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“Queremos dejar una huella como la que dejó nuestro padre acá en Gimnasia”

El Tribuno juntó en el Gigante del Norte a la dinastía Herrera: el recordado Venancio y sus hijos mellizos Luciano y Agustín, unidos por una misma pasión. Pasado y futuro.
Sabado, 02 de septiembre de 2017 22:26

Venancio Herrera (53 años) y sus florecientes “semillas”, los mellizos Luciano y Agustín (21), tienen muchas cosas en común: están unidos por la misma sangre, llevan el amor filial como bandera, aman el fútbol y los tres son hijos de una tierra bendita para la pelota: Ledesma, la cuna de grandes e inolvidables cracks como Ariel Ortega, Pedro Guiberguis e Isidro Iturrieta. El Tribuno juntó en una charla imperdible a la familia Herrera y el lugar escogido no podría haber sido otro que la platea del Gigante del Norte, aquella que ovacionó a Venancio en los ascensos de Gimnasia y Tiro en la dorada década del 90 y que, a su vez, está ávida de vibrar en el futuro con sus hijos: Agustín (defensor) y Luciano (delantero), quienes integran el plantel superior del albo y sueñan con tener una chance y brillar en el Federal A.

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Venancio Herrera (53 años) y sus florecientes “semillas”, los mellizos Luciano y Agustín (21), tienen muchas cosas en común: están unidos por la misma sangre, llevan el amor filial como bandera, aman el fútbol y los tres son hijos de una tierra bendita para la pelota: Ledesma, la cuna de grandes e inolvidables cracks como Ariel Ortega, Pedro Guiberguis e Isidro Iturrieta. El Tribuno juntó en una charla imperdible a la familia Herrera y el lugar escogido no podría haber sido otro que la platea del Gigante del Norte, aquella que ovacionó a Venancio en los ascensos de Gimnasia y Tiro en la dorada década del 90 y que, a su vez, está ávida de vibrar en el futuro con sus hijos: Agustín (defensor) y Luciano (delantero), quienes integran el plantel superior del albo y sueñan con tener una chance y brillar en el Federal A.

 ¿Qué significa para Venancio Herrera volver a Gimnasia?
Venancio:
Una emoción muy grande, es volver a casa. Cada rincón de este club me trae recuerdos. Ahora viendo si los pollos andan o no (risas). 
¿Qué te genera ver que tus hijos sigan tus pasos y justo acá?
Estoy contento por ellos, por todo lo que pasaron, espero que ahora lo disfruten y aprovechen. Botella (el DT) los vio bien a los dos, los tuvo en cuenta y hay que agradecerle.

¿Los aconsejas mucho?
Yo a mis hijos les recalco más los errores, porque de eso se aprende. Espero que tengan la suerte que yo tuve, me dijeron que no me iban a defraudar. Que cosechen lindos frutos en el lugar donde su padre jugó sería lindo, ellos dicen que van a borrar la imagen que yo dejé acá en Salta (risas). Yo hago mucho más hincapié en Agustín por el puesto de defensor, le estoy corrigiendo los errores, lo aconsejo. Luciano, que es delantero, ya tiene sus cualidades propias y un poco más de experiencia, se golpeó de chico en Buenos Aires. Ahora tienen que demostrar los dos, ya les dije que está en ellos. 

¿Seguís a Gimnasia a la distancia?
Sí, lo seguí en la etapa final del último torneo y le faltó un poquito de suerte. Espero que sigan con esa mentalidad ganadora, hay que darle un poquito más de fuerza en el final y ojalá pueda llegar ese ascenso.

Se tiende a comparar mucho la época de los ascensos de ustedes con las frustraciones actuales...
Es inevitable. En mi época la mayoría éramos jugadores del norte. Sin despreciar a los que están ahora, poníamos más corazón en la cancha. No había estrellas y se armó un lindo grupo humano, eso es lo que más valoro. En base a eso logramos los ascensos. Hoy, por mis hijos, vi todos los partidos de la primera local de Gimnasia en el Anual y veo que hay potencial en los chicos. Creo que les está faltando más oportunidades, más impulso. En Ledesma también hay jugadores bárbaros que no tienen la oportunidad. Hay futuro, pero apuntan a otro lado.
 

