La violencia contra las mujeres se cobró una nueva vida en Salta y transformó en tragedia lo que debía ser la fiesta de la primavera.
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La violencia contra las mujeres se cobró una nueva vida en Salta y transformó en tragedia lo que debía ser la fiesta de la primavera.
Cintia Carmen Tapia, una joven mamá de 25 años, fue asesinada en la madrugada de ayer cuando participaba de los festejos por la llegada del 21 de septiembre en el camping El Préstamo, del dique Cabral Corral.
Un muchacho de 23 años fue detenido durante la mañana en la localidad de Coronel Moldes, acusado de haber asesinado a la joven con una saña inusitada. La chica tenía destruido el rostro a raíz de los golpes que le aplicaron con una piedra. Cuando la policía detuvo al joven, tenía manchas de sangre en su ropa y, según los primeros pasos de la investigación, todo indicaba para el fiscal penal 3, Rodrigo González Miralpeix, que él sería el autor material del homicidio.
El hallazgo del cadáver de la joven, ocurrido cerca de las 4 de la madrugada, fue el epílogo de una fiesta que se trastocó por el excesivo consumo de alcohol y drogas, que instaló situaciones de violencia en toda la costa del dique y el camping.
La fiesta que no fue
Desde la tarde del miércoles comenzaron a llegar grupos de jóvenes a El Préstamo. La policía montó una guardia que impedía el ingreso de bebidas alcohólicas y drogas, pero ese retén fue insuficiente porque cientos de jóvenes entraron por caminos alternativos con todo lo prohibido.
Ya en las primeras horas de la noche, el lugar estaba repleto. Cientos y cientos de carpas albergaban a unos 1.500 chicos. Tal vez más.
Aunque al principio se pensó que se trataba de estudiantes secundarios, en el camping y en la zona circundante había grupos de amigos mayores de 18 años.
Fue el caso de Carmen, como la llamaban su familia y en el barrio Unión, donde vivía con dos hermanos y sus dos pequeños hijos de 6 y 7 años. Ella junto a otros nueve amigos del barrio fueron el miércoles a recibir la primavera al dique. Entre ellos también estaba quien hoy está detenido acusado de quitarle la vida.
Según algunos chicos que salían ayer a la mañana del camping, cerca de la 1.30 comenzó a descontrolarse todo.
"Parece que una chica dijo que le robaron el celular y los chicos de su carpa empezaron a pelear con los de otra carpa. Al ratito ya eran un montón los que se tiraban piedras, botellas y se pegaban", relató una jovencita que a media mañana tenía los ojos irritados por el desvelo y esperaba el ómnibus para regresar a la ciudad de Salta.
"No se veía nada porque estaba todo oscuro, pero era un descontrol total", añadió otro chico que ocultaba con lentes negros los resabios de la noche pero el olor a alcohol lo envolvía.
Cerca de las 2, coincidieron varios, los contrincantes se calmaron. Pero la trifulca volvió media hora después.
"Así fue hasta las 4 más o menos, cuando entró la policía", contó una pareja que formaba la larga fila de más de 200 chicos que a las 11.40 seguían esperando un ómnibus interurbano para volver a la capital.
La intervención policial fue complicada antes de las 4.
Había unos seis policías en el control instalado en el acceso a El Préstamo. Otros más recorrían el predio.
Cuando después de las 2 una patrulla intentó poner fin a una de las tantas peleas que se sucedieron, recibió una lluvia de botellazos y pedradas. Un efectivo fue herido en la cabeza y el rostro, por lo que terminó internado en un centro médico capitalino.
Recién poco después de las 4, un móvil ingresó con la sirena encendida y detrás de este irrumpieron varios móviles más. Policías de cuatro grupos de Infantería, de Coronel Moldes y de distintas dependencias tomaron intervención.
El hallazgo
Minutos antes de las 4, un muchacho se separó del lugar para ir a orinar. Caminó hasta cerca del alambrado perimetral de la pileta. Ahí fue que vio el cadáver de Cintia Carmen. Volvió y les contó a sus amigos. En minutos la policía ya estaba advertida.
Tras el operativo que puso un poco de control en el predio, los efectivos ingresaron hasta el lugar donde estaba el cuerpo de la muchacha, dieron intervención a la Fiscalía Penal 3 y se inició la investigación.
Con el correr de los minutos, la noticia pasó de las redes a los medios de comunicación y el femicidio del 21 de septiembre en Salta se convirtió en noticia nacional.
A media mañana, para avanzar en la identificación, la Fiscalía informó que el cuerpo tenía una camiseta del club Central Norte y dos tatuajes con los nombres de sus dos hijos. Eso facilitó que en poco tiempo se supiera que era Cintia Carmen Tapia, la joven mamá de 25 años, del barrio Unión.
Para entonces, la policía ya había detenido al principal sospechoso del femicidio, el joven de 23 años que para algunos tuvo una relación amorosa con Carmen; para las amigas y vecinas de ella, no es así.
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