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River debe golear para lograr la hazaña ante Wilstermann

El millonario, en el desafío más grande del ciclo de Gallardo, recibe a los bolivianos a las 19.15, en un Monumental repleto, con la consigna de remontar un 3-0 para llegar a las semifinales de la Libertadores.
Miércoles, 20 de septiembre de 2017 22:21

River Plate recibirá esta tarde, desde las 19.15, a Jorge Wilstermann de Bolivia, en lo que será el desafío más grande del ciclo de Marcelo Gallardo en el club: remontar un 3-0 en contra para clasificar a las semifinales de la Copa Libertadores.
El partido, por la vuelta de los cuartos de final, se disputará en un estadio Monumental que se presume estará repleto, con el arbitraje del chileno Julio Bascuñán.
La dura derrota por 3-0 sufrida en la altura de Cochabamba la semana pasada obliga a River a ganar por el mismo resultado para forzar una definición por penales y por cuatro goles de diferencia para seguir en la llave que encontrará al vencedor de la serie entre San Lorenzo (2) y Lanús (0).
Desde el comienzo del ciclo exitoso del Muñeco, que lleva cinco títulos internacionales y una Copa Argentina, el equipo nunca había perdido por tres goles de diferencia en la Copa Libertadores, por lo que el duelo de hoy representa el desafío más importante de los últimos tres años.
Además, estará en juego la continuidad en el torneo que se convirtió en el objetivo principal del club luego de conquistar la edición 2015.
El reto para Gallardo es todavía mayor si se tiene en cuenta que desde que comenzó la fase final del certamen perdió a los goleadores del equipo, Driussi y Alario, ambos transferidos.
Por este motivo, no llama la atención que la única duda que tiene el Muñeco para confirmar la formación pasa por el acompañante de Scocco en ataque. El colombiano Rafael Santos Borré, quien jugó de manera poco convincente en Bolivia, mejoró la imagen con un gol en la victoria sobre San Martín de San Juan, como visitante, por la Superliga. El otro candidato es Carlos Auzqui, quien en ocho partidos que disputó en esta edición (tres desde el inicio) no marcó goles.
El resto del equipo también deberá estar a la altura para lograr el objetivo. Germán Lux deberá ratificar la confianza que le dio Gallardo; los laterales Moreira y Casco tendrán que ser extremos; el capitán Leo Ponzio estará obligado a ser el equilibrio del medio plagado de jugadores de buen pie.
Ignacio Fernández y Enzo Pérez le deberán dar fluidez al juego y Pity Martínez tendrá que aportar la velocidad y el vértigo que necesitará el ataque para romper la barrera defensiva de Wilstermann.
A pesar de no haber jugado un buen partido en la ida, River generó muchas situaciones de gol y desde allí nace la confianza que tiene el plantel -y también los hinchas que agotaron las entradas- para lograr la remontada histórica.
Con la finalización del contrato de Gallardo a fin de año y un futuro todavía incierto, el partido toma más trascendencia, ya que el mundo millonario pretende que el cierre de una etapa exitosa y de felicidad no sea apresurado ya que el sueño tiene como destino final el Mundial de Clubes en Abu Dhabi.
Del otro lado también habrá un equipo que buscará escribir un nuevo capítulo de un libro de historia que tiene apenas 67 años, ya que Jorge Wilstermann, con la confianza de los tres goles a favor, buscará meterse por primera vez entre los cuatro mejores del continente. 
La delegación del conjunto cochabambino llegó el martes a Buenos Aires con la confianza de “hacer historia”, tal como reveló su defensor y capitán, Edward Zenteno, y sin bajas con respecto al duelo de ida.
De esta manera, el DT peruano Roberto Mosquera tiene la posibilidad de repetir la alineación que se impuso por 3-0 en Bolivia. 
 

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River Plate recibirá esta tarde, desde las 19.15, a Jorge Wilstermann de Bolivia, en lo que será el desafío más grande del ciclo de Marcelo Gallardo en el club: remontar un 3-0 en contra para clasificar a las semifinales de la Copa Libertadores.
El partido, por la vuelta de los cuartos de final, se disputará en un estadio Monumental que se presume estará repleto, con el arbitraje del chileno Julio Bascuñán.
La dura derrota por 3-0 sufrida en la altura de Cochabamba la semana pasada obliga a River a ganar por el mismo resultado para forzar una definición por penales y por cuatro goles de diferencia para seguir en la llave que encontrará al vencedor de la serie entre San Lorenzo (2) y Lanús (0).
Desde el comienzo del ciclo exitoso del Muñeco, que lleva cinco títulos internacionales y una Copa Argentina, el equipo nunca había perdido por tres goles de diferencia en la Copa Libertadores, por lo que el duelo de hoy representa el desafío más importante de los últimos tres años.
Además, estará en juego la continuidad en el torneo que se convirtió en el objetivo principal del club luego de conquistar la edición 2015.
El reto para Gallardo es todavía mayor si se tiene en cuenta que desde que comenzó la fase final del certamen perdió a los goleadores del equipo, Driussi y Alario, ambos transferidos.
Por este motivo, no llama la atención que la única duda que tiene el Muñeco para confirmar la formación pasa por el acompañante de Scocco en ataque. El colombiano Rafael Santos Borré, quien jugó de manera poco convincente en Bolivia, mejoró la imagen con un gol en la victoria sobre San Martín de San Juan, como visitante, por la Superliga. El otro candidato es Carlos Auzqui, quien en ocho partidos que disputó en esta edición (tres desde el inicio) no marcó goles.
El resto del equipo también deberá estar a la altura para lograr el objetivo. Germán Lux deberá ratificar la confianza que le dio Gallardo; los laterales Moreira y Casco tendrán que ser extremos; el capitán Leo Ponzio estará obligado a ser el equilibrio del medio plagado de jugadores de buen pie.
Ignacio Fernández y Enzo Pérez le deberán dar fluidez al juego y Pity Martínez tendrá que aportar la velocidad y el vértigo que necesitará el ataque para romper la barrera defensiva de Wilstermann.
A pesar de no haber jugado un buen partido en la ida, River generó muchas situaciones de gol y desde allí nace la confianza que tiene el plantel -y también los hinchas que agotaron las entradas- para lograr la remontada histórica.
Con la finalización del contrato de Gallardo a fin de año y un futuro todavía incierto, el partido toma más trascendencia, ya que el mundo millonario pretende que el cierre de una etapa exitosa y de felicidad no sea apresurado ya que el sueño tiene como destino final el Mundial de Clubes en Abu Dhabi.
Del otro lado también habrá un equipo que buscará escribir un nuevo capítulo de un libro de historia que tiene apenas 67 años, ya que Jorge Wilstermann, con la confianza de los tres goles a favor, buscará meterse por primera vez entre los cuatro mejores del continente. 
La delegación del conjunto cochabambino llegó el martes a Buenos Aires con la confianza de “hacer historia”, tal como reveló su defensor y capitán, Edward Zenteno, y sin bajas con respecto al duelo de ida.
De esta manera, el DT peruano Roberto Mosquera tiene la posibilidad de repetir la alineación que se impuso por 3-0 en Bolivia. 
 

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