apanin y el Sanatorio Gemes.

Concretó el cierre de capacitaciones y evaluó el proceso a través del cual se incorporó a 3 jóvenes con discapacidad intelectual para trabajar en distintas áreas del sanatorio.

El profesional dijo estar admirado y sorprendido por los logros de los chicos, el sanatorio y el equipo que se animó a esta experiencia.

La experiencia que llevan adelante el Sanatorio Gemes y Apanin de incorporar a tres jóvenes con discapacidad intelectual para trabajar en distintas áreas del complejo sanitario fue evaluada por el especialista, quien destacó la sensibilidad y la valentía de la empresa y la autoestima, la seguridad y la alegría de los jóvenes.

Hugo Fiamberti integra la Comisión de Discapacidad de la Universidad Nacional de General Sarmiento y dirige la Diplomatura de Gestión en Servicios de Discapacidad en el Instituto Universitario del Gran Rosario.

Es uno de los especialistas más importantes en inclusión laboral del país.

Explicó que para poder llevar adelante este programa de empleo hacen falta tres patas. Una pata es el mediador: es el que genera todo el programa, establece las pautas, las metas que se van evaluando, las correcciones, que es Apanin. La otra pata fundamental es la empresa, el Sanatorio Gemes. "Lo felicité a Gustavo González (socio fundador) no solo por la decisión política de trabajar bajo esta modalidad de abrir las puertas como las abrieron, sino del concepto claro que tienen de lo que es la inclusión laboral".

La tercera pata es la de los trabajadores, que una vez que estén funcionando los apoyos naturales deberían estar trabajando, cumpliendo consignas, como cualquier otro empleado.

Fiamberti comentó que no hay muchas experiencias en el país de este tipo: en Córdoba, en Buenos Aires, la Fundación Discar, la Fundación Par, ASDRA, ADei, fundaciones y asociaciones que trabajan hace muchos años la temática y que los hacen con multinacionales.

"Que esto se haya producido en el interior de una provincia realmente es muy bueno, es muy positivo y más en el contexto nacional que estamos viviendo. Es maravilloso que haya un espacio en donde se puedan generar oportunidades, que es lo que hace el Sanatorio Gemes: generar las oportunidades para que el otro pueda ser, pueda ejercer un derecho", aseguró.

Dos meses de inclusión

A partir del 3 de julio, esa clínica incluyó a los jóvenes con capacidades diferentes para que desarrollen una actividad laboral en distintas áreas, como atención a las personas y mesa de entrada, cocina, mantenimiento y facturación.

Marta Bonillo, presidenta de la comisión directiva de Apanin, explicó que "concretar este proyecto demandó tres años. Cuando armamos la comisión directiva teníamos como meta que los jóvenes y adultos que asisten a la institución no la consideren solo como un lugar de contención por algunas horas, sino para ayudarlos en una forma más integral y amplia".

El programa

Este plan cuenta con el aporte del programa Empleo Joven de la Municipalidad oranense, ya que permitirá darle a los jóvenes un sustento mientras trabajen en el sanatorio. Está estipulado hacerlo en un período de 6 meses con capacitaciones y con un acompañante terapéutico de Apanim que estará con ellos dentro de la clínica en forma permanente.

"En este trabajo, el alumno tiene que ir con apoyo, por eso el programa se llama Empleo con Apoyo y supone el acompañamiento de personal especializado, que conoce de educación especial y puede orientar al personal de esa empresa con respecto al trato y la ayuda que pueda necesitar el trabajador con una discapacidad para que logre hacer su tarea, progresivamente, con los requisitos que tiene este trabajo formal", explicó Bonillo.

Claros objetivos 

Marta Bonillo dijo que el objetivo es “que sean reconocidos en sus habilidades, en sus capacidades y que la tarea sea cumplida con todas las reglas”.
Desde la clínica
el gerente del sanatorio, Gustavo González, dijo que la empresa emprende el programa como una apertura a la comunidad, encuadrada en la responsabilidad social empresaria. “Miramos a este grupo porque la tasa de personas con capacidades diferentes es alta, sobre todo en el norte, y cuando terminan su escolaridad no tienen una continuidad real de inserción. Quedan a la deriva con una sociedad que los va aislando y a lo único que pueden aspirar es a tener una pensión, sin otra expectativa”, señaló González.
Aseguró que buscan “dar un sentido amplio de productividad y contención”.

.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD