Caminar por la plaza 9 de Julio volvió a ser dificultoso por la cantidad de palomas que hay. Según se conoció, se sacó de la plaza el sistema de ultrasonido que espantaba a las aves, por lo que ahora regresaron.
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Caminar por la plaza 9 de Julio volvió a ser dificultoso por la cantidad de palomas que hay. Según se conoció, se sacó de la plaza el sistema de ultrasonido que espantaba a las aves, por lo que ahora regresaron.
El monumento al general Juan Antonio Álvarez de Arenales, tantas veces restaurado, otra vez está perdiendo su gloria y su color debido a la cantidad de heces que tiene encima.
Apenas había pasado un mes de la nueva gestión municipal, en enero de 2016, y desde la Secretaría de Turismo se había impulsado la colocación en la plaza de los equipos de ultrasonido para combatir las palomas. Consistía en la emisión de un sonido que era casi "imperceptible" a los oídos humanos, pero muy sensible a las palomas.
Estas, al verse expuestas, volaban asustadas y no volvían a asentarse allí. El sonido salía por parlantes colocados mediante un cableado alrededor del monumento a Arenales y sonaba cada 15 minutos.
Según se supo, los parlantes sufrieron el vandalismo de personas que están en la plaza y que les "molestaba" el ruido. Personal municipal retiró el sistema porque ya no funcionaba.
Planes a futuro
Consultado sobre el tema, el subsecretario de Políticas Ambientales y Saneamiento Urbano, Benjamín Cruz, destacó que sin el ultrasonido "se está trabajando en proyectos para resolver el problema en un futuro que no es inmediato".
"El problema no solo se trata de que la materia fecal dañe los monumentos históricos, sino que las palomas también son transmisoras de enfermedades, como meningitis por criptococo y sobre eso queremos trabajar para prevenirlas", indicó.
Como parte de ese proceso, a través del programa "Formando Formadores Ambientales" varios docentes presentaron proyectos institucionales. De allí surgieron alternativas que podría implementar el municipio.
Una de ellas -según adelantó el funcionario- consiste en trasladar las palomas a un lugar adecuado en el parque San Martín, donde se construirían jaulas.
Para lograrlo, el municipio tendría se trabajar en conjunto con los vendedores de maíz, ya que el municipio les entregaría -para vender- alimentos con anticonceptivos para las palomas, lo que evitará su reproducción.
Además, se les cortará el suministro de agua dado que solo pueden vivir 9 horas sin ella, por lo que se espera que naturalmente las aves buscarán una fuente de agua lejos de la plaza principal.
Una vez que esto suceda, se estima que solas volarán a las jaulas provistas para ellas en el parque y de esta manera, no se atentará contra las palomas.
Contracara
Un vista completamente diferente hay a no muchas cuadras del corazón de la ciudad. Frente a la Legislatura se encuentra el monumento a Hernando de Lerma, pero la situación es otra. Casi no hay palomas y la estatua se encuentra en muy buenas condiciones.
A diferencia de la plaza 9 de Julio, en la plaza Gemes no hay vendedores de maíz, ni tampoco se ve personas alimentando palomas. Las aves que frecuentan la zona eligen apostarse en la plaza trasera del palacio legislativo. "Ahí están en su hábitat y tienen sombra", reflexionó la cuidadora de la plaza.