Luciano y Agustín, ¿cómo viven esta etapa con el éxito en el Anual, la convocatoria al plantel superior y lo bien que se está hablando de ustedes?
Luciano:
Estoy muy feliz de volver a jugar con Agustín. Nos está yendo muy bien, somos muy unidos. Estamos agarrando confianza en los amistosos y sumando experiencia en el plantel superior. 
Agustín: Se armó un lindo grupo. Duilio nos respalda, confía y nos dijo que nos iba a tener en cuenta. Hay que meterle día a día. Habrá una linda competencia. Julio (Villarino) y el Colo (Zuvinikar) me dicen siempre cómo tengo que marcar, son grandes personas. Tengo que verlos a ellos para aprender, para luego entrar a jugar más tranquilo. Jugar un Federal A con mi hermano como titulares sería un sueño y una felicidad enorme para mi familia y para mi papá, que quiere tanto a este club. 

Cuéntenme de sus inicios...
Luciano:
Arranqué jugando en Atlético Ledesma, jugué un año con mi hermano y salimos campeones. Luego me fui a Alberdi, ahí estuve un año y posteriormente se me dio la chance de ir a Buenos Aires: tuve varias pruebas en las que no me fue bien y al año siguiente volví a intentar y quedé en All Boys, donde estuve tres años. Ahí, un representante me llevó a River, donde tras una prueba me quedé dos años y aprendí mucho. Hasta que me vine a Gimnasia. Justo mi hermano venía para Salta, él me contó que es un lindo club y organizado. Pasé una prueba, me gustó y me quise quedar acá. 
Agustín: Yo estuve jugando en Gimnasia de Jujuy y me fui a jugar Federal B porque el DT de primera no me iba a tener en cuenta. Me fui a préstamo a Tiro y Gimnasia de San Pedro y me fue bien. Volví a San Salvador y justo mi viejo me habló de este club, vine, quedé y me gustó.

¿Influyó la historia de su padre en este club para venir a probar suerte?
Luciano:
Si, él me habló de Gimnasia desde chico. Eso, más la chance de volver a jugar con mi hermano, influyeron para que me quede acá.
Agustín: Siempre veíamos los videos de mi papá, por eso estar acá es una alegría inmensa, pero no nos podemos relajar, nuestro padre nos inculcó el orgullo de vestir esta camiseta.

¿Cómo se describirían como futbolistas, para el hincha que está ansioso por verlos?
Luciano:
Soy rápido, tengo tranco largo, voy fuerte en las divididas y tengo buena pegada. Botella me da indicaciones de cómo marcar porque yo me perdía, al primer amistoso lo jugué como un falso 9. Y en el segundo fui de delantero. Tengo compañeros como Toledo, Garavano, que me dan consejos de cómo moverme. Motta también me aconseja y me reta un poquito (risas), pero es para mi bien y estoy agradecido.
Agustín: Un defensor fuerte que va bien de arriba y que a veces le gusta salir jugando. Como mi papá, dejo todo en la cancha.
Luciano: Esperemos hacer olvidar la historia de nuestro viejo (risas). Pero más que nada queremos darle una satisfacción y que se sienta orgulloso de nosotros viéndonos triunfar en Gimnasia, por todas las cosas que él nos da. Trabajando a full para cerrarle la boca (risas).

¿Cuánto tuvo que ver Venancio en este camino elegido?
 Agustín:
Nuestro papá de chicos nos llevó a la cancha y de chicos quisimos ser esto que somos, jugadores de fútbol. Tuvo muchísimo que ver.
Luciano: Mucho. Queremos dejar una huella, como dejó nuestro padre en Gimnasia. Cuando nos toque entrar, ojalá que no soltemos más la camiseta, como él nos dice.
 

"Más famosos que el padre"

“Ojalá sean más famosos que yo. Les inculco la educación y la conducta, eso los va a llevar lejos. Están jugando y están estudiando a la vez, con eso los tengo cortitos”, confesó Venancio sobre la relación padre-hijo con los mellizos. ¿Qué es de la vida de Venancio hoy? “Trabajo en la empresa Ledesma y con Pedro e Isidro seguimos ligados al fútbol. Hoy disfruto lo que no pude hacer en mi época de jugador”. 
En relación a aquel pasado glorioso del que Venancio fue protagonista, allá por los comienzos de los '90, el ex lateral izquierdo emblema del albo evocó: "El recuerdo que nunca olvido es ver explotar el 23 de Agosto de hinchas salteños en la final de 1992 para ascender a la B Nacional. A esa final nos acompañaron muchísimos y lo terminamos ganando 4 a 2 y ascendiendo de la mano de Ricardo Aniceto Roldán, antes de la llegada de Ricardo Rezza. Gimnasia es especial, tenés que querer la camiseta. El Coya Castellano y yo somos los que más partidos jugamos desde la primera local hasta la Primera División, de un solo tirón", rememoró.
 

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